Contrastes

En una tertulia se escandalizaban, en nombre de la intimidad, porque se conozcan correos electr¨®nicos que revelan el indecente manoseo de Caja Madrid por los pol¨ªticos que deb¨ªan cuidarla. Prefer¨ªan no entrar en los detalles que salpicaban el nombre de Aznar, el que dicen ejemplo de rectitud. En otra tertulia festejaban el registro de la sede de UGT en Andaluc¨ªa, pero dedicaban m¨ªnima atenci¨®n a igual escenario en la calle de G¨¦nova el mismo d¨ªa. Burdo. Pero ni siquiera Telemadrid repetir¨¢ ya los excesos del Canal 9 valenciano, apagado tras mantener en el silencio la tragedia del metro. Eso no pasa ni en el Gramma, que hasta en Corea del Norte han informado de las purgas de Kim el Chico.

Como uno ya se conforma con poco, y cab¨ªa temer lo peor, tranquiliza que en t¨¦rminos generales RTVE no haya ca¨ªdo en ese sectarismo de otros medios p¨²blicos y privados entregados a su causa con la pasi¨®n del hooligan. Bueno, algunas cosas raras han pasado, por ejemplo en Informe semanal, pero nada que ver con los tiempos de Alfredo Urdaci. Se ha salvado, otro ejemplo, el esp¨ªritu de La noche en 24 horas, un informativo nocturno sosegado ¡ªqu¨¦ distinto a lo que se dice en otras sinton¨ªas¡ª desde que empez¨® Vicente Vall¨¦s en 2008. Conducido ahora por Sergio Mart¨ªn, el balance de opinadores se ha inclinado a la diestra, como esper¨¢bamos, pero no se obvian noticias imprescindibles y se prefiere el an¨¢lisis al serm¨®n.

Estamos lejos del ideal de televisi¨®n independiente y profesional, pongamos la BBC. Chirr¨ªa lo de Maril¨® Montero, reina de Twitter pero por sus absurdos comentarios, o esa humillaci¨®n del pobre por una limosna llamada Entre todos. Como le pasa a Campofr¨ªo con su anuncio, el buenismo puede volverse en contra de quien abusa de ¨¦l. No hay quien se trague la matraca para que nos hagamos emprendedores, o esa fijaci¨®n con la invendible Marca Espa?a.

Pero, qu¨¦ alivio, en nuestra TVE caben programas inteligentes. Como Torres y Reyes, que cerr¨® su primera temporada con buena nota para una arriesgada mezcla de reflexi¨®n y humor. La extra?a pareja, periodista y c¨®mico, habla del presente y del futuro a unas generaciones muy digitalizadas, pero que ya no estudiar¨¢n Filosof¨ªa. Se agradece que en alg¨²n lugar se les invite a pensar hacia d¨®nde vamos.