Tijera
Cuando el tiempo pase, quedar¨¢n las pel¨ªculas de quienes se resistieron a las consignas. La libertad cotiza a largo plazo por encima del dinero
Hace a?os me sorprendi¨® ver promocionar a un director chino su pel¨ªcula en EE UU aludiendo a las dificultades de censura que hab¨ªa encontrado en su pa¨ªs. No cabe duda de que vencer los condicionantes pol¨ªticos para poder hacer la pel¨ªcula que deseas despierta la solidaridad internacional. Lo que olvidaba contar aquel director era que para su lanzamiento en el mercado anglosaj¨®n, los distribuidores norteamericanos le hab¨ªan obligado a cortar 40 minutos de pel¨ªcula. Es decir, que su batalla frente a la censura pol¨ªtica de una dictadura se hab¨ªa arrugado frente a la censura comercial de una democracia. Hoy d¨ªa las dictaduras hacen uso de la lecci¨®n y si gozan de ¨¦xito econ¨®mico reciben trato de pa¨ªses ejemplares y no es raro que les vendamos nuestras empresas hidroel¨¦ctricas, porque ya no aspiramos a ver la luz, sino a pagar la factura.
Los hermanos Weinstein, a los que se les conoce como Manostijeras en la industria por su afici¨®n al corte, han entrado en pol¨¦mica con el director coreano Bong Joon-Ho. Van a cortar 20 minutos de su ¨²ltima pel¨ªcula, Snowpiercer, para lanzarla en el mercado occidental. Pese al ¨¦xito que la pel¨ªcula, rodada en ingl¨¦s, ha tenido tras su estreno en Corea. Bong Joon-Ho pertenece a la exitosa generaci¨®n de cineastas que se han beneficiado de la explosi¨®n coreana de la industria del entretenimiento. Con un sentido del humor inhabitual en el g¨¦nero, fue capaz de levantar dos pel¨ªculas que bordeaban las convenciones sin ser presa de ellas. La amenaza del asesino serial y del monstruo de las alcantarillas funcionaban en Memories of murder y The host como piezas de un relato m¨¢s imprevisible y profundo de lo que es habitual.
En lugar de acercarnos a la explosi¨®n creativa coreana con ganas de aprender, siempre lo hacemos con esa desconfianza te?ida de superioridad. Puede que sea la misma envalentonada firmeza de criterio que gu¨ªa a Harvey Weinstein en su man¨ªa podadora. Como arrasa en los premios Oscar, donde su capacidad de influencia ya es legendaria, nadie se atreve a poner en duda su inclinaci¨®n por la baratija formulaica. Cuando el tiempo pase, quedar¨¢n las pel¨ªculas de quienes se resistieron a las consignas. La libertad cotiza a largo plazo por encima del dinero.
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