Los soldados de la est¨¦tica circense
El documental ¡®A ras del cielo¡¯ da voz a las caras de un arte que se reinventa, para el que se educa, y que se aleja m¨¢s y m¨¢s de la tradici¨®n familiar
Fadi (Palestina) sufre un accidente y le advierten de que con 35 a?os quiz¨¢ ya no sea capaz de moverse. Pero se forma como acr¨®bata. Antonio (Espa?a) se solt¨® de las manos de Max (Francia) en uno de los ejercicios y pens¨® tres cosas en la ca¨ªda: o muero, o no siento m¨¢s mis piernas o no pasa nada. Pero sigue en el circo. Erika (Canad¨¢) se sumerge en la ba?era, mientras su voz nos recuerda que hay una sola vida y debemos vivirla con sentido, ?cu¨¢l es el suyo?. Saar (Pa¨ªses Bajos) descubri¨® en un viaje a Nueva Zelanda que las cuerdas eran su pasi¨®n y a partir de ellas surgieron sus creaciones, esculturas a¨¦reas que se montan y se desmontan. Las historias de ellos, del grupo La Meute (jaur¨ªa) compuesto por cinco franceses y un catal¨¢n, de Jonathan (Inglaterra), Damian (Australia) y del d¨²o Philippe-Marie-Lee (Canad¨¢) se relatan en A ras del cielo, dirigido por el mexicano Horacio Alcal¨¢. Lo que les une a todos es el circo. Este documental que se mostrar¨¢ los d¨ªas 5, 6, 13, 19, 20 y 27 de diciembre en la Cineteca de Matadero de Madrid se centra en las historias personales de los artistas, en un viaje visualmente impactante que nos lleva a 11 pa¨ªses con voces en espa?ol, franc¨¦s, ingl¨¦s, italiano y catal¨¢n. La motivaci¨®n, la pasi¨®n, el dolor, el cansancio, el cuerpo que parece vencer a la gravedad en ocasiones para rendirse en otras¡ Este no es un relato m¨¢s de los pasos del montaje de un espect¨¢culo circense. Las gotas de agua con las que se abre el filme ¡ªcomo se?al como sucede en ese mundo de que t¨¦cnicos y artistas deben estar atentos para el comienzo¡ª dan paso a personajes que miran directamente a la c¨¢mara y cuentan ?por qu¨¦? ?Por qu¨¦ el circo? ?Por qu¨¦ ese impulso de ir empujando huesos y m¨²sculos para superar l¨ªmites?
Fue en un vuelo Madrid-D¨¹sselfdorf. Alcal¨¢ (Guadalajara 1978) conversaba con Patrick Flynn, gur¨² del circo, durante la gira alemana del espect¨¢culo Varekai de Cirque du Soleil. El mexicano se uni¨® a su proyecto como productor asistente para poder financiar su deseo de hacer cine, que le invade desde los ocho a?os. Con la ayuda de alg¨²n que otro gin tonic, hablaron los dos de c¨®mo ¡°entre maquillaje, luces y vestuario¡± se estaba perdiendo la parte humana, la cara de los artistas circenses. ¡°Cogimos las preguntas que se pudiese hacer el p¨²blico. ?De d¨®nde vienen? ?C¨®mo viven? ?Son reales?¡±, explica Alcal¨¢.
Si la Federaci¨®n Europea de Escuelas de Circo (FEDEC) sonri¨® al proyecto de un documental ¡°y abrieron las puertas de sus escuelas¡±, la parte de financiaci¨®n dio bastantes dolores de cabeza. ¡°Los rostros de los inversores al escuchar la palabra ¡®circo¡¯ eran de rechazo. Pod¨ªa ver en sus miradas c¨®mo pasaban por su mente el elefante, la mujer barbuda y la caravana entera¡¡±, narra el realizador. Hasta hace apenas dos d¨¦cadas el circo era un asunto de familia. En la actualidad, solo un 5% de los artistas circenses lo son por herencia, y la tradici¨®n se forja de una forma distinta, con el estudio en universidades como en Suecia o Reino Unido, o en escuelas como la de Tur¨ªn, que aparece en A ras del cielo. Uno de sus profesores resume: "Los principales enemigos son el dolor, el miedo y la fatiga¡± de un arte que se ha aliado con la danza, el teatro y tambi¨¦n la ¨®pera desde sus manifestaciones en el nouveau cirque (nuevo circo). El acr¨®bata Antonio a su vez agrega: "Este es un arte serio, el de volar".
Con el lirismo como uno de los motores, y en charlas que se fueron hilvanando entre copas y en camas, rebasando las prohibiciones durante el rodaje en Palestina, hasta tres horas cada una en un proceso que se ha extendido durante cinco a?os. Alcal¨¢ asegura que el gui¨®n se ha construido ¡°sin t¨¦cnicos de sonido o preguntas¡±. Era contarse la vida, mutuamente. ¡°Durante dos a?os recorr¨ª escuelas y compa?¨ªas de circo, no ha sido f¨¢cil convencer a los acr¨®batas, pues para ellos el concepto 'documental' significaba una peque?a c¨¢mara casera meti¨¦ndose en su vida e interrumpiendo su proceso creativo¡±. El realizador habla de un mundo ¡°cerrado y celoso¡± ante el desconocimiento que de ¨¦l existe. Y el productor Carlos Batres destaca ¡°la generosidad y el compa?erismo. En pocos minutos pueden trabajar juntos¡¡±. El mundo es el escenario para estos artistas. Una farola en Tur¨ªn, un parque en Montreal, una pared en Lisboa, unas ruinas en la parte antigua de Jerusal¨¦n, un simple aro con el blanco de fondo en Madrid, un techo del centro de creaci¨®n del circo en Auch (Francia). El cuerpo y la f¨ªsica se al¨ªan y el cuerpo es el paisaje.
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