¡°No hay alternativa a la calidad. En la m¨²sica no existe el caf¨¦ instant¨¢neo¡±
Semyon Bychkov inaugura la temporada de la Orquesta Nacional de Espa?a con el 'Requiem de Guerra' del compositor Benjamin Britten
Semyon Bychkov (San Petersburgo, 1952) sufri¨® hace alg¨²n tiempo una revelaci¨®n de madurez: la mayor¨ªa de gente con la que trabajaba era ya m¨¢s joven que ¨¦l. A punto hoy de cumplir 61 a?os, el director de origen ruso, viv¨ªa hasta entonces con la impresi¨®n de ser el benjam¨ªn entre sus colegas. Como cuando Karajan sugiri¨® su nombre siendo un treinta?ero para sucederle en la Filarm¨®nica de Berl¨ªn; la orquesta que le cost¨® un arresto por colarse en uno de sus conciertos en San Petersburgo cuando era adolescente. Pero con esta madurez, ha alcanzado tambi¨¦n una nueva libertad art¨ªstica que intenta transmitir met¨®dicamente en cada ensayo a las orquestas. Con esa idea y un m¨¦todo de trabajo laborioso, dirigir¨¢ este fin de semana en Madrid el R¨¦quiem de Guerra de Benjamin Britten con la Orquesta Nacional de Espa?a en el arranque de su temporada en el Auditorio Nacional.
Lleg¨® el lunes. Habr¨¢ dirigido cinco d¨ªas de ensayos. Adem¨¢s, como hizo con su excelente Elektra en el Real en 2011, un asistente se desplaz¨® la semana anterior para preparar esta pieza, una de las cumbres del compositor ingl¨¦s en su centenario. As¨ª trabaja siempre. ¡°No hay secretos: es un proceso que necesita tiempo. Si la m¨²sica y las formas de arte que interpretamos siguen siendo relevantes, que lo son, los int¨¦rpretes deben tener tiempo para pensar en ellas, desarrollarlas y compartirlas con el p¨²blico. Si no, ?qui¨¦n querr¨ªa ir a un concierto? ?Compuso esta pieza Britten en dos d¨ªas? No. ?Entonces por qu¨¦ deber¨ªamos ser capaces de prepararla en ese tiempo?¡±, explica al tiempo que alaba la "gran evoluci¨®n de la ONE" desde la ¨²ltima vez que vino. "Hay talento y percibo una gran evoluci¨®n en esta orquesta desde la ¨²ltima vez que estuve con ellos, quiz¨¢ diez a?os atr¨¢s. Y hay una esp¨ªritu muy distinto. Son j¨®venes, y veo muchas din¨¢micas positivas: lo veo en la concentraci¨®n, en la calidad de la preparaci¨®n. Este Requiem se ha hecho aqu¨ª unas tres veces en los ¨²ltimos siete a?os, lo que hace que sea familiar para ellos. La entienden".
?Compuso esta pieza Britten en dos d¨ªas? No. ?Entonces por qu¨¦ deber¨ªamos ser capaces de prepararla en ese tiempo?
El p¨²blico y las orquestas tienen a Bychkov entre sus directores favoritos. No hay ninguna pose en ello. Tampoco destellos de estrella. Su ¨¦xito solo tiene que ver con esa b¨²squeda de la excelencia a trav¨¦s del trabajo meticuloso y una comunicaci¨®n clara. ¡°No hay alternativa a la calidad. No existe el caf¨¦ instant¨¢neo en la m¨²sica. El trabajo duro no es un castigo, es un privilegio. Pero debe ser a trav¨¦s de un proceso feliz. Y para eso hay que descubrir primero sobre lo que habla la m¨²sica y luego c¨®mo expresarlo. Encontrar una forma de que sea convincente hoy en d¨ªa¡±.
As¨ª logra explicar este R¨¦quiem en clave actual, relacionarlo con la absurda imposici¨®n de muerte a la que se condena a la poblaci¨®n en cada guerra. Y tambi¨¦n de la esperanza abierta en el caso sirio al ver c¨®mo el clamor popular en varios pa¨ªses ha impedido mandar tropas a una nueva macabra celebraci¨®n de la violencia. ¡°Nadie normal quer¨ªa la Primera Guerra Mundial, pero pas¨®. Lo mismo con la Segunda. Hay muchas guerras locales en las que ha sucedido lo mismo. Muchos de los que mueren no tienen opci¨®n, se les impone. Y el War Requiem trata sobre eso. Cada vez que hago esta obra me pregunto si hay una esperanza en ello. Si el pasado es la respuesta, no la hay. Si se puede intervenir en el presente, tenemos una oportunidad. Y hay una creciente madurez en la gente acerca de este tema. Ya no es tan f¨¢cil mandar a tus chicos y tus bombas a que les maten. Este es un momento muy importante. C¨®mo es posible que el parlamento brit¨¢nico desaf¨ªe a su gobierno? Por que la gente no lo quiere. En EEUU y en Francia igual. Eso me hace pensar que quiz¨¢ hay un proceso de madurez en nuestra sociedad".
