Muere el cr¨ªtico literario alem¨¢n Marcel Reich-Ranicki
El director de las p¨¢ginas literarias del 'Frankfurter Allgemeine', conocido como el "Papa de la literatura alemana", fallece a los 93 a?os
Una de sus ¨²ltimas apariciones estelares ante millones de alemanes fue su rechazo del Premio de la Televisi¨®n. Tras una interminable ronda de aplausos de lo m¨¢s granado del medio en Alemania, Marcel Reich-Ranicki asumi¨® su papel de cr¨ªtico furibundo para lamentar verse ¡°en la situaci¨®n fatal¡± de haber ¡°pasado muchas horas¡± sufriendo la larga ceremonia de entrega de un premio que rechaz¨®. Si hubiera sido en met¨¢lico, dijo, ¡°devolver¨ªa el dinero¡±, pero solo pod¨ªa ¡°arrojar a los pies de alguien este objeto¡± que le quer¨ªan dar. Se refer¨ªa a la estatuilla, que rechaz¨®. El v¨ªdeo de 2008 sigue siendo un ¨¦xito en YouTube. Esas peroratas mordaces eran su especialidad, perfeccionada al frente del programa El cuarteto literario que present¨® con gran ¨¦xito en la televisi¨®n p¨²blica ZDF.
El editor del Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) Frank Schirrmacher lament¨® el mi¨¦rcoles la muerte de ¡°un hombre muy grande¡± que pas¨® su vida ¡°en permanente rebeli¨®n contra el aburrimiento y la mediocridad¡±. Reich-Ranicki labr¨® su reputaci¨®n de cr¨ªtico literario en las p¨¢ginas culturales del semanario Die Zeit, para el que escribi¨® entre 1960 y 1973. De all¨ª salt¨® al gran diario de Fr¨¢ncfort, cuyas p¨¢ginas literarias dirigi¨® hasta 1988. Entonces comenz¨® una carrera televisiva que le valdr¨ªa el apodo medi¨¢tico de Papa de la literatura. Pese a su airado rechazo al premio de la Televisi¨®n, el programa que dirigi¨® hasta 2001 lo convirti¨® en una aut¨¦ntica estrella popular.
Naci¨® como Marceli Reich en una familia jud¨ªa de Wloclawek, Polonia, en 1920. Su padre, David, era empresario. Su madre, Helene, era alemana y culta y se preocup¨® de inculcar en el joven lel inter¨¦s por la lengua y la cultura de su pa¨ªs natal. Fue el ¨²nico de tres hermanos al que matricularon en el Colegi¨® Alem¨¢n de la ciudad. En 1929 la bancarrota del padre los llev¨® a Berl¨ªn. Pudo hacer su selectividad pese a las leyes racistas promulgadas por los nazis a partir de 1933, pero la universidad no lo acept¨® por su ascendencia jud¨ªa. En 1938 lo deportaron de vuelta a Polonia, donde cay¨® en las garras de los invasores alemanes en 1940. Estuvo encerrado en el gueto de Varsovia hasta 1942. Su biling¨¹ismo le permiti¨® trabajar como int¨¦rprete para las autoridades del gueto. Era una manera de sobrevivir con menos penalidades que la mayor¨ªa de los jud¨ªos encerrados en el infame barrio de la capital de la Polonia ocupada.
Ten¨ªa 19 a?os cuando conoci¨® Teofila Langnas, tambi¨¦n jud¨ªa y de su misma edad. Su padre, hombre de negocios de Lodz, acababa de ahorcarse a causa de las humillaciones de los carceleros nazis. Helene Reich mand¨® a su hijo a casa de los Langnas para que los ayudara. Marceli y Teofila estuvieron juntos hasta la muerte de ella, hace dos a?os. Muchos de sus familiares cercanos murieron asesinados en el Holocausto.
En 1944, Reich logr¨® entrar al servicio del Ej¨¦rcito de liberaci¨®n polaco. Entonces se puso el Ranicki como segundo apellido, porque a sus superiores les parec¨ªa que Reich sonaba demasiado alem¨¢n. Trabaj¨® en los servicios secretos de Polonia hasta que fue depurado en 1949. Lo expulsaron, adem¨¢s, del Partido Comunista. Paso varias semanas encarcelado por razones pol¨ªticas.
En 1958 aprovech¨® un viaje de estudios a la Rep¨²blica Federal de Alemania para no regresar al bloque oriental. Particip¨® all¨ª en algunas actividades del llamado Grupo 47, lo mismo que gran parte de los principales escritores alemanes de la ¨¦poca. En 1959 se mud¨® a Hamburgo para trabajar en Die Zeit. Empezaba su fulminante ascenso a las cumbre de de la cr¨ªtica literaria alemana.
Su estilo era f¨¢cil de entender para cualquier lector medianamente educado. No fue a la universidad, lo cual le libr¨® de algunos vicios estil¨ªsticos de la cr¨ªtica acad¨¦mica. Tuvo un ¨¦xito notable como escritor de prensa, pero a¨²n no comparable al masivo impacto de su programa de televisi¨®n.
Con frases sint¨¢cticamente perfectas y una lengua afilada como un estilete, Reich-Ranicki era capaz de lanzar a una novela a lo alto de las listas de bestsellers de la Europa de habla alemana. Tambi¨¦n pod¨ªa hundir la reputaci¨®n de un escritor consagrado. La diversi¨®n estaba asegurada con sus gestos despectivos o encomi¨¢sticos, sus interrupciones y sus imprecaciones a alguno los otros tres cr¨ªticos que compon¨ªan su Cuarteto. Su influencia como cr¨ªtico fue inmensa. El p¨²blico culto conten¨ªa el aliento durante sus pol¨¦micas con escritores consagrados y corr¨ªa a comprar sus recomendaciones de autores noveles. Memorables fueron las grescas que mantuvo con el consagrado G¨¹nter Grass desde 1995.
En enero de 2012, el superviviente Reich-Ranicki habl¨® ante un conmovido pleno del Bundestag sobre su experiencia con los criminales nazis en el gueto de Varsovia. Lo hab¨ªa hecho tambi¨¦n en sus memorias, bestseller de 1999.
Marcel Reich-Ranicki, maestro de la cr¨ªtica y del entretenimiento literarios, muri¨® el mi¨¦rcoles en Fr¨¢ncfort con 93 a?os.
Babelia
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