¡®La Voz¡¯ m¨¢s larga

Cualquier cosa que dure m¨¢s que Lawrence de Arabia es demasiado larga. La final de La Voz, con 232 minutos, no fue una excepci¨®n. El talent-show musical de mayor ¨¦xito en la actualidad acab¨® su segunda temporada con la victoria de David Burrull, un santanderino de 26 a?os que arrastr¨® a la audiencia con una buena dosis de sentimiento flamenco.

La premisa originaria de La Voz establec¨ªa que en este programa s¨®lo se centrar¨ªa en lo que los concursantes hicieran con sus cuerdas vocales, pero ya desde su estreno el a?o pasado se pudo comprobar que Telecinco no iba a dejar pasar la oportunidad de arrojar sobre el formato algunos de los lastres de un reality al estilo Gran Hermano, aunque sin suciedad, blanco inmaculado. Por ejemplo, las omnipresentes l¨¢grimas de emoci¨®n sensibleras o los piques entre los coaches (Mal¨², David Bisbal, Rosario y Antonio Orozco).

Los finalistas de esta edici¨®n encajaban c¨®modamente en moldes reconocibles: el flamenco (Barrull), la voz negra (Dina Arriaza), la flamenquita con historia desgraciada (Estela Amaya) y el outsider (el rastafari Jaume Mas, que cumpl¨ªa parecida funci¨®n a la de Rafa Blas, el heavy que triunf¨® en 2012). De los cuatro, Barrull fue claro ganador. Junto a Amaya (esta s¨®lo a ratos), este fan de Camar¨®n fue el ¨²nico capaz de hacer que su propia voz resultara, sin tirar cohetes, cre¨ªble, sobre todo las dos veces que cant¨® el semiespiritual Como las alas al viento, popularizado por Roc¨ªo Jurado. Dina abus¨® de los caricaturescos melismas soul que invaden como una plaga este tipo de concursos (sus modulaciones y rugidos durante la interpretaci¨®n de Stairway to heaven, de Led Zeppelin, le debieron de provocar una jaqueca a Robert Plant all¨¢ en su mansi¨®n). A Jaume Mas se le agradece la insistencia en los elementos vocales raggamuffin, pero su tosquedad a la hora de cantar no casaba con la pulcritud hiperproducida del programa.

David Barrull part¨ªa a las 10 de la noche como favorito, tanto por las votaciones de semanas previas como por el runr¨²n de las redes sociales. Y esa ventaja inicial se demostr¨® insuperable cerca de las 2 de la ma?ana, despu¨¦s de 232 minutos, nueve cortes publicitarios (m¨¢s o menos), 17 n¨²meros musicales, siete artistas invitados (entre ellos la sensaci¨®n adolescente One Direction), varios intentos descarados de los presentadores para hacer llorar a los concursantes, dos coros gospel y uno rociero.

En enero, como avisaron varios anuncios durante la emisi¨®n, comenzar¨¢ La Voz Kids, el mismo formato pero con participantes infantiles. ?Har¨¢n llorar tambi¨¦n a los ni?os?