En tres a?os volver¨¦ para dirigir otra obra en el Real. Amo este teatro y este pa¨ªs"
Bychkov lleg¨® a Viena en 1974, en plena Guerra Fr¨ªa, con 100 d¨®lares en el bolsillo huyendo de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Durante 12 a?os pens¨® que no volver¨ªa a ver a su padre, a quien se prohibi¨® salir del estado. Pens¨® que ser¨ªa para siempre. Algo que abri¨® un gran resentimiento hacia el pa¨ªs que le vio nacer. La llegada de Gorbachov abri¨® la posibilidad de reencontrarse con su padre, pero las heridas eran ya muy profundas. Hoy cicatrizan. ¡°Pero no est¨¢n olvidadas. Lo que pasa en la vida de un pa¨ªs tiene una influencia. Me fui de la Uni¨®n Sovi¨¦tica porque no aceptaba el sistema. Gorbachov cambi¨® las cosas, hubo revoluciones en los pa¨ªses del este de gente buscando ser libre. Hoy vemos grandes fuerzas tratando de llevarnos donde est¨¢bamos. Y no queremos estar en esa jaula otra vez¡±. El compromiso social del artista existe. "Se trata de c¨®mo vives tu vida. Acorde con unos valores. No tengo la ilusi¨®n de cambiar el mundo, pero pienso que puedo influir en la vida de los que est¨¢n en contacto conmigo. Y eso es lo que intento hacer.
El tema invita a abordar el incidente vivido en el Met de Nueva York esta semana. Activistas rusos increparon a Valery Gergiev y a Ana Netrebko en el arranque de la temporada en protesta por la ley antigay de Putin. No le gustaron las formas, el perjuicio al p¨²blico, a los artistas. Sobre el fondo, se pronuncia a su manera. ¡°Es gracioso que despu¨¦s de todo este tiempo el ministro de Cultura ruso diga que Chaikovski no era gay. Es muy iluminador. La manera en la que se explic¨® es que simplemente no encontr¨® a la mujer adecuada en su vida [SE R?E]. Algunos tienen opiniones de la Edad Media. Pero lo que no es aceptable es perseguir a alguien por tener una opini¨®n distinta. Chaikovski es el compositor m¨¢s querido por los rusos: es Dios. No se puede criticar a Dios por lo que era. Ser¨ªa contradictorio. Era Dios¡±.
Bychkov es uno de los artistas que Gerard Mortier dijo que podr¨ªan rechazar volver al Real por la manera en que se hab¨ªa producido su relevo. ?l lo desmiente. ¡°En tres a?os volver¨¦ para dirigir otra obra en el Real. Amo este teatro y este pa¨ªs. Fui extremadamente feliz durante el tiempo que preparamos Elektra", explica. Sin embargo, se extiende algo m¨¢s en la explicaci¨®n.? "Hay dos lados de c¨®mo lo veo. Tengo una gran simpat¨ªa y compasi¨®n por el problema de salud de Gerard Mortier. Cualquiera en su situaci¨®n lo merece. El otro lado, es que el Teatro Real estar¨¢ aqu¨ª para siempre. Los individuos van y vienen. La instituci¨®n est¨¢ aqu¨ª para quedarse y no pertenece a ninguna persona. Pertenece a la naci¨®n, a la gente, a usted, al Rey y a la gente que limpia las calles. Los que se encargan de ellos, precisamente, han recibido el mandato de ocuparse de ella. Todo lo que puedo decir es que les deseo un gran ¨¦xito porque es muy importante para la vida de la ¨®pera. Todo el mundo que? conoce bien a Matabosch [sustituto de Mortier y actual director art¨ªstico de Liceo de Barcelona] estupendamente de ¨¦l. As¨ª que solo puedo felicitar al teatro por haber encontrado a alguien capaz de continuar su trabajo. No puedo decir m¨¢s, porque no estoy aqu¨ª para emitir juicios".
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