Mariano, ante la batalla final
Vale, Dolores, vale. ?Y c¨®mo llevamos lo de los discos duros? Limpios como una patena, presidente¡
Compa?eros y amigos, os he vuelto a reunir aqu¨ª, a punto de empezar este nuevo curso pol¨ªtico, para deciros dos cosas. Una, que estamos atravesando unos momentos duros, una etapa dif¨ªcil en el transcurrir de nuestro gran partido. Y son momentos duros porque estamos atravesando una etapa complicada en el transcurrir de nuestro partido¡
¡ªYa, Mariano, s¨ª¡
¡ªY una segunda, que quer¨ªa comunicaros que tengo un andar fabuloso, fluido y atl¨¦tico, como toda Espa?a pudo comprobar este fin de semana¡
¡ªFue magn¨ªfico, Mariano, que Ana Pastor no perd¨ªa oportunidad de hacer la pelota al jefe. Hab¨ªa que ver a esos recios periodistas c¨®mo entonaban, entusiasmados, aquella coplilla de Antonio Mach¨ªn¡
Mira que sabroso camina
as¨ª de medio lao
comi¨¦ndose un helao
mira que sabroso camina
as¨ª, as¨ª, as¨ª de medio lao¡
¡ª¡ La verdad, Anita, es que qued¨® muy bien, s¨ª, que luego intentaron preguntar cosas, pero a m¨ª me van a pillar, que si sobresueldos, que si tal y que si cual, as¨ª que pase¨ªllo y van que chutan¡
¡ªDi que s¨ª, campe¨®n, con chuler¨ªa, le jaleaba Arenas, muy crecido desde su no declaraci¨®n ante Ruz¡
¡ª¡Gracias, Javier, gracias, ?ya has recuperado toda, toda la memoria?
¡ª Solo de algunas cosas, presidente. De otras, no recuerdo nada, oye, ya ves qu¨¦ casualidades¡
¡ªEso est¨¢ bien¡ pues volviendo al inicio de mi intervenci¨®n, os he reunido a todos vosotros, amigos y compa?eros, como ya os he dicho, para pediros que formemos una solidaria pi?a frente a tanto enemigo como nos acecha, con ese delincuente que todos conoc¨¦is en el papel de chivato y mentiroso¡
El presidente eligi¨® un d¨ªa que hab¨ªa descanso en la Vuelta a Espa?a para llenar la sala de reuniones de G¨¦nova con los altos cargos del partido y con los miembros del Gobierno, que se los hab¨ªa llevado a todos para mostrar su fortaleza. Aquello era un gent¨ªo, un tumulto, un tropel. Vamos, como el camarote de los hermanos Marx.
¡ªY dos huevos duros, dijo Arias Ca?ete, que tambi¨¦n ten¨ªa acciones de una granja ecol¨®gica¡
¡ªAve Mar¨ªa Pur¨ªsima, exclam¨® Fern¨¢ndez-D¨ªaz para dar paso a los dem¨¢s.
¡ª???Sin pecado concebida!!!, respondieron casi todos los presentes, porque a continuaci¨®n se oy¨® un¡
¡ª¡?Gibraltar espa?ol!, que tambi¨¦n tuvo sus seguidores, y es que Margallo no hab¨ªa perdido la oportunidad, que para eso llevaba el mes que llevaba, que ni vacaciones ni nada.
¡ªMuy bien, Margallo, muy bien, has estado muy bien con lo de los bloques de hormig¨®n, venga portadas y portadas y ni una sola de lo otro, a ver si aguantamos as¨ª en septiembre¡
¡ªImpuestos, Mariano, m¨¢s impuestos, que deber¨ªamos cobrar una tasa a los gibraltare?os por cada mono del Pe?¨®n, intervino Montoro¡
¡ªDe redactar eso, como de todo, puedo encargarme yo, si quieres, presidente, dijo la vicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, que hab¨ªa estado callada todo el mes y ten¨ªa un dolor de garganta horrible de tanto aguantarse, que estoy elaborando una ley que impedir¨¢, excepto a Marhuenda y Rubido, informar sobre¡
¡ªYo tambi¨¦n, intervino Cospedal, que arrastraba la bronca por lo de quitarse de encima el marr¨®n del contrato de B¨¢rcenas y quer¨ªa recuperar terreno, podr¨ªa sacar a todo el Gobierno de Castilla-La Mancha a la calle¡
¡ªVale, Dolores, vale, pero todav¨ªa no se me ha olvidado lo del diferido¡ ?Y c¨®mo llevamos lo de los discos duros?
¡ªLimpios como una patena, presidente¡
¡ªPor cierto, Esperanza, quiero agradecerte tu presencia aqu¨ª, que no cre¨ªa yo¡
¡ªPero qu¨¦ dices, Mariano, siempre a tus ¨®rdenes, faltar¨ªa m¨¢s¡
¡ªY adem¨¢s, os voy a leer un telegrama de nuestro embajador en Londres, Federico Trillo, todo un ejemplo de militancia: ¡°Apoyo sin fisuras, presidente. Stop. Siempre a tu servicio. Stop. Cuenta conmigo para lo que quieras. Stop¡±. Luego dice no s¨¦ qu¨¦ de un secret slush fund, que como es ingl¨¦s no lo entiendo¡
¡ªNada, nada, no es nada, presidente, se apresur¨® a intervenir Cospedal¡
¡ªBueno, pues eso, que os necesito para este oto?o que se presenta duro, as¨ª que espero de todos vosotros un apoyo irrestricto y un trabajo duro¡ ?C¨®mo? ?Que si habr¨¢ sobresueldos por el trabajo extra? Hombre, no s¨¦, no me parece el lugar oportuno¡ ?Qu¨¦? ?Que era aqu¨ª d¨®nde se cobraban? Ya bueno, s¨ª¡ pues habr¨¢ que organizar algo¡
¡ª???300.000 euros, busco una partida de 300.000!!!, se oy¨® a lo lejos un grito desgarrador¡
¡ª¡ Es que tenemos a nuestra tesorera un poco malita¡ Exceso de trabajo, ya sab¨¦is¡
Me interrumpi¨® el corp¨®reo para contarme que llevaba muy adelantado el plan de agrupamiento de todas sus fuerzas, dispuestas a todo para el asalto final, y para interesarse por saber c¨®mo llevaba lo de aparecerme¡
¡ªA punto, Luis, estoy a punto. Me quedan horas. T¨² sigue con lo tuyo, que aqu¨ª est¨¢ Mariano¡
Le cont¨¦ la que estaba montando el presidente. Justo en ese momento emprend¨ªa la arenga final.
¡ªY por eso os pido, ante tanta injusticia ¡ªque ya me contar¨¦is c¨®mo ¨ªbamos a suponer que alguno de los nuestros se iba a ir de la mui¡ª, que como un solo hombre¡
¡ª¡O una sola mujer, intervino Soraya¡
¡ª¡ y desde lo m¨¢s profundo de nuestras convicciones, gritemos todos: ??? Mariano, estamos contigo para lo que necesites de nosotros!!! ?Adelante con esas gargantas!
¡ª...¡°Viva Mariano¡±, gritaron unos¡
¡ª¡¡°Siempre contigo, presidente¡±, murmuraron otros¡
¡ª¡¡°Vale, t¨ªo¡±, se o¨ªa por el fondo¡
El presidente se gir¨® hacia un lado.
¡ªJoder, Leandro, qu¨¦ tropa¡
Babelia
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