Dos d¨¦cadas viviendo del cuento

Mientras Adolfo Garc¨ªa Ortega habla, una gata blanca con manchas marr¨®n y cola enroscada camina con sigilo en torno a una peque?a mesa gris. ¡°Se llama Sally. Mi hija le puso as¨ª por Sally Bowles, la de Cabaret¡±, cuenta el escritor con media sonrisa y, de pronto, su rostro se reanima. Los ¨²ltimos no han sido d¨ªas buenos. ¡°Mi suegro muri¨®, lo quer¨ªamos mucho y su p¨¦rdida ha sido muy tr¨¢gica para toda la familia¡±, cuenta.

La casa, en el centro de Madrid, permanece en completo silencio. Detr¨¢s de Garc¨ªa Ortega (Valladolid, 1958), su mesa de trabajo permanece en riguroso orden: una libreta cerrada, un ordenador port¨¢til encendido, la agenda de la semana, una decena de diccionarios al fondo. Y frente a ¨¦l, su nueva obra: Verdaderas historias extraordinarias (Seix Barral), tres libros de cuentos, escritos en m¨¢s de 20 a?os, reunidos ahora en un solo tomo.

Son las historias las que me eligen a m¨ª y no yo a ellas¡±

¡°Todos se escribieron porque ellos mismos se impusieron a mi voluntad (que es procurar no escribir) y me urgieron a darles forma¡±, aclara en el prefacio. Ahora, aminorando el fr¨ªo de la ma?ana con un jersey negro de cuello alto y un caf¨¦ con leche, agrega: ¡°Son las historias las que me eligen a m¨ª y no yo a ellas. Ahora mismo, por ejemplo, me encuentro en una etapa en la que, para ver qu¨¦ voy a escribir, siempre permanezco muy alerta. Por si alguna historia me atrapa¡±.

Para hacer un cuento, el autor realiza un proceso de investigaci¨®n. Busca datos, situaciones o rasgos de personalidad, para hacer m¨¢s cre¨ªbles sus narraciones. ¡°Es un proceso muy parecido al periodismo. Leo, observo, pregunto y luego paso varias horas escribiendo, d¨ªas, semanas, meses¡­ Es que a literatura te exige todo. Pero todo, ?eh? Mental y f¨ªsicamente. Y si no se lo das todo, no te da ninguna satisfacci¨®n. Es as¨ª¡±, sentencia. Pero no s¨®lo los m¨¦todos period¨ªsticos influyen en su escritura. Tambi¨¦n el cine.

Durante siete a?os, Adolfo Garc¨ªa Ortega fue director de la editorial Seix Barral. ¡°Mi labor consist¨ªa, b¨¢sicamente, en rechazar manuscritos. Algunos por su baja calidad y otros porque no los aceptaba el mercado. Pero fue una etapa en la que aprend¨ª mucho. Ves otros estilos, otra forma de abordar los temas cl¨¢sicos de la literatura, en fin, un mont¨®n de posibilidades que tiene la escritura¡±. Pero el exeditor tiene otro ¡°gimnasio literario¡±. Tambi¨¦n es traductor y, dice, eso le ha permitido ¡°reescribir a autores admirables¡±, como a los franceses Roland Barthes y Raymond Queneau.

En veinte a?os le ha dado tiempo de explorar distintos temas para elaborar relatos. En Verdaderas historias extraordinarias se ocupa de la alta cultura o de los arrabales, la historia y la fantas¨ªa, el cruce de vidas en la Espa?a contempor¨¢nea. ¡°Todo lo he hecho sin meterme en el cors¨¦ de autores que piensan que un cuento s¨®lo se hace con ciertas pautas. No le quito valor a los dec¨¢logos de algunos de ellos, pero a m¨ª me gusta ser m¨¢s libre¡±.