Demasiado gay para Hollywood
Michael Douglas y Matt Damon defienden la valent¨ªa de ¡¯Behind the Candelabra¡¯
La historia que se esconde en Behind the Candelabra es larga y el mejor reflejo de la calidad actual de la televisi¨®n frente al declive del mundo del cine. Porque la cinta, centrada en la vida y amores del virtuoso y desmesurado pianista Liberace, cuenta con un reparto de Oscar, tanto en su director, Steven Soderbergh, como en sus principales int¨¦rpretes, Michael Douglas y Matt Damon. Y tiene todos los elementos que aseguran un gran estreno (sexo, m¨²sica y estrellas) por un m¨ªnimo precio (17 millones de euros). Sin embargo, despu¨¦s de 12 a?os dando vueltas, Behind the Candelabra es una realidad pero gracias a la televisi¨®n, a la cadena HBO para ser precisos, porque Hollywood consider¨® que la pel¨ªcula era muy gay.
Y no tengo problemas con ello porque la televisi¨®n por cable es, en la actualidad, el mejor sitio para trabajar¡±, defendi¨® Douglas, veterano de Hollywood y parte de su realeza, tras su experiencia en este telefilme que Canal + 1 estrena este lunes (22.05). ¡°Hollywood solo es capaz de estrenar pel¨ªculas con un n¨²mero en el t¨ªtulo o con la palabra man, Iron-Man, Bat-Man, Spider-Man. Y nosotros no somos ese tipo de man¡±, remat¨® con picard¨ªa. Damon a¨²n no sale de la sorpresa que le produjeron los problemas que tuvo su amigo Soderbergh, con quien trabaj¨® en siete ocasiones, para financiar esta pel¨ªcula. ¡°Hollywood no est¨¢ interesado en lo que se sale de la f¨®rmula¡±, resumi¨®.
Y si hay algo que caracteriz¨® a Liberace fue su habilidad para salirse de la norma. Para muchos, el pianista fue el precursor de Madonna, Elton John o Lady Gaga por su combinaci¨®n de talento y excentricidad. Para otros fue una diva que nunca sali¨® del armario y falleci¨® de sida, en 1987, dejando detr¨¢s amantes como Scott Thorson, el protagonista de esta historia, con problemas de drogas y un rostro alterado quir¨²rgicamente a imagen y semejanza de Liberace.
Behind the Candelabra tambi¨¦n se sale de la norma al presentar a dos grandes estrellas heterosexuales (Damon y Douglas) fundidas de forma bastante expl¨ªcita en una pasi¨®n homosexual. ¡°Debo reconocer que no estoy yo muy seguro si hace 20 a?os, cuando ten¨ªa la edad de Matt y era un estrella de su calibre, hubiera hecho algo as¨ª. Pero los tiempos han cambiado¡±, sopes¨® con sinceridad un Douglas de 68 a?os. Damon se lo tom¨® con humor, recordando el d¨ªa en el que rodaron una de las escenas de sexo m¨¢s expl¨ªcitas con el director, c¨¢mara en mano, pegado a la cama>. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil no fue besar a Michael, o las escenas de sexo. Eso se coreograf¨ªa. Lo importante son esos momentos de amor en los que est¨¢s tumbado en el sof¨¢ viendo la televisi¨®n junto a tu pareja... me da igual su orientaci¨®n sexual¡±, dijo Damon. ¡°Es una historia de amor de dos personas, no la de dos locas¡±, a?adi¨® Douglas.
En EE UU, p¨²blico y cr¨ªtica lo dio todo por Behind the Candelabra, con 2,4 millones de espectadores en su estreno ¡ªel telefilme de mayor audiencia desde 2004¡ª y 15 candidaturas a los pr¨®ximos Emmy. Podr¨ªan ir grabando el nombre de Michael Douglas en la estatuilla que le corresponde porque adem¨¢s de que el int¨¦rprete de Wall Street ofrece en Liberace uno de los mejores trabajos de su carrera Behind the Candelabra supone su vuelta a las pantallas tras superar el avanzado c¨¢ncer de garganta que le fue diagnosticado en 2010.
Tanto Douglas como Damon dan todo el cr¨¦dito de su trabajo a otra de las candidatas al Emmy, Ellen Mirojnick, encargada del dise?o de un vestuario tan exuberante como el propio Liberace, no falto de brillantes, plumas y esos pantalones bien ajustados de los setenta. Douglas lleva 30 a?os trabajando con ella, desde los tiempo de Instinto b¨¢sico, y Damon le ha dado el premio personal al mejor vestuario que le han confeccionado nunca, un galard¨®n inventado y que hasta ahora manten¨ªa ese ba?ador dorado que visti¨® en El talento de Mr. Ripley,pero que ahora le ha dado al min¨²sculo speedo de pantera y brillantitos que lo muestra todo y que visti¨® con orgullo en Behind the Candelabra. "Ese lo conservo. Lo mismo que las pelucas. Uno nunca sabe cuando pueden ser ¨²tiles", brome¨® el int¨¦rprete.
Lo m¨¢s gracioso es que esta larga saga hasta llegar a Behind the Candelabra comenz¨® casi como una broma. El director ya conoc¨ªa el libro autobiogr¨¢fico de Thorson sobre su relaci¨®n con Liberace, o Lee para los amigos. Pero, mientras trabajaba con Douglas en Traffic (2000) le dijo si alguna vez hab¨ªa pensado en interpretar al pianista. Parec¨ªa una broma, lo mismo que a?os m¨¢s tarde, cuando Damon estaba en Espa?a promocionando El ultimato de Bourne y recibi¨® una llamada de Soderbergh para quedar con ¨¦l en Andaluc¨ªa, robarle un par de planos para Che y darle el libro Candelabra. A juzgar por el resultado, a Soderbergh hay que tomarle siempre en serio, da igual el tiempo que pase. No as¨ª a Damon, quien como Douglas dijo entre risas, al acabar de besarle en pantalla le dijo eso de que mientras le besaba cerraba los ojos pensando que era como estar a un grado de separaci¨®n de darle ese mismo muerdo a Catherine Zeta Jones.
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