'Mob City', homenaje al g¨¦nero negro
Hollywood ha manipulado la historia a trav¨¦s de sus pel¨ªculas. No estamos descubriendo nada. Pero sobre todo ha cambiado la percepci¨®n de ciertos aspectos, idealiz¨¢ndolos y adapt¨¢ndolos a sus necesidades narrativas y est¨¦ticas. John Ford, Howard Hawks o Anthony Mann, entre otros, se encargaron de embellecer el salvaje oeste, con sus pistoleros, los sheriffssolitarios de aura rom¨¢ntica o los paisajes espectaculares que m¨¢s parecen el para¨ªso que un territorio hostil por conquistar. Lo mismo hicieron por el g¨¦nero negro Fritz Lang, John Huston o Raoul Walsh. La mafia de Hollywood no es la mafia que existi¨®. Un mundo del hampa cuya idealizaci¨®n qued¨® culminada con el Padrino de Coppola. Hollywood cre¨® un g¨¦nero negro perfecto para el espectador, lleno de matones, polic¨ªas, mujeres fatales, alcohol, clubs, jazz, g¨¢ngsters temidos, mafiosos estramb¨®ticos, detectives desenga?ados con la vida y ciudades peligrosas. Y eso es Mob City, la nueva serie de Frank Darabont que en Espa?a se puede ver en el canal TNT. Un homenaje total. Quiz¨¢, demasiado homenaje.
1947, Los ?ngeles, ciudad de pecado y seducci¨®n. Repleta de estrellas de cine, m¨²sicos, vividores... y mafiosos. Han pasado dos a?os desde el final de la Segunda Guerra Mundial y el veterano Joe Teague (Jon Bernthal, en The Walking Dead era Shane) es detective en la polic¨ªa de la ciudad. Una metr¨®poli dominada por los criminales Bugsy Siegel (Edward Burns), Sid Rothman (Robert Knepper, T-Bag en Prison Break) y Mickey Cohen (Jeremy Luke). Desde la polic¨ªa angelina, liderada por William Parker (Neal McDonough) y Hal Morrison (Jeffey De Munn, otro veterano de TWD), el objetivo es luchar contra la mafia y contra la corrupci¨®n dentro del propio cuerpo policial. La historia de Mob City est¨¢ basada en hechos reales que fueron narrados por John Buntin en su libro L.A. Noir (que iba a ser en un principio tambi¨¦n el nombre de la serie pero se cambi¨® para evitar complicaciones con el videojuego de mismo t¨ªtulo).
Frank Darabont nunca tiene prisa. Se toma su tiempo para trabajar, un ritmo que suele adaptar a sus trabajos.A Darabont, guionista, director y productor, le interesan los personajes, la relaci¨®n entre ellos, y nunca le urge contar lo que quiere contar. Pero le toca siempre luchar contra su fama y la expectaci¨®n que levantan sus proyectos. Principalmente por su inicio de la primera temporada deThe walking dead, criticado por muchos por ser lento y "no pasar nada" y, a su vez, por la carga que puede suponer ser el creador de una obra maestra del cine: Cadena Perpetua.Pero a Darabont las cr¨ªticas y reveses no le cambian. Le echaron de The walking dead (nunca qued¨® claro del todo qu¨¦ pas¨® ah¨ª), algo por lo que sigue luchando en los tribunales contra la cadena AMC. En Mob Cityvuelve a marcar ese ritmo sin prisas.
Mob City es cine negro cl¨¢sico, con sus clich¨¦s (por una vez esto lo decimos como algo positivo), con las invenciones de Hollywood, pero rodado en el siglo XXI. Darabont no oculta el homenaje a un g¨¦nero que siempre ha reconocido que adora y conoce a fondo (mucho m¨¢s que los que hicieron la pel¨ªcula Brigada de ¨¦lite, no hay duda), igual incluso se pasa en los t¨®picos, pero no molesta. Quiz¨¢ hay que achacarle una cosa: que no aporte nada nuevo, que hubiese intentado ir un poco m¨¢s all¨¢. No hay originalidad y no hay velocidad, pero no importa. Tiene buenos di¨¢logos, sin prisas, buena ambientaci¨®n, vestuario, fotograf¨ªa y decorados, muchos de ellos rincones de verdad de Los ?ngeles, como la estaci¨®n, el casco antiguo o los campos de petr¨®leo.
La serie tiene todos los clich¨¦s: voz en off del detective (un exmarine, veterano de Guadalcanal que tiene que reinventarse), un personaje que a su vez es misterioso, cuyos objetivos y pensamientos no quedan del todo claro al espectador; una mujer fatal (tambi¨¦n con su pasado) que trabaja en un club de Sunset Boulevard; polic¨ªas corruptos que se dejan untar por los mafiosos; el uso de las cajas de cerilla para mandar mensajes (todo un cl¨¢sico del g¨¦nero, aunque el protagonista, a la hora de encender sus cigarrillos, la desecha para usar un zippo); delincuentes con malas pulgas o con poca paciencia; las conversaciones de barra con una copa en la mano; los sombreros de la ¨¦poca; las escenas acompa?adas de los instrumentos m¨¢s sugerentes del jazz; las canciones de Frank Sinatra, los callejones oscuros; los neones; y una protagonista con personalidad propia: la ciudad de Los ?ngeles (con conexi¨®n a Las Vegas)
Si alguien busca algo nuevo, algo rompedor, que se olvide. Los que busc¨¢is el calor reconfortante de lo conocido, los gui?os del g¨¦nero, ten¨¦is por delante seis horas de buena calidad, no excelente, pero suficiente para sentirse recompensado. Y es que a veces es mejor la tranquilidad y seguridad de lo conocido.
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