Sobre estrellas y estrellados

En De cine. Aventuras y extrav¨ªos (Galaxia Gutenberg), una recopilaci¨®n p¨®stuma de ensayos acerca de algunos de los directores que ¡°particularmente me maravillan¡±, Eugenio Tr¨ªas (1942-2013) aclara indirectamente por qu¨¦ considera que el cine es el ¨²nico arte verdaderamente total, wagneriano. Tr¨ªas, cuyo V¨¦rtigo y pasi¨®n (Taurus, 1998), un sugerente ensayo en torno a la c¨¦lebre pel¨ªcula de Hitchcock, a¨²n deslumbra como ejemplo cabal de integraci¨®n de cr¨ªtica filos¨®fica y hermen¨¦utica cinematogr¨¢fica, nos ofrece en su ¨²ltimo libro algo mucho m¨¢s valioso que un mero canon personal: el testamento de un apasionado amante del cine provisto de aparejos te¨®ricos que le permiten explicarse y explicarnos qu¨¦ es lo que hace que algunas de nuestras pel¨ªculas favoritas sean tan grandes. Por lo dem¨¢s, desde los pioneros Vachel Lindsay y Hugo M¨¹nsterberg ¡ªque empezaron a reflexionar sobre la esencia del cine cuando todav¨ªa era silente¡ª a pensadores de ahora mismo como Deleuze y Badiou, pasando por cl¨¢sicos como Rudolp Arnheim (El cine como arte, Paid¨®s, 2008), Andr¨¦ Bazin (?Qu¨¦ es el cine?, Rialp, 2012) o el a¨²n activo Edgar Morin (El cine o el hombre imaginario, Paid¨®s, 2001), fil¨®sofos y te¨®ricos de las m¨¢s diversas escuelas y filiaciones no han cesado de pensar acerca del cine y de qui¨¦nes lo hacen. Morin, por ejemplo, supo analizar en Les stars el significado profundo del star system, descifrando lo que las estrellas m¨¢s populares, a la vez ¨ªdolos y mercanc¨ªas, revelaban acerca de los espectadores, de sus anhelos y ansiedades. La cr¨®nica chafardera de la peripecia de esas celebridades contin¨²a proporcionando combustible no s¨®lo al insaciable mercado del ¡°coraz¨®n¡±, sino a un nutrido subg¨¦nero literario del que Hollywood, Babilonia (Tusquets), de Kenneth Anger, publicado en 1965, constituye uno de los cl¨¢sicos. A ¨¦l querr¨ªa parecerse, sin duda, Servicio completo (Anagrama; distribuci¨®n en octubre), de Scotty Bowers (en colaboraci¨®n con Lionel Friedberg), convenientemente subtitulado ¡®La secreta vida sexual de las estrellas de Hollywood¡¯. Pero, a pesar del caluroso pr¨®logo de Rom¨¢n Gubern, Servicio completo acaba resultando tedioso en su prolija relaci¨®n de felaciones, coitos (anales o no), org¨ªas sexuales y promiscuidades de los famosos. El autor, empleado en su juventud en una estrat¨¦gica estaci¨®n de servicio de Hollywood Boulevard, actu¨® como Celestino de estrellas y celebridades, proporcionando parejas (homo o heterosexuales) a gentes como Tyrone Power (aficionado a la coprofagia, como Charles Laughton), Spencer Tracy, Bob Hope, Cole Porter (¡°pod¨ªa mamar treinta pollas, una detr¨¢s de otra¡±), Cary Grant, George Cukor (otro amante de las felaciones), Vivien Leigh, Somerset Maugham, Katharine Hepburn (a la que afirma haber proporcionado 150 mujeres diferentes), Rock Hudson, los duques de Windsor (¡°esencialmente ¨¦l era gay y ella bollera¡±), Montgomery Clift, Anthony Perkins, el exquisito editor Alfred A. Knopf o el director del FBI, J. Edgar Hoover (al que le gustaba disfrazarse de ¡°reinona¡±), entre otros muchos. El propio Scotty ¡ªcuya narraci¨®n intercalada de su iniciaci¨®n sexual en la ¨¦poca de la Gran Depresi¨®n y de su paso por los marines es lo m¨¢s interesante del libro¡ª presume de hab¨¦rselo montado con Walter Pidgeon, Cole Porter, Vincent Price, Edith Piaf, Vivien Leigh o Spencer Tracy, a quien describe como un amante fuera de serie. En fin, chismograf¨ªa sexual por arrobas, lo que termina resultando sopor¨ªfero. Ah, y salvo el recientemente fallecido Gore Vidal, uno de los m¨¢ximos defensores del libro, todos los ¡°retratados¡± ya estaban muertos cuando Bowers lo public¨®, lo que le ha evitado pleitos como los que tuvo que afrontar en su momento Kenneth Anger. Por lo dem¨¢s, advierto a los amantes del morbo hollywoodiense que el libro carece deliberadamente de ¨ªndice onom¨¢stico, por lo que los interesados deber¨¢n le¨¦rselo (al menos en diagonal) si les priva saber de qu¨¦ pie (sexual) cojeaba cada quien. Finalizo el cap¨ªtulo cinematogr¨¢fico recomendando a los amantes de la serie Breaking Bad el reader que sobre ella acaba de publicar Errata Naturae, y en el que colaboran, adem¨¢s de diversos especialistas en comunicaci¨®n y lenguaje f¨ªlmico, fil¨®sofos como Iv¨¢n de los R¨ªos o Greg Littmann y escritores o periodistas como Enrique Vila-Matas o Chuck Klosterman.

