¡°No¡± a la tarifa com¨²n en los cines

La carrera para reducir el precio del cine y recuperar a los (infinitos) espectadores perdidos se acelera. Se acelera, eso s¨ª, en ausencia del m¨¢s m¨ªnimo esfuerzo de la Administraci¨®n, en el mejor de los casos incapaz y en el peor de ellos, reacia, a emprender medidas encaminadas a que el espectador retome el camino de las salas. Productores y exhibidores anunciaron ayer una nueva oferta, esta vez con car¨¢cter semanal, para intentar reanimar la desmayada taquilla. Todos los mi¨¦rcoles a partir del pr¨®ximo 15 de enero y hasta el 15 de abril (excepto festivos) las m¨¢s de 300 salas asociadas a la promoci¨®n vender¨¢n entradas a un precio de entre 3,90 y 5 euros. El coste definitivo, a diferencia de iniciativas anteriores, lo fijar¨¢ cada sala de forma independiente.

Se trata, sin embargo de una f¨®rmula a la baja en relaci¨®n a lo que los exhibidores y distribuidores espa?oles persegu¨ªan de verdad como vitamina para la taquilla: establecer un precio ¨²nico ¡ªde entre 3 y 4 euros¡ª un d¨ªa a la semana, y que se adhirieran a ¨¦l los exhibidores que lo consideraran conveniente. Pero hace unas dos semanas los representantes del sector se toparon con un innegociable ¡°no¡± por parte de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), cuyos responsables les advirtieron de manera tajante: imposible concertar precios al ser un delito contemplado en el C¨®digo Penal.

Los negociadores de la industria del cine espa?ol trataron de convencer a los representantes de la Comisi¨®n de que hicieran una excepci¨®n, habida cuenta del estado catat¨®nico de la asistencia a las salas. Pero el ¡°no¡± se repiti¨®, y en tono a¨²n m¨¢s tajante. As¨ª que, finalmente, se ha llegado a esta f¨®rmula anunciada ayer que podr¨ªa considerarse como un D¨ªa del espectador reinventado, y cuyos efectos est¨¢n por ver.

¡°Hemos tenido ¨¦xito con las propuestas anteriores, pero no sabemos c¨®mo va a reaccionar el p¨²blico esta vez¡±, comenta Borja de Benito, portavoz de la Federaci¨®n de Cines de Espa?a, art¨ªfice de la promoci¨®n junto a productores y distribuidores. ¡°Es una estrategia para ampliar el espectro de asistentes. Est¨¢ el espectador cin¨¦filo, el de fin de semana, y el que solo va al cine con oferta. Es a este al que queremos llegar¡±, explica. La nueva promoci¨®n, que tiene buena parte de estrategia de comunicaci¨®n seg¨²n el portavoz, se complementar¨¢ con dos Fiestas del Cine anuales para mantener el efecto novedad. Sin embargo, en la Federaci¨®n a¨²n no conocen la fecha ni el precio del ticket para la pr¨®xima edici¨®n de la Fiesta: ¡°Somos muchos, hay que poner de acuerdo a much¨ªsima gente...¡±.

El precio de la entrada base, eso s¨ª, permanece intacto, como se?ala De Benito: ¡°Esto es una promoci¨®n, un paso m¨¢s para llamar la atenci¨®n del espectador¡±. El objetivo: atraer de nuevo al p¨²blico que acudi¨® en masa el pasado octubre a la Fiesta del Cine, que durante tres d¨ªas dej¨® los precios a menos de tres euros, apenas la mitad del coste normal de la entrada. M¨¢s de un mill¨®n y medio de espectadores, siete veces m¨¢s que en los mismos d¨ªas de la semana anterior, respondieron entonces a la llamada de las salas. Pero frente a aquel ¨¦xito pasajero ¡ªy fruto de una medida eminentemente eventual (de evento) se sit¨²a la cruda, persistente y creciente p¨¦rdida de p¨²blico: en 2013 las salas de cine espa?olas recaudaron, seg¨²n las previsiones de la auditora Rentrak, 507 millones de euros, 107 millones menos que el a?o anterior.

El paso al frente de los exhibidores llevaba barrunt¨¢ndose meses. El desmarque de las cadenas Cinesa y Yelmo del pasado noviembre parece haber acelerado el proceso. Las dos mayores cadenas espa?olas decidieron hacer una Fiesta del Cine en solitario, bajando las entradas en sus salas hasta los 3,50 euros durante tres d¨ªas. Obtuvieron como respuesta el enfado del resto del sector del cine... y 300.000 entradas vendidas. Ahora, la industria lanza un nuevo globo sonda mientras mantiene los dedos cruzados.