El ¨²ltimo ed¨¦n es una frontera

¡°No nos expulsaron del Ed¨¦n. Nosotros destruimos el Ed¨¦n¡±. ?Es el final de un lugar m¨ªtico? Arraianos, de Eloy Enciso, est¨¢ rodada en Couto Mixto, una zona a caballo entre Galicia y Portugal, un pu?ado de aldeas que hasta el siglo XIX incluso ten¨ªan privilegios como la exenci¨®n de impuestos. Hoy esa frontera, esa sensaci¨®n que el forastero pueda tener de pisar Brigadoon ¡ªuna acertada definici¨®n de Fran Gayo, programador del Bafici bonaerense, donde se proyect¨®¡ª se desvanece. Y Enciso, que naci¨® all¨ª en 1975, ha rodado una pel¨ªcula que trasciende el coqueteo con el documental al poner a los habitantes de ese territorio a recitar la obra de teatro El bosque,de Jenaro Marinhas del Valle. ¡°En la pel¨ªcula no hay nada que no exista, no me he inventado nada. Pero me gusta trasladar al espectador la decisi¨®n de hacer la pel¨ªcula. Es un espacio en el que disfrutas de los personajes, de las historias, y que el p¨²blico debe rematar y reelaborar cada vez que la vea¡±. Lo que incluye el antinaturalismo: ¡°Claro, ?es cine! Nadie dice frases as¨ª. A cambio, gracias a esos pies forzados, las personas acaban mostr¨¢ndose como son. Porque, como dec¨ªa Joaquim Jord¨¤, no son lo mismo verdad, realidad y realismo¡±.

De la pel¨ªcula ¡ªla segunda del director, que debut¨® con Pic-nic (2007)¡ª surge una curiosa, on¨ªrica sensaci¨®n de felicidad. ¡°M¨¢s bien dir¨ªa de amor a las cosas por parte de las personas-personajes. No quiero hacer declaraciones ¡ªy menos a¨²n en el cine¡ª, sino que en esta discusi¨®n entre cine relato y cine materia apuesto por este segundo, que construye la dramaturgia con las sensaciones del espectador¡±. Volviendo al Ed¨¦n, el cineasta no quiere hablar de su fin: ¡°Existe ese terreno, y yo lo he filmado. Llegu¨¦ pensando en que iba a rodar el ¨²ltimo h¨¢lito de algo, y me tuve que desdecir: en los habitantes de Couto Mixto no hay un sentimiento tr¨¢gico, sino de transici¨®n hacia algo distinto. Creen que mientras sigan ah¨ª y mantengan el amor a sus cosas, ese mundo existir¨¢¡±. ?Y viven envueltos en esa magia? ¡°La pel¨ªcula se basa en dos ideas: la realidad y la construcci¨®n m¨ªtica de la realidad. A la vez reflejo esa pelea entre dos mundos, como la que hay entre luz y oscuridad, animales y hombres, vida y muerte... Ponemos a confrontarse a mundos aparentemente antag¨®nicos para ver qu¨¦ pasa¡±. Eso se refleja en el di¨¢logo entre dos mujeres, ¡°una que apuesta por un punto de vista en el que cada peque?a cosa que ocurre en el mundo es una herida y otra que dice que un ¨¢rbol es un ¨¢rbol y que se deje de discursos¡±. Aunque despu¨¦s Arraianos tome partido, con una secuencia ¡°en la que aparece la vida empujando¡±.

En ese di¨¢logo, Enciso, para su trabajo como director, apunta: ¡°?Qu¨¦ nos alimenta, el trabajo o quiz¨¢s tambi¨¦n el imaginarnos, el so?arnos? Bueno, hemos llegado hasta aqu¨ª porque en un momento dado alguien imagin¨® algo m¨¢s. Como creador apuesto por esa imaginaci¨®n, aunque trabajando. El cine actual huye de algo fundamental, el prueba-error, el buscar y encontrar ese momento, el tono¡±. Que la magia te pille detr¨¢s de las c¨¢maras. ¡°Nunca impongas una idea. Que solo te gu¨ªen los deseos¡±.

Enciso suena a cansado. Ha bregado porque Arraianos ¡ªque rod¨® entre 2009 y 2011¡ª llegara a las salas (se estren¨® en cines comerciales ayer), algo que podr¨ªa parecer f¨¢cil tras su estupendo recorrido festivalero que le llev¨® al Bafici, a ganar el Premio Nuevas Olas en Sevilla, a Nueva York, a Vancouver... y, sobre todo, a participar en Locarno en 2012. No solo ha sido un proceso largo, sino que adem¨¢s sabe que en su tierra la nueva generaci¨®n de cine gallego se ha quedado sin aire: la extinta Axencia Audiovisual Galega apoy¨® a los autores emergentes y destin¨® durante varios a?os un porcentaje de su presupuesto ¡ªen la mejor edici¨®n fueron 400.000 euros, de los que una pel¨ªcula pod¨ªa llevarse como mucho 30.000¡ª a ¡°ayudas de talento¡±, una especie de becas de creaci¨®n. ¡°Dio unos rendimientos culturales impresionantes e impuls¨® a una generaci¨®n que, aunque somos muy distintos, disfrutamos haciendo cosas diferentes con intereses art¨ªsticos comunes¡±. Y eso le lleva a pensar en c¨®mo se deshace el cine espa?ol. ¡°Es culpa de la cortedad de miras, de la mala educaci¨®n, de una clara falta de pol¨ªtica cultural¡±.