En busca del espectador perdido
El espectacular ¨¦xito de la reciente Fiesta del Cine, con m¨¢s de un mill¨®n y medio de entradas vendidas a 2,90 euros, ha reabierto el debate sobre el precio del billete, considerado excesivo por parte del p¨²blico. EL PA?S ha reunido a los implicados (exhibici¨®n, distribuci¨®n, producci¨®n, p¨²blico, Academia de Cine y ministerio) en busca de soluciones.
Colas multitudinarias en las puertas de las salas, gente joven viendo pel¨ªculas en pantalla grande, p¨²blico yendo al cine entre semana como hac¨ªa a?os que no ocurr¨ªa. La V Fiesta del Cine ha provocado un terremoto en la industria: 1.573.412 entradas vendidas de lunes a mi¨¦rcoles a 2,90 euros, es decir, siete veces m¨¢s espectadores que los mismos tres d¨ªas de la semana anterior, y el doble de asistentes que la Fiesta del Cine de 2012. Con solo registrarse previamente en la web del evento (lo hicieron dos millones de personas) cualquiera pod¨ªa ver una pel¨ªcula en 2.574 salas de 272 cines.
Visto el resultado, comienza el debate. ?Es el cine caro en Espa?a? ?Si se bajara el precio medio de la entrada ¡ª6,8 euros¡ª, volver¨ªa la gente a las salas y se detendr¨ªa la sangr¨ªa de espectadores? Si en 2004 se vendieron 144 millones de entradas, en 2012 solo fueron 94,2 millones. EL PA?S junt¨® el viernes por la ma?ana a debatir durante hora y media sobre lo ocurrido y sus posibles consecuencias a Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, presidente de FECE, la federaci¨®n de exhibidores; Enrique Gonz¨¢lez Macho, presidente de la Academia de Cine; Susana de la Sierra, directora del Instituto de la Cinematograf¨ªa y las Artes Audiovisuales (ICAA); Adolfo Blanco, consejero delegado de la distribuidora A contracorriente; Fabia Buenaventura, directora general de la Confederaci¨®n de Asociaciones de Productores (FAPAE), y a Mari¨¦n Kadner, una espectadora que particip¨® en la Fiesta del Cine. Tambi¨¦n fueron invitados varios directores de cine y representantes de las grandes distribuidoras, las majors de Hollywood, que no pudieron acudir.
Pregunta. Este ¨¦xito de la Fiesta del Cine, ?es porque la gente quiere ver pel¨ªculas a precios bajos? ?Fue un evento puntual o el principio de la vuelta de los espectadores a las salas?
Susana de la Sierra. Fue una sorpresa muy positiva. Hay desde luego un inter¨¦s por ir al cine y debemos aprovechar ese impulso. El cine espa?ol resulta atractivo: entre las 10 m¨¢s vistas hay tres espa?olas.
As¨ª se reparte una entrada
El 21% es el IVA.
El 3% es para las entidades de gesti¨®n de derechos de autor.
El 33% (porcentaje variable) es para los exhibidores.
[El 43% (variable) es para las distribuidoras (aqu¨ª entra la parte de los productores).
Enrique Gonz¨¢lez Macho. Lo primero es agradecer al p¨²blico la asistencia. Me atrevo a decir que habr¨ªa gente que por primera vez entraba en una sala, y espero que la experiencia les haya descubierto que el cine visto en una sala llena es una emoci¨®n muy distinta. Ahora que volvemos al d¨ªa a d¨ªa, no hagamos demagogia: fue un hecho excepcional con un precio excepcional, con una afluencia inmensa de p¨²blico como se da en los festivales de cine, que llenan salas en ciudades que el resto del a?o est¨¢n vac¨ªas. Somos conscientes de que esos 2,9 euros por entrada es un gesto al p¨²blico, no una operaci¨®n econ¨®mica. Ese precio es inviable, pero es cierto: hay deseo de ver cine. No olvidemos que el cine tiene otros problemas: el mayor, la pirater¨ªa. O que en el precio de la entrada un 24% es de impuestos y tasas. Una bajada que hici¨¦ramos los due?os de los cines de 15%, que puede sonar grande, no repercute m¨¢s que en algo m¨¢s de un euro. S¨ª pido al p¨²blico que busque salas con buenos precios: en Madrid se pueden ver pel¨ªculas de estreno a 5,50 euros, y por a¨²n menos si posees una tarjeta de fidelizaci¨®n. Se impone un gesto universal ¡ªsin llegar a acuerdos, que est¨¢n prohibidos por el Tribunal de la Competencia¡ª de bajada de precios.
