El horror

Cuesta imaginar c¨®mo pudieron sobrevivir durante una d¨¦cada la gente del Vietcong que hizo la guerra ocult¨¢ndose en las toperas, t¨²neles a lo largo de kil¨®metros, cercanos a Saig¨®n, en los que viv¨ªan permanentemente y desde los que acosaban al Ej¨¦rcito norteamericano en plan guerrillero, apareciendo para golpear con las trampas m¨¢s sofisticadas y desapareciendo inmediatamente bajo tierra. Esos t¨²neles eran tan estrechos que no conceb¨ªas que seres adultos y con unos kilos de m¨¢s pudieran moverse por ellos. Cuando visit¨¦ las toperas solo los ni?os pod¨ªan introducirse en ellas. A un aparatoso y exhibicionista se?or porte?o que se empe?¨® en meterse en ellos para hacerse la fotito verificadora, hubo que sacarlo con esfuerzos proteicos, casi con polea.

?Pero despu¨¦s de constatar la heroica capacidad de resistencia de esos soldados, sobreviviendo como topos, buscas datos sobre los muertos en ambos Ej¨¦rcitos y deduces que fue una guerra excesivamente descompensada. Murieron 58.000 soldados norteamericanos y tres millones de vietnamitas. Una victoria muy cara. Sospecho que lo que moviliz¨® a la opini¨®n p¨²blica de cualquier parte del mundo contra esa interminable masacre, m¨¢s all¨¢ de las atroces estad¨ªsticas de muertos, fue el masivo impacto emocional que provoc¨® la fotograf¨ªa de una desvalida ni?a vietnamita corriendo por una carretera despu¨¦s de haber sido abrasada con napalm. Hay que ser una bestia para no conmoverse e indignarse cuando ves ni?os, forzosamente inocentes, masacrados por la guerra, eso que los c¨ªnicos denominan como inevitables da?os colaterales.

La espeluznante imagen de montones de cr¨ªos sirios en estado convulso, gritando como pose¨ªdos, despu¨¦s de haber sido machacados con gases t¨®xicos, haciendo tan real como entendible la desolada certeza de Kurtz desde el coraz¨®n de las tinieblas (¡°El horror, el horror¡±) tal vez sirva para que la ONU y EE UU se tomen en serio lo de detener esa salvajada.

Es curioso que Estados Unidos se escandalice por el uso de armas qu¨ªmicas. Que incluso lo utilizara como falso pretexto para invadir Irak. No tuvieron el menor escr¨²pulo para hacerlo en Vietnam. Y no s¨¦ si las bombas at¨®micas sobre Jap¨®n ten¨ªan componentes qu¨ªmicos o f¨ªsicos. Sospecho que a las infinitas v¨ªctimas, incluidos los ni?os, les da igual.