Vilari?o, melancol¨ªa y muerte en la fotograf¨ªa

La fotograf¨ªa de Manuel Vilari?o (A Coru?a, 1952), Premio Nacional 2007, tiene tales cargas de melancol¨ªa que su contemplaci¨®n resulta inquietante. Los animales muertos, destripados o situados junto a objetos mortales para ellos, perturban tanto como sus paisajes de aguas oscuras o los bodegones que recuerdan a Zurbar¨¢n. La exposici¨®n titulada Seda de caballo que se le dedica en el edificio de Tabacalera, del 13 de septiembre al 24 de noviembre, es una retrospectiva comisariada por Fernando Castro Fl¨®rez en la que se muestra un centenar de sus obras esenciales acoge algunas de sus piezas m¨¢s conocidas, como el pol¨ªptico Paraiso Fragmentado que el artista present¨® en la Bienal de Venecia.

M¨¢s que todos su temas, la exposici¨®n se centra en las fotograf¨ªas m¨¢s definitorias de su est¨¦tica, por lo que la melancol¨ªa y la presencia de la muerte, son los temas esenciales.Una vela que se apaga, un resto de fruta, un p¨¢jaro ahorcado, le sirven para recrear esa sensaci¨®n de final.

Adem¨¢s de las fotograf¨ªas, se exhiben dos instalaciones. Una de ellas consiste en una gran esfera negra realizada con seda de caballo sobre estructura de cedro. La otra, situada en el acceso principal al edificio mezcla una monta?a de pigmentos anaranjados visibles desde la semioscuridad, a la vez que se escuchan los aullidos de una ballena, un sonido que se puede o¨ªr desde el exterior del edificio y que fuerza a m¨¢s de uno a asomarse a ver que es lo que ocurre.