Mari¨¦n Kadner. Yo fui a la Fiesta del Cine. Como estudiante el cine me parece caro y eso que no compro palomitas o bebidas y otros consumibles. Un precio razonable por entrada podr¨ªa ser cuatro euros. La cultura me parece cara, aunque soy sensible a que haya que pagarla.
Fabia Buenaventura. Todos somos conscientes de que este es un evento puntual, parecido a unas rebajas de ropa o a las ferias de libros. Pero tambi¨¦n que hay que realizar un esfuerzo de ajustes de precios bien comunicado, y reducir el IVA, que de una tacada bajar¨ªa un euro el precio. El p¨²blico ha hablado claro: nos gusta ver pel¨ªculas en pantalla grande y queremos rebaja de precios. Es el momento de entender que tal y como est¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica de las familias en Espa?a hay que hacer cambios sin por ello hundir la cadena industrial: producci¨®n, distribuci¨®n (que recibe cerca del 43% del precio de una entrada) y exhibici¨®n (que se lleva el 33% restante, descontados impuestos).
Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra. Esta fiesta naci¨® porque hubo acuerdo entre todos los sectores para organizarla, un acuerdo que durante d¨¦cadas no exist¨ªa. Este a?o el fen¨®meno ha estallado porque hemos usado las redes sociales para la comunicaci¨®n, porque se ha celebrado en toda Espa?a y porque hasta el a?o pasado la entrada se lograba habiendo comprado otra previamente: en esta edici¨®n solo hac¨ªa falta acreditarse. Es innegable que el espectador es sensible al precio, pero el precio puede verse de dos maneras: de la percepci¨®n que tenemos de ¨¦l y de su valor real. La gente piensa que las entradas son caras, aunque en realidad es el precio neto m¨¢s barato de Europa. El aumento del IVA fue la patada final cuando est¨¢s al borde del precipicio.
Adolfo Blanco. Yo soy optimista con el futuro del cine. Se consume m¨¢s cine que nunca, pero el que se ve en sala vive un terremoto. En Espa?a est¨¢ m¨¢s amenazado que en ninguna parte del mundo porque sufrimos la tormenta perfecta, en la que se han juntado el IVA, la car¨ªsima digitalizaci¨®n de las salas, la pirater¨ªa¡ Ahora bien, tenemos la obligaci¨®n de aceptar el reto que nos han planteado los espectadores. No podemos dejar que se enfr¨ªe este momento: debemos aprovecharlo. No se puede esperar dos meses en un ¡°a ver qu¨¦ hacemos¡±. El cine en Espa?a ha costado de media desde 1958 unos cinco euros, salvo una bajada a tres euros en los ochenta. Ahora cuesta 6,8. No es caro comparando con otros soportes culturales, pero es el precio m¨¢s caro de la historia. Pensemos, volvamos a hacer aut¨¦nticos d¨ªas del espectador con entradas a mitad de precio. Espabilemos.
