Malabo
Lo sensato es usar la visita de una selecci¨®n de f¨²tbol de pa¨ªs democr¨¢tico para proclamar la libertad. Es triste o¨ªr a un jugador joven decir que cada pa¨ªs puede tener el r¨¦gimen pol¨ªtico que quiera
La visita de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol a Malabo ha generado una rara agitaci¨®n pol¨ªtica en un sector econ¨®mico que est¨¢ siempre protegido de estas disputas. Los medios de comunicaci¨®n, en especial sus secciones deportivas, se vieron forzados a unos razonamientos desacostumbrados. Ya no se trataba tanto de enjuiciar un fuera de juego o un ¨¢rbitro casero, sino algo m¨¢s rocoso. Por tanto, ha provocado un cortocircuito del que la federaci¨®n de f¨²tbol trat¨® de salir indemne por la v¨ªa del silencio, verdadero acompa?ante de la sonoridad del bombo de Manolo. La pregunta es si resulta correcto ir a actuar a pa¨ªses dictatoriales. La respuesta es bastante f¨¢cil y no se entiende el miedo que las autoridades futbol¨ªsticas ten¨ªan en darla.
La selecci¨®n espa?ola puede ir a jugar donde quiera. Act¨²a para el p¨²blico local, que es la primera v¨ªctima de cualquier dictadura. La organizaci¨®n de mundiales suele premiar a reg¨ªmenes turbios. Ser¨ªa raro que mientras vendemos empresas y rincones de costa a cualquier petrodictadura y a la cleptocracia internacional, acos¨¢ramos con escr¨²pulos a los futbolistas y a los cuadros flamencos en sus bolos. Si aceptamos la publicidad en sus camisetas venga de donde venga, permitamos que sus giras incluyan cualquier rinc¨®n que resulte lucrativo o geogr¨¢ficamente estrat¨¦gico para su preparaci¨®n. Tambi¨¦n los espa?oles agradec¨ªamos los turistas, los grupos musicales, los escritores sanfermineros y los rodajes que nos visitaban durante el franquismo.
Las patadas en el campo ya son otra cosa. En un encuentro amistoso, quiz¨¢ fueran venganza colonial o estrategia de pizarra. Una vez aceptada la mayor, a ser posible sin escurrir el bulto ni tapar micr¨®fonos, lo sensato es utilizar la visita de una triunfadora selecci¨®n de pa¨ªs democr¨¢tico para proclamar las ventajas de la libertad. Escuchar a un jugador joven y admirado decir que cada pa¨ªs puede tener el r¨¦gimen pol¨ªtico que quiera provoca una tristeza profunda. No en vano el continente europeo gira hacia el fascismo y la xenofobia porque sus habitantes m¨¢s afortunados son incapaces de darse cuenta del privilegio del que gozan. Todo les parece natural mientras no afecte a su bolsillo. Haga como yo, no se meta en pol¨ªtica, pod¨ªa haberles dicho Obiang, si no vinieran ya de Espa?a con la perversa lecci¨®n bien aprendida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Selecci¨®n espa?ola f¨²tbol
- Teodoro Obiang Nguema
- Malabo
- Opini¨®n
- Selecci¨®n espa?ola
- Guinea Ecuatorial
- Amistosos f¨²tbol
- Selecciones deportivas
- ?frica subsahariana
- ?frica central
- Dictadura
- F¨²tbol
- ?frica
- Espa?a
- Televisi¨®n
- Competiciones
- Medios comunicaci¨®n
- Deportes
- Pol¨ªtica
- Sociedad
- Cultura
- Comunicaci¨®n
- Partidos amistosos