La restauraci¨®n de El Caballito produjo da?os irreversibles en la escultura
El Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia de M¨¦xico denuncia m¨²ltiples irregularidades en la obra que desfigur¨® uno de los monumentos emblem¨¢ticos del DF
Los peores presagios se han cumplido. La estatua ecuestre de Carlos IV ubicada frente al Museo Nacional de Arte, en el centro de la capital mexicana, conocido popularmente como El Caballito, sufri¨® da?os ¡°irreversibles¡± en la restauraci¨®n de la que fue objeto el pasado mes de septiembre, seg¨²n el dictamen que ha hecho p¨²blico este martes el Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH). El informe del organismo que gestiona el patrimonio art¨ªstico del pa¨ªs agrava adem¨¢s los primeros pron¨®sticos sobre el monumento, rebautizado en las redes sociales como el eccehomo mexicano tras su desastrosa reparaci¨®n, por el paralelismo con el c¨¦lebre, aunque mucho menos valioso, cuadro desfigurado en un pueblo de Zaragoza el a?o pasado. Hasta el 50% de la escultura est¨¢ da?ado, y no solo el 35% como se pens¨® en un principio, a causa de los m¨²ltiples escurrimientos y manchas en numerosas ¨¢reas de la escultura.
A la estatua se le aplic¨® una soluci¨®n de ¨¢cido n¨ªtrico que elimin¨® tanto la p¨¢tina que proteg¨ªa la superficie como una parte de metal de la aleaci¨®n del bronce, una pr¨¢ctica ¡°sumamente agresiva¡± que seg¨²n el afect¨® a la integridad del monumento. El resultado visible fue que el rostro del pen¨²ltimo rey espa?ol de M¨¦xico qued¨® como si se hubiera chamuscado al sol. Pero el dictamen denuncia que, antes de la catastr¨®fica intervenci¨®n, se produjeron irregularidades administrativas, tanto por parte del despacho Marina Restauraci¨®n de Monumentos, que emprendi¨® la pol¨¦mica obra, como por parte de las autoridades del centro hist¨®rico que lo contrataron. Seg¨²n el INAH, la intervenci¨®n no estaba autorizada y, a posteriori, se intent¨® obtener permiso de manera extempor¨¢nea y con unos documentos incompletos.
El documento, firmado por restauradores, arquitectos y un qu¨ªmico metal¨²rgico, concluye que el valor cultural del monumento es "incalcuble", pero evaluran el da?o en 1.415.723 pesos mexicanos, m¨¢s de 108.000 d¨®lares, unos 83.000 euros.
Desde el grupo de Facebook El Caballito, creado para denunciar el atropello, donde participan expertos en arte, y que cuenta con m¨¢s de 2.000 miembros, se celebr¨® con matices el informe. Con matices porque seg¨²n muchos de sus integrantes, el dictamen llega tarde y no hace sino constatar lo que se sab¨ªa desde hace semanas. ¡°M¨¢s de lo mismo¡±, escribi¨® uno de sus promotores, el historiador Guillermo Tovar de Teresa, quien tambi¨¦n vaticin¨® en otro de sus comentarios que tanto las autoridades municipales como la empresa restauradora quedar¨¢n impunes.
¡°Es una constataci¨®n de lo que ven¨ªamos diciendo¡±, coment¨® en conversaci¨®n telef¨®nica con este diario la restauradora Lucia Ruanova Abedrop, otra de las impulsoras de la p¨¢gina. Seg¨²n Ruanova, no se aplic¨® el primer punto b¨¢sico de la ¨¦tica de la restauraci¨®n en todo el mundo, ¡°el de la intervenci¨®n m¨ªnima y necesaria¡±, y adem¨¢s se us¨® una sustancia, el ¨¢cido n¨ªtrico, que no se utiliza desde 1950 en el tratamiento de antig¨¹edades. Ruanova arremeti¨® tambi¨¦n contra el sistema de contrataci¨®n de la empresa encargada y contra quienes la eligieron. ¡°Si quieres modificar una bisagra de una casa en La Condesa o La Roma (barrios c¨¦ntricos del DF), no puedes hacerlo sin permiso. Y en este caso, que se trata de una escultura de gran valor hist¨®rico, no hubo licitaci¨®n real, ni se avis¨® al INAH, ni se cumpli¨® ninguna de las mec¨¢nicas administrativas previstas¡±.
El da?o ya est¨¢ hecho. Pero para que sea el menor posible y, ahora s¨ª, se hagan bien las cosas, desde el grupo El Caballito exigen acceder a los dict¨¢menes nuevos que elaboren los organismos oficiales. Y piden que la restauraci¨®n sobre la restauraci¨®n la dirija el maestro Javier Padilla Leiner, con m¨¢s de 40 a?os de experiencia, y que tiene una propuesta para tratar la estructura con una m¨¢quina de microabrasi¨®n especial.
Unas horas despu¨¦s de conocerse el informe del INAH lleg¨® el bolet¨ªn de prensa de la Autoridad del Centro Hist¨®rico. El documento aseguraba que todos los da?os pod¨ªan ser corregidos, seg¨²n sus especialistas, y que la estatua volver¨ªa a estar en ¡°¨®ptimas condiciones¡±. Pero el documento no mencionaba la palabra clave del informe del INAH: ¡°irreversibles¡±. En conversaci¨®n telef¨®nica con este diario, Inti Mu?oz, responsable del Fideicomiso del Centro Hist¨®rico de la Ciudad de M¨¦xico, reconoci¨® que la capa microm¨¦trica original que cubr¨ªa la escultura se hab¨ªa perdido, aunque afirm¨® que el efecto pod¨ªa ser "imperceptible" para el ojo humano si se emprend¨ªa una nueva -y esta vez, adecuada- restauraci¨®n.
El Caballito no es un monumento cualquiera. Esculpida por Manuel Tols¨¢ e inaugurada en 1803 en presencia de Alexander von Humboldt, la figura es uno de los emblemas del centro hist¨®rico del DF. Oculta en los a?os posteriores a la independencia para evitar que el pueblo la destruyera por sus reminiscencias espa?olas, ha sido precisamente la ciudadan¨ªa la que ha evitado dos siglos despu¨¦s que sufriera un desastre mayor. Porque las autoridades solo paralizaron la obra cuando la protesta popular desbord¨® las redes sociales. Ahora, esas voces se conjuran para que algo as¨ª no vuelva a suceder. ¡°Estaremos vigilantes de todas las intervenciones que se hagan, en todo la rep¨²blica, para que nuestro patrimonio se restaure y se proteja como se debe. Es nuestra responsabilidad¡±, concluye Ruanova.
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