J. R. G. F. Hay una percepci¨®n de que pagas mucho por el cine, y creo que debemos darle un valor a lo que estamos viendo. Sin embargo, es cierto: debemos obtener m¨¢s tr¨¢fico, m¨¢s espectadores en las salas. Para una bajada real de precios hay que pensar en nosotros los exhibidores, en la alta fiscalidad, pero tambi¨¦n en los distribuidores, que se llevan casi la mitad de lo recaudado por entrada. Ese par¨¢metro no ha cambiado cuando s¨ª lo ha hecho el ritmo de consumo: antes una pel¨ªcula estaba en cartel cuatro meses. Ahora importa el primer fin de semana, las pel¨ªculas se lanzan con 500, 600 copias, los propios exhibidores las ponemos en cuatro pantallas de un complejo. Damos respuesta a ese ansia, y a la semana siguiente los otros estrenos empujan a esos filmes a segundo plano. Otro gran cambio es que antes el cine era una salida de ocio habitual. Ya no existe ese h¨¢bito. Ahora es un evento, y solo si logras que tu pel¨ªcula sea un evento triunfas en taquilla. Otro detalle: si logr¨¢ramos parar la pirater¨ªa, es posible que los distribuidores ganaran m¨¢s con los otros mercados (DVD, visionado on demand, televisiones) con lo que no apretar¨ªan tanto su porcentaje en la entrada de las salas.
S. S. El precio es importante, pero no el ¨²nico factor. Estoy de acuerdo con que la subida del IVA ha tenido su impacto, pero ha sido m¨¢s psicol¨®gico que real, porque la percepci¨®n de que el cine era caro ya exist¨ªa, y aument¨®. Y adem¨¢s de apelar y comunicar las ofertas, debemos explicar a la gente por qu¨¦ una entrada cuesta lo que cuesta. Una pel¨ªcula tiene grandes costes. El abandono de las salas no solo se debe al precio. No restar¨ªa importancia a la pirater¨ªa, porque si tienes gratis un producto te olvidas de la experiencia est¨¦tica de ver una pel¨ªcula en sala. Para cada generaci¨®n hay razones distintas de la huida: el p¨²blico infantil ha dejado de ir porque consume m¨¢s audiovisual en casa, los padres j¨®venes necesitan pagar canguros¡
P. Es cierto que los h¨¢bitos de consumo han mutado, pero el 21% de IVA ha sido la guinda. ?No es momento de bajarlo?
S. S. Mi opini¨®n sobre aquel aumento ha sido igual desde el principio, como tambi¨¦n as¨ª lo han manifestado el secretario de Estado y el ministro Wert. Considero que, ahora que hay una reflexi¨®n sobre su descenso, espero que esta Fiesta del Cine, que tambi¨¦n contaba con el apoyo del ICAA, sirva para agilizar esta reflexi¨®n.
E. G. M. Hay m¨¢s problemas: se siguen estrenando unas 550 pel¨ªculas al a?o en Espa?a, y unas 20 concentran el 90% de la taquilla. Tenemos adem¨¢s un parque de salas sobredimensionado. Lo normal ser¨ªa una pantalla por 25.000 habitantes. Aqu¨ª estamos en una sala por 14.000 habitantes, encima mal repartidas: en muchas capitales de provincia no hay ni una. Porque se creci¨® pensando solo en que todos los centros comerciales tuvieran salas. Eso s¨ª, como hemos sido los ¨²ltimos en la car¨ªsima reconversi¨®n tecnol¨®gica al digital, tenemos las m¨¢s modernas.
A. B. Tenemos que hacer deberes para que estas pel¨ªculas evento se repitan m¨¢s: buen boca oreja, gran promoci¨®n ¡ªpensad en Telecinco con Lo imposible¡ª. Nos cuesta mucho lanzar las pel¨ªculas. Publicitar una pel¨ªcula en Espa?a es m¨¢s caro que en el resto del mundo. Lo mismo las televisiones p¨²blicas deben promocionar m¨¢s las pel¨ªculas en cartelera, y no solo las producidas por ellos. Es crear afici¨®n en la poblaci¨®n, que para eso es una cadena p¨²blica, como se hace en Italia¡
E. G. M. Porque en Espa?a nunca ha habido una pol¨ªtica audiovisual, como s¨ª en Francia.
J. R. G. F. Han cambiado los h¨¢bitos del consumo, pero curiosamente la gente con teles inmensas ven pel¨ªculas pirateadas con rayas y problemas de sonido. Es un problema educacional, hemos perdido de vista los valores de calidad. Y ni hablo de la pirater¨ªa.
