Pablo el pirata

¡°Entre el escritor que disfruta escribiendo novelas de piratas y el lector que disfruta ley¨¦ndolas, a qui¨¦n te pides?¡± ¡ª le pregunt¨¦ a mi hijo Pablo, de siete a?os.

¡°?Pues al pirata, claro!¡± ¡ª contest¨®.

Doy un paso atr¨¢s para observar el debate de la pirater¨ªa digital y siempre me encuentro a los mismos grupos enfrentados en un callej¨®n con demasiadas salidas.

Por un lado, el usuario intenta disfrutar del contenido digital de la manera m¨¢s barata posible. Aunque a veces sea ilegal, no se le puede reprochar nada sin analizar la falta de informaci¨®n y educaci¨®n que sobre estos asuntos se ha dado.

En segundo lugar tenemos a los medios de comunicaci¨®n, que han desinformado al p¨²blico y defenestrado a las entidades de gesti¨®n (que por otro lado han demostrado una gran incapacidad); siendo sus principales deudores, dudo bastante, pues, de su imparcialidad.

Todos los grupos pol¨ªticos han utilizado la pirater¨ªa como herramienta de desgaste al oponente, sin pensar en el da?o irreversible que leyes como la Sinde, hechas de cara a la galer¨ªa pero inoperativas sobre el terreno, han causado en el tejido industrial de la cultura.

Y finalmente, las empresas de telefon¨ªa, que buscan como ¨²nico fin el contenido libre y gratuito. Un ancho campo de fruta libre de derechos que les permita centrar el consumo solo en sus soportes digitales.

Cada uno busca su propio beneficio a corto plazo. En mi opini¨®n, la superrevoluci¨®n tecnol¨®gica que el mundo est¨¢ sufriendo deber¨ªa ser aprovechada para que el modo de comunicaci¨®n m¨¢s bello que el ser humano ha creado, el arte, lo siga siendo. Todo lo que se interpone entre un creador y sus seguidores deber¨ªa molestar lo menos posible, incluyendo las leyes.

Mi deseo es que alg¨²n d¨ªa mi hijo, el pirata, crezca y si quiere pueda dedicarse como yo a componer canciones. Es un oficio tan digno como cualquier otro.

Javier Lim¨®n es compositor y productor.