Brasil: Un gigante con pies de barro en el cine
El cine brasile?o es una extraordinaria herramienta para llevar m¨¢s all¨¢ de sus fronteras los debates de una sociedad en ebullici¨®n
Tres pel¨ªculas han colocado a Brasil en el mapa cinematografico internacional de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas: Estaci¨®n Central de Brasil (1998), Ciudad de Dios (2002) y Tropa de ?lite (2007). Son tres buenos ejemplos de cine trascendente y bien narrado, de historias construidas para entretener indiferentemente a los p¨²blicos de R¨ªo de Janeiro, Tokio o Budapest. Brasil es un pa¨ªs que atrae, que interesa, que genera empat¨ªas a nivel regional y planetario, y su cine se ha revelado como una extraordinaria herramienta para llevar m¨¢s all¨¢ de sus fronteras la cultura y los debates de la una sociedad en plena ebullici¨®n. Desde la ¨¦poca de Rio 40 graus (Nelson Pereira dos Santos, 1955), Orfeo negro (Marcel Camus, 1959) o el celebrado movimiento del Cinema Novo, abanderado por Glauber Rocha y Cac¨¢ Diegues, parec¨ªa que nada interesante suced¨ªa en la industria cinematogr¨¢fica verdeamarela. Sin embargo, desde 1995 se experimenta una suerte de Pereistroika liderada por nombres como Walter Salles, Fernando Meirelles, Jos¨¦ Padilha, Jo?o Moreira Salles, Carlos Saldanha o Flavia Castro. Todos ellos desarrollan un cine impregnado de brasilidade, aunque tambi¨¦n intensamente contaminado por los discursos narrativos y est¨¦ticos del mainstream internacional.
De este magma creativo se han alimentado los que hoy podr¨ªan considerarse los nuevos valores del septimo arte brasile?o, directores de solvencia contrastada como Karim A?nouz, Kleber Mendo?a Filho o Eryk Rocha. Incluso ya se habla del Novissimo Cinema Brasileiro (seg¨²n algunos, una cuestionable denominaci¨®n acu?ada en la Muestra de Cine de Tiradentes, en Minas Gerais) que agrupa a un peque?o elenco de n¨®veles realizadores como Felipe Bragan?a, Guto Parente, los hermanos Luiz y Ricardo Pretti, Pedro Di¨®genes o Ivo Lopes Araujo. Todos ellos comparten la escasez medios t¨¦cnicos y una inagotable creatividad que ha germinado en cintas aclamadas por la cr¨ªtica nacional como Estrada para Ythaca o?A Alegria.
Un cap¨ªtulo aparte merece el trabajo de Kleber Mendo?a Filho (Recife, 1968), responsable del laureado largometraje O som ao redor, en palabras del propio director, ¡°una cr¨®nica brasile?a, una reflexi¨®n sobre historia, violencia y ruido¡±. La historia de Mendo?a Filho transcurre en una calle de clase media de Recife, donde desembarca un grupo parapolicial decidido a imponer al vecindario un servicio de seguridad convenientemente retribuido. Durante las m¨¢s de dos horas de cinta quedan al desnudo las complejas interacciones entre algunos vecinos, el malestar latente que se expande por las grandes urbes contempor¨¢neas y la ignominia que supone un cuerpo de polic¨ªa regido por las leyes de la mafia.
Trabajos como?O som ao Redor o Estrada para Ythaca, ambas de baj¨ªsimo presupuesto y con elencos despojados de nombres conocidos, tambi¨¦n han certificado un desplazamiento del eje R¨ªo de Janeiro - S?o Paulo (polos financieros donde tradicionalmente se ha concentrado el grueso de la producci¨®n cinematogr¨¢fica nacional) hacia el menos desarrollado noreste brasile?o, en particular hacia los Estados de Pernambuco y Cear¨¢, que hoy aglutinan a varios de los realizadores m¨¢s destacados.
Brasil ha dado en la ¨²ltima d¨¦cada excelentes actores, como el bahiano Wagner Moura (record¨¦mosle en el ¨¦pico papel de capit¨¢n Nascimento en?Tropa de ?lite 1 y 2), que este a?o comparte elenco con Matt Damon, Jodie Foster y su coterr¨¢nea Alice Braga (hija de la diva Sonia Braga) en Elysium, del director sudafricano Neill Blomkamp. Junto a Moura han despuntado en los ¨²ltimos a?os el minero Selton Mello que, despu¨¦s de consolidar una prol¨ªfica trayectoria como int¨¦rprete, ahora emprende con ¨¦xito su carrera de director (O Palha?o, dirigida, protagonizada y escrita por Mello arras¨® en varios cert¨¢menes brasile?os de 2011 y 2012), y Rodrigo Santoro, el int¨¦rprete que mejor ha sabido encauzar una plausible carrera internacional. Leandra Le?o, Julio Andrade, Marcelo Adnet o L¨¢zaro Ramos (que abandera la pujanza negra en el cine y la televisi¨®n) son otros nombres que conviene tener en el radar.
Seg¨²n el cr¨ªtico de cine Rodrigo Fonseca, este a?o todos los focos se han puesto en dos pel¨ªculas protagonizadas por Wagner Moura: Serra Pelada, dirigida por Heitor Dhali, es una historia de amistad malograda en las minas de oro inmortalizadas por Sebasti?o Salgado. El otro t¨ªtulo es Praia do Futuro, firmado por Karim A?nouz.
¡°El cine brasile?o ha demostrado tener musculatura en el mercado internacional, pero tenemos dos elementos que tradicionalmente juegan en nuestra contra: falta apoyo p¨²blico a la industria nacional y tenemos un serio problema de distribuci¨®n. Con 2.200 cines en un pa¨ªs de dimensiones continentales es dif¨ªcil que lleguemos al gran p¨²blico¡±, se lamenta Fonseca.
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