Lo gratis, con humor

?Alguna vez ha reparado en el dilema moral que entra?a una situaci¨®n tan cotidiana como recibir una bolsa gratis en una tienda de alimentaci¨®n? La bolsa, el corto que Enrique Andr¨¦s y Marcus Car¨²s, ambos de 40 a?os, produjeron en marzo critica la obsesi¨®n por lo gratis. ¡°Hay gente que hace cola para que le den una bolsa est¨²pida para guardar un bollycao; cualquier cosa que le regalan le parece bien¡±, se?ala Andr¨¦s. ¡°Parece concienciaci¨®n social, ecolog¨ªa, y al final damos ese giro para que el espectador sea sin darse cuenta c¨®mplice de lo que le hemos contado¡±, asegura Car¨²s.

Si hace 12 a?os me sal¨ªa mal un corto iba a estar arruinado cuatro a?os. Ahora, a los diez d¨ªas est¨¢s pensando en otro Enrique Andr¨¦s

Inspirados por un video que retrata una avalancha de unas 200 personas para hacerse con un paraguas gratis, Kostanza, la agrupaci¨®n de dos amigos que se conocieron hace 15 a?os, quiere transmitir un mensaje m¨¢s profundo. ¡°Nos atrae que el p¨²blico no se d¨¦ cuenta que es humor hasta que acabe el corto, que no sepa de lo que le estamos hablando¡±, afirma Andr¨¦s. ¡°En dos minutos hemos contado tres historias. Una bolsa, c¨®mo se la lleva el viento y luego, de repente, hay un peque?o cabaret. Mientras, el espectador se pregunta: "?C¨®mo he llegado hasta aqu¨ª?¡±, se?ala Car¨²s. Ambos subrayan que el video no es una cr¨ªtica a los negocios chinos y que la idea de que la bolsa se pasee volando no est¨¢ inspirada en la famosa escena de American Beauty.

Andr¨¦s, mallorqu¨ªn, lleva 15 a?os trabajando en publicidad como free lance. Car¨²s, madrile?o de madre alemana, era arquitecto hasta hace un a?o y medio, cuando, por la crisis, se convirti¨® en cineasta. No empezaron a trabajar juntos hasta Respira perrito respira, ganador del premio a la mejor pel¨ªcula de ficci¨®n del Notodofilmfest 2011. ¡°Quique tiene facilidad para producir y yo para delirar¡±, asegura Car¨²s. ¡°Mis cortos eran aburridos y los suyos demasiado disparatados¡±, replica su compa?ero.

Adoran a Woody Allen y a Charles Chaplin, y son admiradores del humor provocador de Larry David, las atm¨®sferas on¨ªricas de David Lynch y el surrealismo de Dal¨ª. Se definen como amantes del cine. ¡°Somos la ¨²ltima generaci¨®n que sabe de la magia de lo audiovisual¡±, indica Andr¨¦s.

¡°Internet nos permite hacer pel¨ªculas como churros. Pero sobre todo determina que sean muy cortas¡±, afirma Car¨²s. El contraste con el pasado se hace cada vez m¨¢s evidente. ¡°Hoy se nos ocurre una idea y en una semana ya lo han visto 3.000 personas. Antes tardabas tres a?os en todo el proceso¡±, se sorprende Andr¨¦s, luchador en una ¨¦poca en la que para hacer cortos ¡°ten¨ªas que arruinarte t¨², tu familia, y los amigos de tu familia¡±.

Ninguna idea va hacia delante si no supera el filtro de aprobaci¨®n mutua. ¡°Confiar en otra persona supone el lujo de que te digan que no a tiempo¡±, valora Andr¨¦s, que echa la vista atr¨¢s y piensa en cortos a los que ha dedicado mucho, y lo que hubiera agradecido un comentario sincero.

Pero Car¨²s opina que, a pesar de las ventajas de Internet, el corto est¨¢ perdido. ¡°Quiz¨¢s falta un poco de picard¨ªa, de guion¡±, arguye. Andr¨¦s pide m¨¢s riesgo. ¡°Si hace 12 a?os hac¨ªa un corto y me sal¨ªa mal iba a estar arruinado cuatro a?os. Ahora haces uno malo y a los diez d¨ªas est¨¢s pensando en otro¡±.

Andr¨¦s asegura que se han apuntado a Se busca talento para que se les vea. ¡°Necesitamos ese peque?o empuj¨®n de la visibilidad¡±, se?ala. Car¨²s se vio empujado por algo m¨¢s personal y aclara: ¡°El corto es especial porque le ha gustado hasta a mi madre, que es muy tradicional. Ella me dec¨ªa que estaba loco cuando iba tan contento a ense?arle mis obras¡±.