?Saint Moritz o Soto del Real?
No voy a decirle que ten¨ªa una cuenta en Suiza al juez cuando no se sab¨ªa que ten¨ªa una cuenta en Suiza, ?no? Es de sentido com¨²n
Es mencionar su nombre y ya se me hace la boca agua. La Punta Dufour (Dufourspitze) con 4.634 metros sobre el nivel del mar. El Cervino (4.478), el Dom (4.545), el Weisshorn (4.506). ?Y el Mont Blanc? Por supuesto, el Mont Blanc. Esas monta?as, esos picachos nevados. All¨ª te encuentras cerca del cielo, las estrellas al alcance de la mano. El coraz¨®n se abre y los sentimientos encuentran el camino de ayudarte a ser mejor.
S¨ª, bueno, es verdad que luego est¨¢n al lado Z¨²rich y Ginebra. ?Bancos, dicen? Cierto, s¨ª, est¨¢n el Dresdner Bank y el Lombard Odier, por ejemplo. Unos cuantos millones en cuentas de esos bancos, s¨ª. Pero vamos, que era solo por aprovechar el viaje, que yo iba al pa¨ªs alpino para reencontrarme conmigo mismo, el cielo l¨ªmpido, la comuni¨®n con la recia naturaleza de las monta?as¡
Y a esquiar, tambi¨¦n a esquiar, que me pirro por un buen eslalon. Ya s¨¦ que tengo la casa en Baqueira Beret, pero d¨®nde va usted a comparar con Zermatt, Davos, o, sobre todo, Gstaad, Saint Moritz y Verbier¡ All¨ª s¨ª hay gente que merece la pena, banqueros, empresarios, ladrones de guante blanco, modistos defraudadores de Hacienda, deportistas dopados, viudas asesinas¡ Personalidades interesantes, vamos, que en Baqueira te encuentras con un charcutero de Casa Tarradellas o un due?o de supermercados ¡ª?supermercados!¡ª como Roig. Que mucha pasta, s¨ª, pero qu¨¦ diferencia de clase¡
All¨ª, por ejemplo, te calzas unos esqu¨ªes Carradan, Ferrari o Dynastar, y lo aprecian en lo que valen. En lo que cuestan, para decirlo mejor. De ropa no quiero aburrirles, que seguro que ustedes no distinguen una chaqueta Dainese de una Maloja. Y ya que hablo de ropa, esto del abrigo¡ Bueno, va, no perdamos m¨¢s el tiempo, que quer¨ªa yo contarles lo del telesilla, que hay que ver qu¨¦ frustraci¨®n, con la ilusi¨®n que me hac¨ªa.
Le iba a pedir los planos a P¨ªo Garc¨ªa Escudero, que para eso es arquitecto y adem¨¢s est¨¢ lo de la pasta flora, no me obliguen a repetir lo que ustedes ya saben, que tampoco quiero hablar del cr¨¦dito, devoluci¨®n en c¨®modos plazos, pero al final me los hice yo solo en el despacho mientras hac¨ªa esperar a los de una inmobiliaria, que esos eran los que m¨¢s aguantaban, horas y horas sin que se les fuera la sonrisa de la cara.
¡ªNo se preocupe don Luis, si yo espero otras tres o cuatro horas, dec¨ªan. Incluso un d¨ªa, o una semana¡ Que esa obra de Alcorc¨®n¡
La cosa era sencilla. Se trataba de hacer una pista de esqu¨ª desde la s¨¦ptima planta de G¨¦nova hasta el garaje. ?Un l¨ªo? Qu¨¦ va, si era muy sencillo, bastaba con quitar unos cuantos despachos que nadie usaba, y ya. Una monada que nos iba a quedar¡ Hasta le hab¨ªa dise?ado una claraboya por fuera del edificio, para que el motor de la cosa quedara airoso. Un d¨ªa invit¨¦ a Baqueira a todos los mandamases del partido porque hab¨ªa pensado poner tambi¨¦n un telesilla, que yo s¨ª subo las escaleras hasta el sexto andando, pero no s¨¦ si la B¨¢?ez, por no hablar de Ca?ete¡ Nos lo pasamos muy bien ese fin de semana.
¡ª?nimo Crist¨®bal, que llegas al telesilla, un saltito y ya¡
Es que era incapaz, y no vean el cachondeo de todo el mundo. Sobre todo de Guindos. No s¨¦ por qu¨¦. Bueno, de todos, no, que a Soraya no le hac¨ªa ninguna gracia¡ Tampoco invit¨¦ a Aznar, que ya s¨¦ que lo de la altura del telesqu¨ª¡ Not¨¦ enseguida que la pista en G¨¦nova estaba complicada, y eso que engord¨¦ un poquillo los sobres ese mes, no por nada, no se vayan a creer¡ Y claro, no se animaban a decirme que no, aunque les parec¨ªa un poco loco. Total, que convencieron a mi cu?ado para no hacerla¡ Una pena, que ya me ve¨ªa yo bajando hasta el garaje con mi estilo impecable, para admiraci¨®n de jefes y jefecillos¡
¡ªMe alegro que no hagas la pista, Luis, me dijo Mariano, que enseguida le pill¨¦ el tono de co?a.
Las cuentas. Ya se lo dije el primer d¨ªa al juez Ruz, que el t¨ªo es un sieso y te mira con cara de no entender nada.
¡ªEvidentemente ten¨ªa que negarlo en el otro Tribunal, no voy a decirle que ten¨ªa una cuenta en Suiza al juez cuando no se sab¨ªa que ten¨ªa una cuenta en Suiza, ?no? Es de sentido com¨²n.
Es que hay que explicarles todo. Como si uno fuera diciendo por ah¨ª tengo cuentas en Suiza, tengo cuentas en Suiza. Pues no. Y si te pillan te han pillado, que ah¨ª tienen a mi corp¨®reo en la c¨¢rcel ¡ª?ese 27 de junio!¡ª de Soto del Real. Que por un poquito no coincide all¨ª con Miguel Blesa, un buen amigo. Una l¨¢stima, que pod¨ªan haber hablado de sus cosas, que si la ruina de Caja Madrid, que si Esperanza¡
Ahora que caigo todav¨ªa no les he hablado de Esperanza Aguirre. Pues lo mismo un d¨ªa de estos¡
El corp¨®reo, que se comunica conmigo telep¨¢ticamente, ya saben, me est¨¢ mandando mensajes ahora mismo. Como anda de los nervios, le atiendo con premura.
¡ªSe van a enterar los que se tienen que enterar, dice retorcido.
Siempre oigo un crac, crac, crac. Debe de ser la navaja carraca de 13 cent¨ªmetros que lleva a la monta?a.
No s¨¦ para qu¨¦ la querr¨¢.
Babelia
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