Relecturas

Dos reediciones, dos centenarios y otras tantas relecturas breves e intensas, y muy diferentes entre s¨ª. Las muchachas de Sanfrediano (Impedimenta), de Vasco Pratolini (1913-1991), quiz¨¢s el m¨¢s comprometido con la est¨¦tica social-realista de aquel brillant¨ªsimo grupo de narradores italianos de posguerra (Vittorini, Pavese, Calvino, Moravia) que con tanta intensidad fueron le¨ªdos por los escritores espa?oles de la generaci¨®n del ¡°medio siglo¡±, cuenta la venganza que traman cinco muchachas contra el donju¨¢n del pueblo, un tipo con aire de Robert Taylor (un ¨ªdolo tambi¨¦n aqu¨ª para las chicas del primer franquismo) que las ha camelado sucesivamente y enfrentado con sus ardides. El fogonero (N¨®rdica), de Franz Kafka, publicado (en vida de su autor) hace ahora un siglo, termin¨® siendo el primer cap¨ªtulo de la inacabada novela El desaparecido, publicada p¨®stumamente (1927) por Max Brod con el t¨ªtulo de Amerika. En este Bildungsroman de estructura casi picaresca y marcada influencia de Dickens, Kafka relata la peripecia del joven Karl Rossman, enviado a Am¨¦rica por sus padres por haber tenido un hijo con la criada que le hab¨ªa seducido. El relato est¨¢ ilustrado por Max (s¨ª, el mismo) en una gama de colores limitados que a mi entender hace referencia a la bendita pantalla de plata del mejor cine en blanco y negro. Y ya que hablamos de Kafka, ?a qu¨¦ espera Galaxia Gutenberg para publicar el IV volumen (Correspondencia) de las Obras completas del escritor, prometido a finales del siglo pasado?

Fusi

La f¨®rmula ¡°historia m¨ªnima¡±, ideada por El Colegio de M¨¦xico y adoptada por Turner para sus coediciones con dicha editorial, tiene algo que ver en el ¨¦xito de la Historia m¨ªnima de Espa?a, de Juan Pablo Fusi, que ha conseguido vender m¨¢s de 12.000 ejemplares en su primer a?o y se ha convertido en un manejable vadem¨¦cum de referencia para estudiantes e interesados en la historia: s¨ªntesis rigurosa a cargo de especialistas que sean, tambi¨¦n, buenos comunicadores, algo no siempre abundante en el mundo acad¨¦mico. Con mimbres parecidos, Galaxia Gutenberg acaba de publicar Breve historia del mundo contempor¨¢neo, en la que Fusi, uno de nuestros m¨¢s prestigiosos historiadores de filiaci¨®n conservadora, traza un completo panorama de la historia global desde la ¡°era de la revoluci¨®n¡± (Hobsbawm) hasta lo que llama ¡°revoluci¨®n de 1989¡± (el derrumbe del comunismo) y el triunfo de la globalizaci¨®n. Una s¨ªntesis, desde luego, basada en la selecci¨®n y en la interpretaci¨®n, dos elementos esenciales para esa ¡°precisi¨®n¡± imprescindible en la indagaci¨®n de lo que el autor denomina ¡°la esencia misma de los hechos hist¨®ricos¡±. Si quieren repasar las ra¨ªces del mundo en que vivimos, aqu¨ª tienen una sugerente y rigurosa propuesta.