Un despegue sin turbulencias
La Orquesta Nacional de Espa?a comenz¨® ayer su serie anual de conciertos con la emblem¨¢tica 'R¨¦quiem de guerra' de Benjamin Britten
Utilizando, a modo de met¨¢fora, la expresi¨®n viajes lejanos, como s¨ªmbolo y deseo de acercamiento en la actual temporada a diferentes periodos hist¨®ricos y estilos musicales de interpretaci¨®n, la Orquesta Nacional de Espa?a comenz¨® ayer su serie anual de conciertos con una obra emblem¨¢tica de Benjamin Britten, el R¨¦quiem de guerra,estrenado en 1962, como homenaje a la reconsagraci¨®n de la catedral de Coventry, destruida durante los bombardeos en la II Guerra Mundial. Es, evidentemente, una llamada a la paz. Tambi¨¦n es, en esta ocasi¨®n, un homenaje de reconocimiento a Britten, en v¨ªsperas del centenario de su nacimiento en noviembre. No en vano Britten revolucion¨® la m¨²sica inglesa recogiendo en el siglo XX el testigo referencial que hab¨ªa dejado Purcell en el ya lejano XVII.
¡°Tome asiento. Empieza el viaje¡±, avisan en los folletos de la ONE. Bychkov est¨¢ al frente de la orquesta, y eso es una garant¨ªa. El director de San Petersburgo es un piloto que sabe alcanzar la velocidad de crucero adecuada de cada agrupaci¨®n con la que trabaja. El primero de los viajes anunciados se presentaba placentero. Y en efecto transcurri¨® sin turbulencias. No era nada f¨¢cil, pues a los conjuntos de la casa se a?ad¨ªan el coro de RTVE y la Escolan¨ªa de Segovia de la Fundaci¨®n Juan de Borb¨®n. El gran m¨¦rito del conductor fue el ensamblaje coherente de todas las fuerzas musicales puestas en juego. Todo son¨® compacto, equilibrado. Quiz¨¢s sin una brillantez y una emotividad de las que conmueven, pero eso seguramente se tendr¨¢ en algunos de los otros viajes de la temporada. El tr¨ªo vocal, los diferentes coros y la orquesta se integraron con seriedad en una propuesta unitaria. La lectura fue compacta, seguramente porque Bychkov opt¨® por encima de todo por una visi¨®n global. Con todo ello Britten son¨® a Britten, con su color orquestal en cierto modo oper¨ªstico, con la importancia coral a la que nos tiene acostumbrados, con su personal lirismo alternando los textos tradicionales en lat¨ªn con los poemas de Wilfred Owen que reflejan su experiencia desde las trincheras. Las individualidades dejaron el protagonismo al bloque colectivo y el R¨¦quiem lleg¨® al p¨²blico con un dramatismo contenido y con una belleza m¨¢s reflexiva que impactante.
A Bychkov se le recuerdan en Espa?a lecturas arrebatadoras de obras de Wagner o Strauss. La prudencia y el sentido del orden manifestado en Britten ha sido todo un acierto, contando con los mimbres que contaba. Volver¨¢ en abril. Y tambi¨¦n estar¨¢n a lo largo del curso con la ONE directores como Luisi, Eschenbach, Afkham, Mena, Fr¨¹hbeck de Burgos, Pons, Nagano, Antonini, Matheuz, Simone Young o Adams, entre otros. Otras voces, otros ¨¢mbitos. Los cinturones de seguridad est¨¢n listos.
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