Veinte a?os sin Zappa
Un recorrido en v¨ªdeos por la carrera de uno de los artistas m¨¢s peculiares y geniales que ha dado el rock
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Hace ahora dos d¨¦cadas, un c¨¢ncer se llev¨® a uno de las artistas m¨¢s celebrados del siglo XX. No obstante, durante casi treinta a?os, a Frank Zappa, que trabaj¨® hasta sus ¨²ltimos d¨ªas, le dio tiempo a publicar casi un centenar de discos oficiales, no cesar de girar ni de componer, y de atender una infinidad de facetas. Estas son solo algunas de uno de los m¨²sicos m¨¢s poli¨¦dricos de la historia del rock.
Zappa, el precoz
Todo cambi¨® en la vida de un ni?o de Baltimore, hijo de un matem¨¢tico con un misterioso trabajo para el Ej¨¦rcito de los Estados Unidos, cuando descubri¨® en una tienda uno de los trabajos del compositor avant-garde Edgar Var¨¨se. Buscaba discos de rhythm and blues pero acab¨® embrujado por el ¨¢lbum Ionisation, avanzada composici¨®n de los a?os treinta basada en la percusi¨®n. Tal fue su obsesi¨®n que con solo 16 a?os encontr¨® la direcci¨®n del compositor y le remiti¨® una carta mostr¨¢ndole su veneraci¨®n. Poco despu¨¦s, igual que hizo John Cage? dio cuenta en un concurso de talentos televisivo su predisposici¨®n hacia la m¨²sica concreta. Pocos lo entendieron.
Zappa, el enemigo de los 'hippies'
A mediados de los sesenta, Zappa encontr¨® un veh¨ªculo con el que dar salida a su particular forma de entender el rock y la sociedad estadounidense de la ¨¦poca. Con la primera formaci¨®n de los Mothers of Invention, y en discos como el legendario We're only in it for the money ¨Crespuesta socarrona del Sgt. Pepper's de los Beatles¨C critic¨® todo lo que quiso y m¨¢s a los j¨®venes que enarbolaban del amor libre y de las drogas en plena etapa de efervescencia hippie.
Zappa, el jefe de la 'big band'
Capaz tanto de componer duras s¨¢tiras sociales como de dirigir pel¨ªculas psicod¨¦licas inclasificables (200 Motels) pronto Zappa descubrir¨ªa otra de sus pasiones: a?adir y quitar m¨²sicos a su antojo a su banda para desembocar en una troupe extensa de colaboradores con especial predilecci¨®n por las secciones de vientos. En los tiempos de discos como Hot rats (1969), The grand Wazoo (1972) y Waka/Jawaka (1972), sus trabajos m¨¢s jazz¨ªsticos, ejerc¨ªa m¨¢s bien de director de una big band de rock que de adalid de la antipsicodelia.
Zappa, el virtuoso
Aunque acostumbrara a rodearse de m¨²sicos virtuosos en sus respectivos ¨¢mbitos (los guitarristas Steve Vai, Adrian Belew, el bater¨ªa Terry Bozzio y un largo etc¨¦tera), en su ¨¦poca de mayor esplendor comercial, la de los setenta y ochenta, casi cada una de sus canciones en sus presentaciones en directo estaba acompa?ada por uno de sus largos solos... aunque ¨¦l acabara mof¨¢ndose de convenciones del rock como esta.
Zappa, el exponente de la alta cultura...
Admirador durante toda su vida de Pierre Boulez, Stockhausen o, de nuevo, Var¨¨se, ocup¨® sus ¨²ltimos d¨ªas a culminar The yellow shark, obra enteramente orquestal y muy alejada de sus trabajos anteriores. Sus ¨¢lbumes ya no inclu¨ªan peque?as piezas consagradas a este tipo de m¨²sica, encajadas entre canciones de diferentes tem¨¢ticas. Con esta obra de 1993, Zappa intentaba reivindicarse como compositor cl¨¢sico. Ya no necesitaba inventarse un alter ego como Francesco Zappa, supuesto compositor del siglo XVIII con el que daba salida a sus composiciones cl¨¢sicas con sintetizador en los ochenta.
...Y de la m¨¢s baja
Entre jazz, obras conceptuales y avant-garde siempre hubo espacio para composiciones, dicen, soeces y un tanto groseras. Hombres con problemas urinarios, imitaciones de Bruce Springsteen y Dylan escenas sexuales plagadas de cr¨ªtica social? poblaron los discos de Zappa en los setenta y, sobre todo, ochenta, a?os en los que su discurso pol¨ªtico se endureci¨®: emprendi¨® una cruzada contra la Administraci¨®n Reagan, la censura y hasta amag¨® con presentarse a las elecciones presidenciales de 1992.
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