Chirimoya
Si algo ha florecido durante la crisis son los libros sobre la crisis. En la ¨²ltima emisi¨®n de 'P¨¢gina 2' se apuntaban algunas tendencias de estas publicaciones
Si algo ha florecido durante la crisis son los libros sobre la crisis. En la ¨²ltima emisi¨®n de P¨¢gina 2 se apuntaban algunas tendencias de estas publicaciones. Tratados de resistencia, dec¨¢logos culpabilizadores, recetas optimistas, manuales de divulgaci¨®n, panfletos de urgencia. Quiz¨¢ lo que m¨¢s abundan son reivindicaciones de visionarios que anticiparon lo que iba a suceder, pero que no ten¨ªan el n¨²mero de tel¨¦fono del Banco Mundial a mano. Despu¨¦s del partido, todos los entrenadores del mundo sabemos c¨®mo ganarlo. Pero si somos sinceros, los ¨²nicos que han salido prestigiados de la crisis han sido los empresarios a los que les ha ido bien el negocio. Al final, en asuntos de dinero, el dinero manda.
Uno de esos prestigios aumentados ha sido el de Juan Roig, due?o de Mercadona, que goza del privilegio de ser escuchado. A veces hasta abusa del placer de escucharse a s¨ª mismo, pero qui¨¦n podr¨ªa culparle si hasta ministros y exministros cuyo bagaje es lamentable no se ahorran darle una reprimenda a los contribuyentes. Adem¨¢s de dedicar dinero al esfuerzo de los emprendedores, Roig anuncia el producto fresco en sus supermercados. Propone la vuelta al dependiente cercano, la cadena esmerada en calidad y la fruta de temporada. Reivindic¨® Harvacete sobre Harvard, en un juego de palabras intraducible con Albacete como capital de lo aut¨¦ntico y reconoci¨® que es imposible ofrecer sand¨ªa de calidad todo el a?o y dio la raz¨®n a quienes han comprobado que hay chirimoyas que rebotan en el suelo como balones de playa.
Con el reconocimiento de ese error se le regalan los o¨ªdos a quienes llevan a?os afirmando que es en la forma de consumir los productos b¨¢sicos donde anida el primer disparate de nuestro sistema. En lugar de tachar de oportunista al empresario, deber¨ªamos vigilar la aplicaci¨®n de tan sabia receta en nuestra vida. La televisi¨®n no puede compararse con la importancia de la fruta o el pescado, pero devolver la primac¨ªa al cuidado de la materia prima y no al share revaloriza ese viejo modelo de consumo. La virtualidad no puede fomentar la deshumanizaci¨®n y extremar los beneficios no puede corromper la esencia del producto. Quiz¨¢ con la recuperaci¨®n de un tomate que sepa a tomate estamos dando el primer paso para recuperar la dignidad perdida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.