Tonto hace tonter¨ªas
Bruckheimer, Verbinski y Johnny Depp pretenden una operaci¨®n comercial con el 'western' popular de entretenimiento
Hace justo una d¨¦cada, el tr¨ªo formado por Jerry Bruckheimer, desde la producci¨®n, Gore Verbinski, en la direcci¨®n, y Johnny Depp, en la interpretaci¨®n, logr¨® lo que nadie hab¨ªa conseguido a lo largo de m¨¢s de 40 a?os: revitalizar el no ya alica¨ªdo sino directamente difunto cine de piratas. Por all¨ª hab¨ªan pasado, fracasando todos, Roman Polanski (con Piratas), Steven Spielberg (con una de sus peores pel¨ªculas: Hook), el Renny Harlin m¨¢s comercial (La isla de las cabezas cortadas), y hasta la animaci¨®n de la Disney, que prefiri¨® adaptar La isla del tesoro en clave de ciencia ficci¨®n (con El planeta del tesoro), porque los bucaneros ya no vend¨ªan. Desde los primeros a?os cincuenta, el subg¨¦nero era un p¨¢ramo, y solo la maravillosa La princesa prometida hab¨ªa obtenido bot¨ªn, aunque sin continuidad con otras de la misma especie. Con la saga Piratas del Caribe se hac¨ªa carne el cine de parque de atracciones (no en vano, su semilla era una atracci¨®n de Disneylandia), insustancial, manufacturado, pomposo, esp¨ªdico, excesivo y casi inevitable, pero saquearon a (casi) todos.
EL LLANERO SOLITARIO
Direcci¨®n: Gore Verbinski.
Int¨¦rpretes: Johnny Depp, Armie Hammer, Ruth Wilson, Tom Wilkinson, Helena Bonham-Carter.
G¨¦nero: western. EE UU, 2013.
Duraci¨®n: 149 minutos.
Diez a?os despu¨¦s, y otra vez de la mano de Disney, el mismo tr¨ªo de creadores ha pretendido una operaci¨®n comercial semejante con el tambi¨¦n des¨¦rtico desde hace d¨¦cadas western popular de entretenimiento (no el crepuscular y trascendente, con excelentes aportaciones en todos estos a?os). Pero se han acabado dando un tiro en el pie: El llanero solitario, adaptaci¨®n del m¨ªtico serial radiof¨®nico y televisivo, es un fracaso por m¨²ltiples razones. Primero, porque su tono tiene tantos vaivenes que, m¨¢s que desconcertar, no sabe a qui¨¦n apelar. Piratas del Caribe, al menos, no ten¨ªa pretensiones y simplemente apostaba por la aventura tradicional, sin ansiar nunca la ¨¦pica grandiosa o la l¨ªrica desbocada. Y aqu¨ª es una risa. Habr¨ªa que tener mucho talento para mezclar las chorradas de Tonto, el personaje de Johnny Depp, con la b¨²squeda de la l¨¢grima f¨¢cil por la matanza de unos indios; o para aunar el esp¨ªritu l¨²dico del ¡°Hi-yo, Silver!¡± con un tipo sacando con un cuchillo el coraz¨®n de su enemigo, y comi¨¦ndoselo. Segundo, porque todo es tan aparatoso que resulta elefanti¨¢sico: desde su metraje, dos horas y media, hasta su insostenible cl¨ªmax final, ?de 25 minutos! Tercero, porque interpretativamente Armie Hammer es un sinsustancia incapaz de llevar el mando, y porque Depp repite los moh¨ªnes de Piratas¡, que ya eran los moh¨ªnes del politoxic¨®mano Hunter S. Thompson de Miedo y asco en Las Vegas.
Y, por ¨²ltimo, porque narrativamente es tan poco imaginativa que sorprende. Repetir hasta una veintena de veces un gag en el que un personaje apunta con la pistola a otro, para que llegue otro por detr¨¢s que apunte al primero, solo es s¨ªntoma de desfachatez.
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