La agon¨ªa de las auton¨®micas
Los recortes en las subvenciones y el desplome de la publicidad han devastado el modelo de televisiones regionales
Los recortes en las subvenciones p¨²blicas y el desplome de la publicidad han devastado el modelo de televisiones auton¨®micas, pero ninguna corporaci¨®n ha llegado a adoptar una medida tan dr¨¢stica como la valenciana. Al borde del cierre han estado las cadenas de Murcia y del Principado de Asturias, aunque han logrado sobrevivir a duras penas gracias al bal¨®n de ox¨ªgeno de sus respectivos Gobiernos regionales. Otras corporaciones, como la catalana, la vasca, la balear o la castellano-manchega, han optado por duros ajustes para ahorrar costes. Han cerrado segundos canales, externalizado la producci¨®n o abaratado la parrilla hasta el l¨ªmite.
La radiotelevisi¨®n auton¨®mica valenciana y la madrile?a, sin embargo, han llevado vidas paralelas. Ambos entes p¨²blicos nacieron en 1989 y crecieron desmesuradamente al amparo del poder pol¨ªtico de turno hasta acumular deudas colosales. Las dos compa?¨ªas se han visto envueltas en traum¨¢ticos procesos de reajuste laboral, que han derivado en conflictivos expedientes de regulaci¨®n de empleo.
Radiotelevisi¨®n de Madrid comenz¨® a ejecutar a primeros de a?o un plan para despedir a 925 trabajadores, el 80% de la plantilla. La Comunidad hab¨ªa llegado a la conclusi¨®n de que la televisi¨®n regional se hab¨ªa convertido en un monstruo inviable econ¨®micamente, con una deuda que rondaba los 280 millones de euros y sin posibilidad de que las entidades financieras prorrogaran los abultados cr¨¦ditos.
Pero este deterioro no se produjo de un d¨ªa para otro. El Gobierno de Esperanza Aguirre conoc¨ªa desde 2004 la desastrosa gesti¨®n que se estaba llevando a cabo en Telemadrid. No tom¨® medidas para enderezar su rumbo. Al contrario, engord¨® la plantilla de forma desmedida. ¡°En la ¨¦poca de Aguirre se mont¨® una Redacci¨®n paralela porque el Gobierno no se fiaba de los periodistas que est¨¢bamos trabajando desde la etapa de Ruiz-Gallard¨®n¡±, dice un exempleado de Telemadrid. Sobre la cadena pesaba tambi¨¦n la losa de la manipulaci¨®n, hasta el punto de que su falta de pluralismo fue denunciada ante la Uni¨®n Europea.
En enero de este a?o, y despu¨¦s de tres semanas con la pantalla en negro por los efectos de una huelga, 829 trabajadores de Telemadrid comenzaron a recibir el burofax con su despido. Cuatro meses m¨¢s tarde, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) declar¨® improcedente el ERE. Lo consider¨® no ajustado a derecho. El fallo explicaba que la causa econ¨®mica argumentada por la empresa para la extinci¨®n de los contratos no era adecuada, toda vez que ¡°una reducci¨®n del presupuesto, que es insuficiente y cong¨¦nito a un servicio p¨²blico¡±, no justifica por s¨ª solo el despido colectivo.
Para el ejercicio de 2013, el Gobierno de la Comunidad propuso un recorte del 10% (respecto al a?o anterior) en la subvenci¨®n destinada a la radio y la televisi¨®n regional. Una reducci¨®n que, seg¨²n la sentencia, no justificaba ¡°la situaci¨®n de desequilibrio financiero¡± del ente. Para el actual ejercicio, la subvenci¨®n a trav¨¦s del llamado contrato programa es de 70,9 millones de euros. En apenas un a?o el presupuesto ha pasado de 125 millones a 84, una rebaja que ¡°ha supuesto un duro sacrificio para la programaci¨®n¡±, seg¨²n Telemadrid. La audiencia ha dado buena cuenta: ha ca¨ªdo a la mitad.
Tambi¨¦n la entidad p¨²blica catalana se plante¨® la salida de 500 de las 2.285 personas de plantilla. Pero las presiones de Esquerra Republicana redujeron a la mitad las salidas. Algunos de los afectados por el ERE ¡ªajustado a criterios de edad y voluntariedad¡ª han dejado ya la compa?¨ªa.
A ra¨ªz del fallo del TSJM, el ente madrile?o tendr¨ªa que readmitir a los empleados o aumentar sustancialmente sus indemnizaciones. La sentencia fue recurrida y el presidente regional, Ignacio Gonz¨¢lez, declar¨® que si el fallo se ratifica cerrar¨¢ Telemadrid. La misma salida que Valencia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.