Revolucionario del arte moderno
El brit¨¢nico guard¨® un estrecha relaci¨®n con el IVAM debido a la proyecci¨®n que su obra ha tenido en el museo
El c¨¦lebre artista brit¨¢nico Anthony Caro (1924-2013) fue calificado por el influyente cr¨ªtico de arte Clement Greenberg como la encarnaci¨®n mesi¨¢nica y el prototipo del genuino escultor moderno. Sin duda, estas palabras no resultan excesivas si advertimos que sus modelos fueron una desviaci¨®n substancial de la forma escult¨®rica que se hab¨ªa visto hasta su llegada a la escena art¨ªstica internacional, abriendo transversalmente el camino futuro del arte en tres dimensiones.
En la ¨²ltima d¨¦cada Sir Anthony Caro (fue nombrado en el a?o 2000 Caballero del Imperio Brit¨¢nico por sus m¨¦ritos art¨ªsticos) ha guardado un estrecha relaci¨®n con el IVAM debido a la proyecci¨®n que su obra ha tenido en el museo. En el a?o 2005, y con motivo de su primera exposici¨®n que tuve la suerte de comisariar, me recibi¨® en su estudio londinense tomando t¨¦ siguiendo con delicadeza el ritual anglosaj¨®n. Tras una larga conversaci¨®n en la que intercambiamos y compartimos opiniones sobre su pr¨®xima antol¨®gica en el IVAM, mir¨¢ndome a los ojos me entreg¨® una carpeta colmada de im¨¢genes de sus obras y me pidi¨® que yo misma seleccionase las fotografias que, seg¨²n mi criterio, mejor funcionar¨ªan en el cat¨¢logo que editar¨ªamos con motivo de exposici¨®n.
De esta manera tan agradecida y elegante acept¨® venir a Valencia para inaugurar un recorrido expositivo que representaba a un arquetipo de artista heredero de toda la fuerza creativa de los constructivistas rusos, de Henry Moore (de quien fuera asistente entre 1951-1953), de Giacometti, de Picasso, de Julio Gonz¨¢lez y sobre todo de David Smith a quien conoci¨® durante un viaje a Estados Unidos en 1959 e influy¨® de manera decisiva en su obra. En ese momento tuvimos la oportunidad de disfrutar de un n¨²mero destacado de esculturas antol¨®gicas forjadas en materiales industriales como vigas, tubos de aluminio o planchas de acero, realizadas con la t¨¦cnica del ¡°assemblage¡±.
En el a?o 2006 tuve el privilegio de entregarle el V Premio Internacional Julio Gonz¨¢lez y programar de nuevo una exposici¨®n bajo el t¨ªtulo The Barbarians donde se mostraron una serie de esculturas figurativas de casi dos metros de altura, realizadas en terracota y madera con accesorios en acero y cuero, creadas entre 1999 y 2002. Una vez m¨¢s pude reconocer en Anthony Caro a un hombre que guardaba las esencias de la exquisita educaci¨®n tradicional brit¨¢nica que, al mismo tiempo, se mostraba cercano y afable en el trato personal. Este entra?able comportamiento lo apreci¨¦ en la relaci¨®n que guardaba con su familia, quien siempre le acompa?¨® y arrop¨® en estas inauguraciones en el IVAM. De esta manera, pude simpatizar con su mujer, la pintora Sheila Girling (a quien el IVAM le dedic¨® una exposici¨®n en el a?o 2006), con su hijo Paul y su esposa y tambi¨¦n con sus dos nietos.
El nombre de Anthony Caro, a nivel art¨ªstico, quedar¨¢ anclado a la Historia de Arte fundamentalmente porque en los a?os sesenta, mentor de la New Generation, protagoniz¨® dos avances revolucionarios que a¨²n tienen peso entre las j¨®venes generaciones de artistas: la eliminaci¨®n del pedestal para reposar la escultura directamente sobre el suelo y la introducci¨®n de colores vivos en obras de acero policromado que crean una ilusi¨®n de estar suspendidas en el espacio.
Por ¨²ltimo, en un plano m¨¢s humano y de manera personalizada, me gustar¨ªa recordar a Anthony Caro a partir de una reflexi¨®n que a mi modo de ver explica su grandeza como artista y como ser humano: ¡°Hay que entregarse al arte, tiene que convertirse en tu vida y eso significa 24 horas al d¨ªa. Hay que comer arte, dormir con el arte y so?ar con el arte. El arte es un duro maestro, muy exigente, pero tambi¨¦n es algo maravilloso y gratificante.¡±
En un d¨ªa en el que lloramos su p¨¦rdida, expreso mis condolencias a su apreciada familia, a las personas de su staff y me aferro a este mensaje vitalista y comprometido ya que incorpora una dosis de esperanza a nuestras vidas como dispusiera Lord Byron en el primer verso de su poema Estrofas para ponerle m¨²sica cuando se?al¨®: Dicen que la esperanza es felicidad. Espero que en esta nueva vida sea feliz.
Consuelo C¨ªscar Casaban es directora del IVAM
Babelia
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