La fantas¨ªa de lo cotidiano de Mathias Malzieu

Mueve su cuerpo constantemente. Las manos, los ojos y las piernas no paran un segundo mientras encadena las palabras para transmitir todo lo que bulle en su mente. Es r¨¢pido en sus explicaciones hasta tal punto que mientras habla parece que sus frases van cobrando vida visual. El can?tante del grupo fran?c¨¦s Dyo?ni?sos, Mat?hias Malzieu (Mont?pe?llier, 1974), escritor y director de la pel¨ªcula Jack y la mec¨¢nica del coraz¨®n, que se estrenar¨¢ el 5 de febrero de 2014, ha presentado en Espa?a su ¨²ltimo libro, El beso m¨¢s peque?o (Mondadori).

La historia que narra es sencilla, chico busca chica. Pero detr¨¢s de esta simpleza ha inventado dos peculiares personajes: un joven enamorado que busca chica con nombre de flor que cuando la besan desaparece y para ello recurre desesperado a un detective privado especializado en cazar mujeres dif¨ªciles. En su libro mezcla prosa y poes¨ªa al tiempo que invita al lector a visualizar el mundo en el que se desarrollan sus personajes. ¡°Me gusta la idea de trasladar los diferentes registros que manejo a la literatura. Es mi mundo de fantas¨ªa lo que se entremezcla en lo que escribo. Cuento una historia que es lo que verdaderamente me gusta y la meto en el universo en el que habito¡±.

Su Iphone lo utiliza para todo, componer, grabar im¨¢genes e incluso montarlas. Hasta tal punto que ha sido capaz de realizar un corto con los objetos de los que se habla en el libro y ofrec¨¦rselo al lector. En la edici¨®n francesa junto al libro se adjunta un c¨®digo que posibilita el visionado del corto. ?Dar un plus al lector de papel es una manera de acabar con el todo gratis? ¡°La cultura no puede ser gratis como no lo es la cosecha de un agricultor. En las distintas charlas que he dado en liceos de Francia sobre el tema de las descargas de Internet trato de que el joven se d¨¦ cuenta de que bajarse m¨²sica, cine o libros sin pagar por ello es un robo. Al igual que quitarle los melocotones al campesino que durante todo el a?o ha estado cuidando los ¨¢rboles. Es un tema de educaci¨®n pero quiz¨¢s tambi¨¦n aplicar el sistema de ventas de videojuegos a otras actividades. Si los j¨®venes son capaces de comprar el ¨²ltimo videojuego que sale al mercado porque ofrece una serie de extras a los que no se puede acceder tenemos que inventar algo que le incite a comprar un libro en el formato que sea, pero que pague por ello¡±.

La cultura no puede ser gratis como no lo es la cosecha de un agricultor. En las distintas charlas que he dado en liceos de Francia sobre el tema de las descargas de Internet trato de que el joven se d¨¦ cuenta de que bajarse m¨²sica, cine o libros sin pagar por ello es un robo

Malzieu est¨¢ finalizando el montaje de su pel¨ªcula de animaci¨®n en tres dimensiones en la que han trabajado 120 personas y ha contado con un presupuesto de 20 millones de euros. ¡°He tenido la suerte de contar con la producci¨®n de Luc Besson. Mi narraci¨®n viene de un sue?o que ha influido de manera muy importante en la his?to?ria. Forma parte de un tra?bajo de b¨²s?queda per?so?nal, de inves?ti?ga?ci¨®n, ha sido exci?tante. Lo entiendo como una verdadera aven?tura, como cuando uno hace explo?ra?cio?nes y por muy dif¨ªcil que sea al final termina encontrando lo que so?aba. Eso es lo que he vivido¡±.

El autor de ¡°El beso m¨¢s peque?o habla de su proceso creativo ¡°cuando yo escribo un libro, no pienso en lite?ra?tura, pienso en el ambiente musi?cal de los per?so?na?jes. Y por ello el corto que ofrece a los lectores va acompa?ado de m¨²sica compuesta por ¨¦l. Y tambi¨¦n lo ha hecho para la pel¨ªcula Jack y la mec¨¢?nica del cora?z¨®n. He compuesto la banda ori?gi?nal del libro como si fuera una pel¨ª?cula¡±, asegura.

El polifac¨¦tico Malzieu dedic¨® los poemas a una amiga para quien public¨® un libro con todos ellos. ¡°Era algo que me apetec¨ªa hacer y fue una verdadera sorpresa para quien los recibi¨®. Aunque hay mucho de fantas¨ªa en lo que escribo tambi¨¦n soy un gran observador de la realidad. Me gusta el Par¨ªs de la calle, el mundo real que te obliga a no estar en una burbuja de cristal¡±.