Drew Struzan, una leyenda del cartelismo

Un buen cartel es uno de los mejores reclamos que sigue teniendo el mundo del cine. Una atractiva puerta que invita a traspasarla y a mirar lo que hay detr¨¢s; la primera ventana a la que se asoma el futuro espectador. En ese campo Drew Struzan es un verdadero maestro, un artista capaz de condensar en pocos trazos la esencia de la historia que despu¨¦s veremos en el largometraje.

Struzan lleva pintando p¨®sters desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas y de su mano han nacido carteles de pel¨ªculas tan famosas como La guerra de las galaxias, En busca del arca perdida o Regreso al futuro, trabajos que se han convertido, con el tiempo, en algo m¨¢s que un mero reclamo publicitario. Son obras de arte estudiadas por universidades tan prestigiosas como la de Stanford. Recuerdos, en definitiva, que miles de aficionados al cine sue?an con coleccionar.

Ma?ana s¨¢bado TCM estrena Drew: el hombre detr¨¢s del p¨®ster, un documental dirigido por Erik Sharkey en el que, gracias a los testimonios de directores como Steven Spielberg, George Lucas, Frank Darabont o Guillermo del Toro, y de actores como Harrison Ford o Michael J. Fox, se analiza la contribuci¨®n al mundo del cine de este genial dibujante.

Drew Struzan naci¨® en Oregon City en 1947. A los 18 a?os se matricul¨® en el Art Center College of Design de Los ?ngeles. Comenz¨® ilustrando portadas de discos de artistas como los Beach Boys, Bee Gees, Roy Orbison o Black Sabbath y en 1976 emprendi¨® su prol¨ªfica colaboraci¨®n con el mundo del cine.

Los carteles de Struzan se caracterizan por su extremado realismo. Siempre hay una o dos grandes figuras centrales presidiendo la obra y todos sus p¨®sters poseen una intensa luminosidad casi m¨ªstica y espiritual.

¡°Para mi generaci¨®n decir Drew Struzan era decir pel¨ªculas. ?l aliment¨® nuestra imaginaci¨®n¡±, afirma el director Guillermo del Toro, que encarg¨® a este dise?ador los carteles de Hellboy o El laberinto del fauno.

Struzan siempre trabaj¨® a mano, pintando ¨¦l mismo cada uno de sus trabajos pero con la llegada de la tecnolog¨ªa digital ese proceso artesanal fue cayendo en desuso y hoy en d¨ªa el artista est¨¢ pr¨¢cticamente retirado. A pesar de ello, sigue siendo una referencias para aficionados y cineastas. Como dice Frank Darabont, director de La milla verde, ¡°solo porque Drew Struzan te haga un cartel, vale la pena rodar una pel¨ªcula¡±.