Cerr¨® la Bienal de Venecia, ahora llega el turno de los museos
La relaci¨®n entre una y otros ocupa los debates de los ¨²ltimos d¨ªas de la cita art¨ªstica, que cierra con un r¨¦cord de asistentes
La Bienal de Venecia, que el domingo cerr¨® sus puertas con r¨¦cord de p¨²blico (470.000 asistentes), sigue siendo, desde su funcaci¨®n en 1895, el escenario para el nacimiento, muerte y resurrecci¨®n de variados mitos del arte contempor¨¢neo. Por ella han desfilado Rodin, Renoir, Courbet, Klimt, Picasso, Pollock, Braque... S¨ª, pero ?a¨²n cumple el papel de lanzar nuevos artistas? Y sobre todo, ?qu¨¦ puede hacer por ¡°imaginar los nuevos museos del futuro y transmitir toda su energ¨ªa para que ¨¦stos sean m¨¢s activos¡±?. Esas y otras preguntas asaltaron esta semana al presidente de la instituci¨®n, Paolo Baratta.?
Para servirle de ayuda con interrogantes de tan endiablada respuesta, el comisario de la 55? cita del arte contempor¨¢neo, Massimiliano Gioni ha viajado desde Nueva York donde es director asociado del New Museum of Contemporary Art, para asistir al cierre y trabajar sobre la relaci¨®n futura entre los museos y la Bienal. En palabras de Gioni, ¡°existen diferencias y similitudes entre ambos tipos de instituciones. Muchos museos se interesan cada vez m¨¢s en el arte contempor¨¢neo, por lo tanto, la Bienal de Venecia y otras bienales deben transformarse en instrumentos capaces de inventar nuevos modelos y no solo de dar a conocer nuevos artistas. Las bienales son lugares abiertos al cambio, que se renuevan cada dos a?os y por lo tanto, deben experimentar. Tienen la responsabilidad de poner en discusi¨®n los par¨¢metros establecidos¡±, sintetiza Gioni.
Por su parte, Achille Bonito Oliva, comisario de la Bienal 1993 (Puntos cardinales del arte), que transform¨® la exposici¨®n en un evento multicultural e interdisciplinario, lleg¨® a la laguna con lleno de ideas. ¡°Una muestra o una bienal debe ser el matrimonio de todas las artes. Vivimos en una ¨¦poca de mestizaje cultural y es la ¨²nica salida que veo para el futuro¡±, opina Bonito Oliva, cr¨ªtico de arte, prol¨ªfico escritor y comisario de m¨¢s de 100 exhibiciones internacionales. Sobre este punto, Baratta ha reiterado que los tres festivales que forman la Bienal de Venecia (danza, teatro y m¨²sica) deben interactuar y colaborar entre s¨ª.
Hay un centenar de bienales esparcidas por el globo, algunas peque?as, otras grandes, algunas de gran valor art¨ªstico y otras insignificantes. La Bienal de Venecia, pese a pol¨¦micas del pasado sigue siendo la Bienal por antonomasia. A la 55 exposici¨®n internacional de arte contempor¨¢neo (Pabell¨®n enciclop¨¦dico) han asistido 30.000 personas m¨¢s que a la Bienal de 2011, comisariada por Bice Curiger. Los datos hablan claro y sirven a Baratta para quitarse la piedra en el zapato que le viene incomodando desde que ley¨® los comentarios de algunos cr¨ªticos, pocos d¨ªas despu¨¦s de la inauguraci¨®n, en junio pasado. Escribieron que es una manifestaci¨®n llena de glamour y la pasarela donde se exhibe el poder econ¨®mico unido al mundo del arte. ¡°La Bienal es una instituci¨®n cre¨ªble, somos totalmente lo opuesto de quienes nos critican. Aqu¨ª se viene a ver arte, lo nuevo, lo desconocido, no obras con el precio. La Bienal no es para vender arte. La Bienal es el lugar para tratar de entender d¨®nde va el mundo, no puede ser est¨¢tica y debe despertar inter¨¦s de la gente atrav¨¦s de la credibilidad¡±, comenta Baratta.
El Pabell¨®n enciclop¨¦dico, concebido por el joven comisario, Massimiliano Gioni (Busto Arsizio, 1973) se inspira en el palacio ideado en 1955 por un artista desconocido italo-estadounidense (Marino Auriti) que en su interior habr¨ªa debido conservar todo el conocimiento de la humanidad. La concepci¨®n de Gioni ha gustado mucho a los veintea?eros (el 30% de los visitantes tienen menos de 25 a?os). ¡°De las 470.000 personas que han venido a esta Bienal, muchas no llegaron atra¨ªdas por el glamour o el dinero. Quien reduce la Bienal a los d¨ªas de la inauguraci¨®n ve solo una parte y se equivoca seriamente: este es un error que comenten algunos periodistas. Es claro que muchos coleccionistas internacionales, (algunos de ellos muy ricos y con mucho glamour) aman la Bienal y esto es muy importante porque contribuyen al crecimiento econ¨®mico de la ciudad y de las instituciones culturales venecianas. Muchos de los colecionistas son verdaderos mecenas que sostienen el arte, los artistas y los museos. Vale la pena recordar, que el glamour es solo un pedacito de un gran mosaico¡±, sostiene Gioni. El comisario saliente se resiste a reducir su criatura a los n¨²meros. ¡°Creo que al p¨²blico le ha agradado ver una Bienal que contaba historias de artistas no profesionales, que nos hacen sentir que el arte es parte de la vida, que no es un pasatiempo para millonarios, sino m¨¢s bien una cuesti¨®n de vida¡±, zanja Gioni.
Babelia
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