M. K. A m¨ª me encanta ir al cine, y verlo en una gran pantalla, al igual que mis amigos. Lo mismo somos unos rom¨¢nticos. Porque entre ver una pel¨ªcula a cuatro euros en una sala o verla pirata, pago. Pero sigo sin entender por qu¨¦ no se puede bajar a ese precio las entradas.
E. G. M. Es sencillo: de una entrada el 24% se va en impuestos y ah¨ª no rascamos. Del resto la mitad, muy aproximadamente, se queda en el cine y la otra mitad la distribuidora. En los cines tenemos que pagar empleados, impuestos, electricidad, las instalaciones, aislamientos t¨¦rmicos y ac¨²sticos¡ Y pagas lo mismo vayan 10 personas o 1.000.
J. R. G. F. En Espa?a la media de ocupaci¨®n es de un 12%, baj¨ªsima [venden 12 entradas de cada 100 posibles]. Solo logras movimiento en tres sesiones fuertes en toda la semana: ya no hay negocio en las noches laborales. Y las distribuidoras fuertes, las majors, te piden un dinero fijo por entrada, no dejan negociar.
A. B. Nadie te obliga a proyectarlas.
J. R. G. F. Diles eso a los de los complejos comerciales.
Medidas a estudiar
Celebrar la Fiesta del Cine varias veces al a?o en lugar de una, aprovechando su tir¨®n popular.
Establecer diferentes precios de entrada seg¨²n las pel¨ªculas (en virtud de su presupuesto, formato, gasto en promoci¨®n, etc¨¦tera).
Reuni¨®n urgente de los sectores implicados (exhibidores, distribuidores, productores...) para no dejar pasar el efecto Fiesta del Cine.
Recuperar el d¨ªa (o los d¨ªas) del espectador con entradas a 4 o 4,5 euros.
Precios especiales para familias que acudan a ver pel¨ªculas infantiles.
E. G. M. Yo he sido muy pele¨®n con eso, pero reconozco: no puedes prescindir de las pel¨ªculas de las cinco majors, porque suponen el 80% del mercado.
J. R. G. F. Cierto, tienen un seudomonopolio. Y aviso: con el apag¨®n anal¨®gico desaparecer¨¢n 1.000 pantallas el pr¨®ximo a?o.
F. B. ?Por qu¨¦ dejamos que en Espa?a el porcentaje que se lleva de una entrada una major sea mayor que en el resto de Europa?
J. R. G. F. Por culpa nuestra. Cuando hay tantas salas compitiendo, quieres ese taquillazo a toda costa.
E. G. M. No soy antiamericano, pero con los a?os en el cine he aprendido que o trabajas con ellos o trabajas para ellos. Contra las majors no haces nada.
J. R. G. F. Dicho todo eso, ahora hay gran comunicaci¨®n, y el IVA ha afectado tanto a todos que nos ha unido. La insensibilidad cultural de este Gobierno es bestial. Nos vamos a reunir pronto [puede que el pr¨®ximo d¨ªa 5] para que el esp¨ªritu de la Fiesta del Cine no desaparezca. Hay muchos intereses enfrentados, pero creo que hay necesidad de soluci¨®n.
A. B. Ajustemos el precio a la demanda. Como distribuidor a veces querr¨ªa dar algunas de mis pel¨ªculas a menor precio, para sensibilizar y educar al p¨²blico, o que las entradas fueran m¨¢s baratas seg¨²n pasen las semanas de esa pel¨ªcula en cartel. Dinamicemos como en Francia los pasaportes, que por un fijo ¡ªno s¨¦, 300 euros¡ª puedas ver las pel¨ªculas que quieras todo un a?o: ser¨ªa un gran regalo de Navidades. Precio reducido desde el domingo por la noche para todos los d¨ªas laborales. Y pensemos en acciones radicales para cuando, por ejemplo, llegue el Mundial de F¨²tbol. ?Una Fiesta del Cine de 15 d¨ªas?
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