En la cama de los maestros del sexo
Canal + estrena una serie sobre William Masters y Virginia Johnson, personajes que revolucionaron en los cincuenta los est¨¢ndares de las relaciones de pareja

Que el sexo vende es un hecho. Y en televisi¨®n, m¨¢s. Pero bajo las s¨¢banas de uno de los t¨ªtulos m¨¢s atractivos de la nueva temporada televisiva, Masters of sex ¡ªserie que estrena ma?ana Canal + 2 (23.00) en versi¨®n original subtitulada¡ª se esconde una historia mucho m¨¢s cercana y real, centrada en la vida de los pioneros de la revoluci¨®n sexual, los investigadores William Masters y Virginia Johnson.
Por supuesto hay sexo, mucho sexo, bastante expl¨ªcito aunque no siempre de la manera m¨¢s sensual. ¡°Est¨¢ claro que el gancho es el sexo¡±, confiesa su protagonista, el brit¨¢nico Michael Sheen. ¡°Pero lo que realmente te engancha es algo m¨¢s cercano que lo que traen a la mente esas cuatro letras. Porque el sexo es algo universal, algo en lo que todos pensamos. Pero en Masters of sex tambi¨¦n hablamos de intimidad. O de la falta de¡±, explica el actor. Sheen encarna al doctor Masters y junto a ¨¦l est¨¢ Lizzy Caplan en el papel de Virginia Johnson, coautora del libro que revolucion¨® la era de los cincuenta en materia sexual.
¡®Masters of sex¡¯ intenta romper muchos tab¨²es sobre la sexualidad
Una serie que, como el libro, intenta romper muchos tab¨²es. Porque todos los actores aceptaron en su contrato una cl¨¢usula que les recordaba la necesidad de interpretar escenas de sexo y aparecer desnudos en pantalla. ¡°Si hubiera tenido dudas sobre desnudarme en c¨¢mara no habr¨ªa aceptado un papel as¨ª¡±, recuerda la actriz de 31 a?os m¨¢s conocida por papeles c¨®micos como Despedida de soltera. Rodada ya m¨¢s de la mitad de una temporada de 12 episodios, lo peor no es el sexo o la desnudez. ¡°Llega un momento en el que te sientes invencible¡±, confiesa a la vez que comparte su truco para sentirse invulnerable. ¡°Incluso si estoy desnuda, tengo una armadura. Mi personaje. No soy yo. Es ella¡±. Lo malo, a?ade, es la falta de intimidad, de ternura entre los personajes. ¡°Porque en estas escenas pretendemos amar, hacer el amor, y si eliminas el amor, los besos, si lo dejas en sexo puro es mucho m¨¢s duro de rodar¡±, explica.
Lo mismo le ocurri¨® a Sheen. El int¨¦rprete tuvo muchas dudas sobre el papel por la falta de empat¨ªa que exuda este m¨¦dico anal¨ªtico, obsesionado con la mec¨¢nica sexual pero que busca un orgasmo que le traiga el Nobel que nunca obtuvo, alguien carente de emociones. ¡°A m¨ª me lleg¨® el papel porque Paul Bettany no lo quiso, admite. Y me pareci¨® una gran oportunidad¡±.
Hubo m¨¢s dudas sobre esta producci¨®n, comparada ya con Mad men por el tono de su trama adem¨¢s de la ¨¦poca a la que remite al espectador. Acostumbrado a dar vida a reconocidos papeles biogr¨¢ficos como hizo con Tony Blair en La reina o el periodista David Frost en Frost/Nixon, Sheen no tiene ning¨²n parecido f¨ªsico con el investigador calvo y austero que era este ginec¨®logo. Y pese al atractivo cada vez mayor de series basadas o inspiradas en hechos y personajes hist¨®ricos (desde Mr. Selfridge hasta Da Vinci¡¯s Demons pasando por Los Borgia), en Masters of sex la violencia brilla por su ausencia, al igual que las intrigas palaciegas o las investigaciones de corte policiaco. Y el sexo de hospital es en ocasiones m¨¢s cercano al de los ratones de laboratorio que a una bacanal o al atractivo de un Doctor Macizo en Anatom¨ªa de Grey. ¡°Lo que hace la serie interesante es la lenta evoluci¨®n de sus personajes, de sus secretos¡±, anticipa Sheen, al que convenci¨® el trabajo de los productores Michelle Ashford (The Pacific) y Sarah Timberman (Justified) as¨ª como la presencia de directores como John Madden o Michael Apted.
Michael Sheen acept¨® el papel tras la negativa del actor Paul Bettany
Adem¨¢s, el sexo ser¨¢ incidental y esterilizado pero continuo y sus variedades, ilimitadas. Sexo heterosexual y homosexual (a pesar de que la serie aborda el desd¨¦n de Masters por los gais, a quienes consideraba ¡°curables¡±), sexo oral, anal o tradicional; orgasmos fingidos o sentidos, masturbaci¨®n, sadomasoquismo, sexo amanuense, con preservativos o con vibradores. Todo ello en una era que comenzaba a despertar de su letargo victoriano en lo que al sexo se refiere. Y con la presencia del gran Ulysses, el gran pene trasl¨²cido que dise?¨® Masters para poder obtener la informaci¨®n necesaria sobre el orgasmo femenino.
Como bromea Sheen, la serie tiene todos los ingredientes para sacar una ¡°interesante¡± l¨ªnea de productos derivados. ¡°Como te puedes imaginar el rubor y el humor tambi¨¦n fue constante entre los guionistas, sobre todo por el grado de normalidad que adquirieron palabras como orgasmo, vagina, pene, penetraci¨®n o masturbaci¨®n¡±, recuerda Caplan, alguien que disfruta con esta mezcla de humor y drama que sabe apreciar en series como Breaking bad o Los Sopranos, sus favoritas.
Sheen tambi¨¦n est¨¢ enamorado de Breaking bad o Juego de tronos, contento de participar en esta edad de oro de la televisi¨®n donde se siente inspirado por el trabajo que realizan actores que admira como Eddie Falco o Bryan Cranston. Porque, como recuerda, en la televisi¨®n te puedes tomar tiempo con tus personajes, algo que en cine resulta muy caro y, por ello, imposible. De ah¨ª que pida al p¨²blico que, como ¨¦l, le den un tiempo a la serie sin pensar que replica la realidad hist¨®rica ¡ªel actor decidi¨® no utilizar una calva falsa porque, al contrario que Tony Blair, nadie conoce a Masters por su f¨ªsico¡ª, sino disfrutando de una historia que sigue siendo cercana. ¡°Porque todos seguimos rodeados de los mismos tab¨²es, inseguridades y verg¨¹enzas cuando se trata de sexo¡±, argumenta el actor de una serie que, como dice, le habr¨ªa encantado pillar a sus 18 a?os para superar muchas de sus neurosis.
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