Sara Van reanima la m¨²sica peruana
La cantautora peruana, residente en Madrid, sale de los espacios de culto de la m¨²sica del mundo y ofrece un primer concierto en el Teatro Municipal de Lima
Sara Van cuenta que fue ¡°arrebatada de Lima cuando ten¨ªa 12 a?os¡±, llevada a Madrid por su madre que buscaba un mejor futuro para sus cuatro hijos a inicios de la d¨¦cada de los noventa: Per¨² viv¨ªa la peor crisis econ¨®mica de su historia y la mayor violencia por el terrorismo. A los 15 tuvo su primera banda de heavy metal en Espa?a. Ahora, a los 34, la cantante y compositora ofreci¨® la noche del viernes en Lima un concierto llamado Sigo siendo, acompa?ada por maestros guitarristas y celebrados artistas que interpretaron con ella valses criollos, huaynos, panalivios, yarav¨ªes, marineras y otros g¨¦neros populares con un estilo que los cr¨ªticos comparan con el de Janis Joplin o Chavela Vargas.
De uno de los m¨²sicos que la acompa?¨®, el maestro guitarrista de m¨²sica criolla C¨¦sar Calder¨®n, Sara Van coment¨® emocionada al presentarlo: ¡°No s¨¦ c¨®mo funciona el ministerio de Cultura que no le rinde homenajes todos los d¨ªas¡±.
La cantante y compositora, cuyo primer disco Talit¨¢ Kum?demor¨® 11 a?os en salir al mercado espa?ol con el Sello Autor, en 2008, agradeci¨® durante el concierto a su ¡°hermano¡± (de cari?o) Pelo Madue?o, uno de los nombres m¨¢s importantes del rock peruano, y a su padrino de proyectos, el documentalista y cineasta Javier Corcuera, director de La Espalda del Mundo e Invierno en Bagdad.
¡°Es un sue?o presentar a Sara Van: luego de m¨¢s de diez a?os persigui¨¦ndola por las salitas peque?as donde se presentaba en Madrid, donde los migrantes la ¨ªbamos a escuchar para sentir que seguimos siendo¡±, dijo Corcuera ante un lleno del Teatro Municipal de Lima, y en alusi¨®n al documental de m¨²sica peruana Kachkaniraqmi?(Sigo siendo) que ha dirigido y que incluye a la artista.
Durante la grabaci¨®n de dicho largometraje, uno de los guitarristas m¨¢s destacados que ha tenido Per¨², Carlos Hayre, muerto en 2012, dijo de Sara Van que la canci¨®n Cardo y ceniza hab¨ªa sido escrita para ella. Aunque luego a?adi¨® que todas las canciones fueron hechas para ella.
Sara Vignolo Huertas es tambi¨¦n consultora y profesora en ense?anza de ingl¨¦s, maestra de escuela, y tiene formaci¨®n en filolog¨ªa hisp¨¢nica y humanidades por la Universidad de Alcal¨¢ y la Carlos III.
En el concierto del viernes la artista sorprendi¨® por la selecci¨®n de temas, a manera de una curadora de los g¨¦neros de distintas partes del Per¨². Llam¨® a acompa?arla en el arpa a la popular int¨¦rprete Laura Pacheco, con quien cant¨® Mi dulce amor de Picaflor de los Andes y El vaso de cristal de Zenobio Dagha, llamado el patriarca del huaylash, fallecido en 2008.
Con C¨¦sar Calder¨®n en la primera guitarra y el maestro percusionista Lalo Izquierdo, Sara Van interpret¨® los valses Mala sombra -popularizado por Carmencita Lara- y Carretas aqu¨ª es el tono del compositor de la guardia vieja Mario Cavagnaro. Al cantar El provinciano de Luis Abanto Morales, Sara Van se arrodill¨® para cantar a d¨²o muy cerca del maestro Calder¨®n, en un arranque de admiraci¨®n y homenaje. La artista, cuyo registro vocal pasa de los timbres m¨¢s graves -con una voz ronca-, a sostenidos dulces y agudos, explic¨® luego que se aproximaba ¡°humildemente a la tradici¨®n con todo respeto¡±.
Uno de los momentos m¨¢s intensos del concierto lleg¨® cuando cant¨® a d¨²o con la elegante int¨¦rprete ayacuchana Consuelo Jer¨ª el tema M¨¢rtires de Uchuraccay, mientras era proyectada de fondo una foto de los ocho periodistas asesinados en 1983 en Uchuraccay, Ayacucho, en medio de la guerra entre Sendero Luminoso y las fuerzas del orden. ¡°Ellos son un bot¨®n de lo que perdimos y tenemos una deuda con un pueblo bastante castigado, hasta que no hagamos la tarea no podemos pasar la p¨¢gina¡±, a?adi¨® la int¨¦rprete al presentar la canci¨®n, lo que arranc¨® el aplauso del p¨²blico, en el mes en que se cumplen diez a?os de la entrega del informe de la Comisi¨®n de la Verdad y Reconciliaci¨®n, que estudi¨® la violencia de 1980 a 2000 en el Per¨².
Luego de una demostraci¨®n de zapateo afroperuano del maestro Lalo Izquierdo, la cantante lo describi¨® como ¡°una enciclopedia con dos pies, aparte de gran percusionista, gran zapateador y guitarra¡±, y celebr¨® el reencuentro suyo con el Per¨², ¡°que es todo ese cromatismo, una cosa pol¨ªcroma y ecl¨¦ctica. Tenemos tantas cosas que estudiar de nuestra tierra¡±.
Sara Van luego llam¨® al escenario a Pelo Madue?o, quien hizo parte de su carrera en Espa?a, para interpretar en versiones muy personales El Payande y el vals Las madreselvas, popularizados por de Elo¨ªsa Angulo, el panalivio A la Molina no voy m¨¢s ¨Cuno de los g¨¦neros de la m¨²sica afroperuana¨C.
Tal vez la declaraci¨®n de principios de su carrera y de su vida lleg¨® con El hombre, un tema del compositor ayacuchano Ranulfo Fuentes, que interpret¨® con la mano en el pecho y pidiendo al auditorio que cantara con ella si se la sab¨ªan. Se trata de una canci¨®n que se?ala a las injusticias por causa de la ambici¨®n o del dinero.
Para el ¨²ltimo tramo de los casi 90 minutos de concierto, la artista se acompa?¨® del m¨²sico ayacuchano Chano D¨ªaz L¨ªmaco en la mandolina, con quien cant¨® Flor de Retama, compuesto a ra¨ªz de una revuelta por el derecho a la educaci¨®n gratuita en Huanta (Ayacucho) en 1969. El tema, se lo apropiaron personas afines al grupo terrorista Sendero Luminoso, pero Sara Van aclar¨®: ¡°Yo soy maestra, yo jam¨¢s estar¨ªa ni estar¨¦ de acuerdo con esa violencia. Vamos a cantar Flor de retama con mucho amor¡±.
Sara Van agradece a su madre, a quien desde ni?a siempre escuchaba cantar, a su familia. Se despide, el p¨²blico se pone de pie. Y vuelve para cantar a capella un par de yarav¨ªes, brev¨ªsimos, de inspiraci¨®n familiar, Llena de nervio promete volver.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.