Prep¨¢rense, que vienen curvas...
Nada, sin soluci¨®n, aqu¨ª me tienes, con la camisa roja, me dijo Gila. Y yo con la negra, acab¨® la frase Eugenio
???No puede ser, es imposible!!!
En el departamento de contabilidad segu¨ªan todos de los nervios, contagiados por mi sucesora, que iba punteando las cifras que le¨ªan unos empleados que se suced¨ªan cada ocho horas. Carmen llevaba una semana sin moverse, no quiero explicarles su aspecto, que empeoraba de d¨ªa en d¨ªa, alimentada a base de s¨¢ndwiches de una tienda de Mallorca que est¨¢ cerquita, y solo se levantaba para lo obvio.
¡ªFolio 3.587, partida a), concepto 72, grapas y grapillas, 168,14 euros¡
¡ª???Solo partidas por encima de los 100.000 euros, que yo estos 300.000 los encuentro, o dejo de llamarme Carmen¡!!!
Vas apa?ada, Fernanda, me entraron ganas de decir.
El del grito insist¨ªa:
¡ª???Es que son 500 camisas!!! ¡ªgritaba¡
Por fin llevaron el papel a Carmen.
¡ªQuinientas camisas de tallas y colores variados, petici¨®n expresa de Mar¨ªa Dolores de Cospedal, 15.000 euros. Para entregar urgentemente en la c¨¢rcel de Soto del Real, Madrid, a nombre de Luis B¨¢rcenas Guti¨¦rrez.
Quiz¨¢ fue la suma de acontecimientos de los ¨²ltimos d¨ªas, pero el desmayo lleg¨®. Se recuper¨® pronto.
¡ª?La clave es la buena?
¡ªVer¨¢, do?a Carmen, sudaba el contable, la clave es la buena, s¨ª¡ pero el n¨²mero de ordenador¡ es el suyo¡
¡ª?De Mar¨ªa Dolores?
¡ªNo, no, de usted misma¡
Y es que yo hab¨ªa aprovechado un huequito de los que antes les dije para hacer el pedido desde su ordenador. Me lo estaba pasando bomba, que tambi¨¦n los fantasmas tenemos nuestros momentos, como bien dec¨ªa el esp¨ªritu de Gila, que siempre estaba con el de Eugenio, que les hab¨ªa preguntado yo por lo del abrigo. Nada, sin soluci¨®n, aqu¨ª me tienes, con la camisa roja, me dijo Gila. Y yo con la negra, acab¨® la frase Eugenio.
¡ªQue llamen a la secretaria general ¡ªorden¨® la tesorera¡ª. ?R¨¢pido, a toda velocidad, que la encuentren est¨¦ donde est¨¦!
Dolores de Cospedal no estaba en G¨¦nova.
¡ªPues en Toledo, en el palacio de Fuensalida¡
Tampoco.
¡ªEn el coche, entre uno y otro.
Tampoco.
¡ªQue busquen si hay alguna procesi¨®n cerca, que les tiene mucha afici¨®n¡
Sab¨ªa yo que ¨ªbamos a tener un problema con las vacaciones, que aqu¨ª nunca se queda nadie. Bueno, Floriano y Hernando. O sea, lo que yo dec¨ªa, nadie. Esta ausencia de jefes no me gustaba porque me iba a retrasar todo el plan, que yo pens¨¦ que con la que estaba cayendo iban a venir m¨¢s por aqu¨ª, pero est¨¢ visto que estos no perdonan unas vacaciones en Sotogrande¡
Como estaba pr¨¢cticamente seguro de que no iban a encontrar a la secretaria general, ya me hab¨ªa acercado al despacho de Floriano, el segundo en el escalaf¨®n. El nudo lo llevaba muy apa?ado, ocho cent¨ªmetros le marcaba la regla. El discurso tambi¨¦n avanzaba: ¡°En este pa¨ªs todos tendr¨¢n que dar explicaciones de lo suyo: Rubalcaba por las presuntas irregularidades en N¨®os y Urdangarin por esa consulta soberanista que conduce a la desmembraci¨®n de esta gran naci¨®n que es Catalu?a¡±. Me puse detr¨¢s de ¨¦l, que ahora ya me sal¨ªa bordada la gracia:
¡ªEse nudo es un asco, Carlitos ¡ªle solt¨¦ a un cent¨ªmetro de la oreja con la voz clavada a Rajoy¡
Se volvi¨® despavorido. Cuando comprob¨® que estaba solo, y a punto de recuperar la respiraci¨®n, volv¨ª a acercarme:
¡ªYo que t¨² no volver¨ªa a decir eso de Dolores, que como se entere la jefa ya ver¨¢s la que te forma¡
Y as¨ª fui cerc¨¢ndole, hasta que tir¨® la corbata y los papeles al suelo y sali¨® del despacho a toda velocidad¡ Una copa, iba diciendo, una copa¡
Solo localizaron a Rafael Hernando como m¨¢xima autoridad, que viene a ser como aceptar pulpo como animal de compa?¨ªa para el Scrabble. En ese momento estaba hablando por tel¨¦fono con mi cu?ado Antonio, el jefe de todos los asuntos internos de G¨¦nova.
¡ª?Que ha llamado Acebes? Bien. ?Preguntaba por Arenas? ?Pero que don Javier lleva d¨ªas sin venir? ?Y que Acebes ha preguntado si hab¨ªamos solucionado lo del hilo musical y Rigoletto? Est¨¢ loco, Acebes, est¨¢ loco¡ Olv¨ªdalo, Antonio, olv¨ªdalo¡
As¨ª que me puse en contacto con el corp¨®reo, que estaba imposible¡
¡ª¡Les estaba contando ahora a estos amigos c¨®mo es eso del heliesqu¨ª, que les ha gustado mucho lo de Erev¨¢n, Armenia, all¨¢ lejos les he dicho ¡ª?d¨®nde cristo dio las tres voces?, me preguntaron, m¨¢s o menos he contestado¡ª y hasta les he puesto la pel¨ªcula con mi hijo en el cine que tenemos por aqu¨ª, que ha estado muy amable el baranda de la c¨¢rcel, y les he contado a todos c¨®mo es eso de deslizarse por esas pistas v¨ªrgenes¡ Nota se han quedado cuando les he contado lo principal: a 7.000 papiros por barba, pipis m¨ªos, que ya estoy aprendiendo el habla del lugar¡ Qu¨¦ cosa me ha entrado, oye, ahora aqu¨ª en este sitio, aunque estaba mirando yo que si se piensa bien, se pod¨ªa organizar aqu¨ª un tobog¨¢n desde la torreta principal¡
¡ªLuis, te llamaba para decirte que las camisas est¨¢n en marcha, pero tenemos un problema porque aqu¨ª ya andan todos de vacaciones y voy a poder asustar poco. A pocos, quiero decir. Con decirte que las ruedas de prensa las da Hernando¡
¡ªQu¨¦ horror. Pues tienes que solucionarlo. Seguro que se te ocurre algo para que regresen los jefes, Luis¡
¡ªBueno, me conecto cuando tenga algo, Luis¡
Estaba pensando yo que si¡ Seguro que funciona¡ La voy a liar, s¨ª¡
Babelia
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