Promesas y pilares de lo fant¨¢stico
Los escritores Javier Ruescas y Jos¨¦ Carlos Somoza reflexionan sobre el g¨¦nero fant¨¢stico Ambos protagonizan el festival Celsius 232 de Avil¨¦s
Las dos caras de una moneda. Javier Ruescas (Madrid, 1987), 25 a?os, rubio, de rasgos ani?ados y cultivador del g¨¦nero juvenil. Jos¨¦ Carlos Somoza (La Habana, 1959), moreno de cabello y tez, maduro de rostro y dedicado al fant¨¢stico en su versi¨®n adulta. Pero al juntarse para charlar de este g¨¦nero aprovechando el marco del Festival Celsius 232 que se celebra estos d¨ªas en Avil¨¦s, las distancias se acortan.
Ruescas y Somoza pertenecen a generaciones muy distintas. El primero ve la necesidad de apoyarse en las nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Suena mal decirlo¡±, afirma el novelista madrile?o, ¡°pero creo que hoy funciona la idea de autor marca. Le vendes al lector una fidelizaci¨®n, un trato personal que solo te pueden dar la red de redes¡±. A Somoza la palabra marca o moda le recuerda a c¨¢rcel. ¡°Lo que m¨¢s me gusta de la fantas¨ªa es la libertad y lo que estamos viendo es que las editoriales te encajonan en un g¨¦nero determinado. Es muy peligroso tener un gran ¨¦xito, sobre todo si eres joven. Porque entonces te crees que has dado con una f¨®rmula que te funcionar¨¢ siempre. Y no es as¨ª¡±.
Les cuesta soltarse al comienzo a estos dos autores, que apenas se interrumpen el turno durante las preguntas. ?Qu¨¦ c¨®mo est¨¢ el fant¨¢stico? Pues vaso medio vac¨ªo para Somoza, con una carrera de 17 a?os a sus espaldas y tres novelas publicadas en Estados Unidos, que compara a las editoriales con ¡°un alpinista que ya solo se agarra al borde del abismo con una mano¡±, para ilustrar la paradoja de que se apoye como nunca a los escritores espa?oles que triunfan y a la vez se mire ¡°con lupa¡± cada novela con una obsesi¨®n por etiquetarla en su caj¨®n de g¨¦nero de moda. Ruescas ve la situaci¨®n con m¨¢s optimismo. ¡°En el juvenil no hay tantas etiquetas. Si te miras las novedades, ves una de misterio, una de fantas¨ªa, una de ciencia ficci¨®n. Los lectores j¨®venes no van pensando en g¨¦neros. Van a lo que les llama la atenci¨®n¡±.
Pero cuando a la media hora comienzan a soltarse, de los turnos de mon¨®logo se pasa a la charla. ¡°Esto de las modas en literatura es como decir, s¨ª, me sienta bien este traje verde, as¨ª que me voy a comprar cuarenta mil trajes verdes¡±, bromea Somoza. Ruescas replica: ¡°Pero a lo mejor lo positivo de esas ventas es que la editorial gana el dinero que le permite arriesgarse a publicar otras cosas¡±. En lo que s¨ª que coinciden es en la clave para atraer a un lector cada vez m¨¢s reticente. ¡°El ser ecl¨¦ctico para un escritor no es algo opcional, es una necesidad¡±, remarca Somoza. ¡°Y tambi¨¦n al leer. No te puedes encasillar en lo que est¨¢s c¨®modo. Tienes que salir de tu zona de confort¡±, apuntilla Ruescas.
Antes de despedirse, Somoza nombra a su agente literaria, Carmen Balcells, la misma de Mario Vargas Llosa o Miguel Delibes. ¡°?Pero si es la m¨ªa tambi¨¦n!¡±, interrumpe Ruescas, sorprendido. Y se sonr¨ªen.
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