Letras impagadas
Tanto la ficci¨®n como la no ficci¨®n, la poes¨ªa y la econom¨ªa, se han lanzado a retratar la liquidaci¨®n
Parece un sarcasmo, pero dicen los diccionarios de etimolog¨ªa que ¡°sueldo¡± y ¡°s¨®lido¡± tienen el mismo origen. Tal vez por eso esas palabras hayan estado tan presentes en los libros publicados en Espa?a en los ¨²ltimos meses: son los componentes vol¨¢tiles de la famosa ¡°crisis¡±, esa bebida amarga que nos sirvieron como desaceleraci¨®n y hemos tragado como disolvente del Estado de bienestar. De eso ha tratado una parte significativa de la literatura espa?ola de 2013. En La habitaci¨®n oscura, la ¨²ltima novela de Isaac Rosa, se relata el momento en que esa desaceleraci¨®n se convirti¨® en marcha atr¨¢s, ¡°como si el planeta hubiese comenzado a rotar para el lado opuesto y en su retroceso fundiese lo s¨®lido¡±, es decir, ¡°encogiese nuestros salarios e ingresos cuando esper¨¢bamos su revalorizaci¨®n infinita¡±. Con un fondo de espionaje cibern¨¦tico ¡ªfue tambi¨¦n el a?o de Snowden¡ª, la novela de Rosa relata la ceguera simb¨®lica de un grupo de j¨®venes reunidos en una habitaci¨®n sin luz: ¡°Por eso os escond¨¦is: no para que no os vean, sino para no ver¡±. De otra ceguera, la de los intelectuales, trata uno de los ensayos de la temporada, Todo lo que era s¨®lido,de Antonio Mu?oz Molina: ¡°Si mi oficio es mirar el mundo para poder contarlo, c¨®mo es que no me fij¨¦ en lo que suced¨ªa, en lo que ten¨ªa delante de mis ojos¡±, se pregunta.
Aunque nunca dej¨® de hacerlo ¡ªah¨ª est¨¢n las obras completas de Rafael Chirbes¡ª, tanto la ficci¨®n como la no ficci¨®n, la poes¨ªa y la econom¨ªa, se han lanzado a retratar la liquidaci¨®n (llega la fase gaseosa) de unos derechos que, se nos dice, no eran sino privilegios. A veces, con nuestra propia colaboraci¨®n. ¡°Cuando la barbarie triunfa no es gracias a la fuerza de los b¨¢rbaros, sino a la capitulaci¨®n de los civilizados¡±, escribe Mu?oz Molina. Mientras algunos pon¨ªan el foco en la guerra del 14 (o en 1714) y otros se la jugaban a la loter¨ªa del erotismo en busca de las cifras de Grey, volv¨ªa la literatura social. M¨¢s que en la eficacia cr¨ªtica de la denuncia, los escritores parecen confiar ahora en la dignidad autocr¨ªtica del testimonio. Cuando los brotes verdes de la historia may¨²scula oculten las grietas del negocio, un pu?ado de libros recordar¨¢ la vida min¨²scula de las v¨ªctimas de eso que Caballero Bonald, en su discurso del Premio Cervantes, llam¨® en abril pasado ¡°los desahucios de la raz¨®n¡±. Las autoridades presentes en el acto aplaudieron educadamente y pasaron al aperitivo.
Los escritores parecen confiar en la dignidad autocr¨ªtica del testimonio
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