Desvar¨ªos

Aseguran lo r¨®tulos de las tertulias televisivas que el pintoresco personaje Francisco Marhuenda dirige un peri¨®dico llamado La Raz¨®n. Es el primer enigma de su personalidad. En los muchos a?os que llevo frecuentando peri¨®dicos he constatado la presencia f¨ªsica y casi cotidiana en ellos de las personas que los dirigen. En alg¨²n caso, ofreciendo la sensaci¨®n de que no solo dirigen el peri¨®dico, sino que tambi¨¦n viven en ¨¦l, que la profesionalidad se ha adue?ado hasta extremos abusivos de su existencia.

Por ello, me asombra el misterio de que cada vez que enciendo la televisi¨®n, en m¨²ltiples cadenas, ma?ana, tarde y noche, aparece inevitablemente este hombre compartiendo los debates pol¨ªticos, ofreciendo sus impagables opiniones sobre la actualidad. S¨¦ que existe el don de la ubicuidad y que esta ha protagonizado inolvidables relatos de fantasmas, pero sigo flipando sobre el proteico milagro de parir d¨ªa a d¨ªa un peri¨®dico desde los plat¨®s de las televisiones.

Y deduzco que este surreal analista de la realidad puede hacer pensar a cualquier espectador m¨ªnimamente racional que lo que dice no va en serio, que obedece a un guion voluntariamente esperp¨¦ntico, a una farsa con pretensiones c¨®micas, al disparate como supremo g¨¦nero humor¨ªstico, le ofrece un espect¨¢culo jugoso y amortizable a las televisiones (la barbarie militante puede tener poder adictivo para el alucinado espectador) y que necesitaban desesperadamente encontrar un sustituto a la altura discursiva del inolvidable Ignacio Villa, algo tan grotesco y viscoso que posea capacidad para alterar el sistema nervioso de cualquier receptor con dos dedos de frente. Aunque tampoco imagino que abunde excesivamente el intelecto entre los enganchados a los infinitos y cl¨®nicos debates televisivos dedicados a la innegociable misi¨®n de arreglar Espa?a.

Muestran en el programa Al rojo vivo im¨¢genes de las masacres que perpetra el ej¨¦rcito egipcio con esos Hermanos Musulmanes que ganaron democr¨¢ticamente las elecciones y a los que adem¨¢s de balearlos, los van a ilegalizar. El templado Marhuenda afirma vehementemente: ¡°El ej¨¦rcito egipcio es much¨ªsimo m¨¢s democr¨¢tico que Mursi y sus seguidores¡±. Con dos cojones. ?Fascismo sin complejos, embriaguez o solo cinismo?