Priv¨¦e

Francia nos ha puesto deberes esta semana. El pa¨ªs mejor estructurado del mundo suele plantearle tarea al resto. Por mejor estructurado entendemos aquel que tiene unas instituciones s¨®lidas, una eficaz divisi¨®n de poderes y que adem¨¢s presenta, desde cultura y artes hasta formaci¨®n deportiva, una propuesta organizada y sistem¨¢tica. Con la censura preventiva al c¨®mico Dieudonn¨¦ oblig¨® a repensar los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n. La persistencia en el antisemitismo conspirativo le cost¨® la negaci¨®n de escenarios para su espect¨¢culo. Es el mismo pa¨ªs donde la prensa se enfrenta por sistema al integrismo musulm¨¢n, que no amenaza con negar escenarios, sino con la pena de muerte a los que sobrepasan un l¨ªmite.

Mientras aqu¨ª discutimos si una infanta ha de someterse al pase¨ªllo a la puerta de los juzgados, all¨ª se preguntan por la esencia misma de la democracia. Y por m¨¢s que el ministro Valls quiera compensar su l¨¢tigo antimigratorio con una vociferante defensa de los valores republicanos, siempre es zafio ponerle tiritas a la libre expresi¨®n. Mientras crece el apoyo al Frente Nacional ser¨ªa mejor dirigir la manguera a otros incendios urgentes. Pero a¨²n nos aguardaba la revelaci¨®n del nido de amor entre el presidente y la actriz Julie Gayet. Aunque la prensa seria se muestra inflexible en marcar un l¨ªmite, el debate sobre la seguridad presidencial sustituye al chafardeo. Hablan de escoltas y protecci¨®n institucional cuando lo que quieren es lanzarse a olisquear braguetas, y no cabe duda que esa vertiente morbosa se merienda a las dem¨¢s.

Por m¨¢s desgracia que sea ver la grandeur francesa reducida a la peque?ez de sus debates amatorios, terrible infecci¨®n a la que lleva sometida los ¨²ltimos 15 a?os, hay algo rescatable de todo este embrollo. Fornicar no es un acto pol¨ªtico. Hay demasiados ciudadanos sufriendo por culpa de la pol¨ªtica, y en su sufrimiento es indiferente con qui¨¦n comparte la cama el l¨ªder. Es mucho m¨¢s relevante saber con qui¨¦n se acoda en Bruselas, conocer los niditos de amor donde son sodomizados por lobbies de intereses turbios y permanecer atentos a sus bajadas de pantalones financieras, sociales y pol¨ªticas. Desde hace demasiado tiempo nos tapan los ojos con los que tendr¨ªamos que vigilar la vida p¨²blica con la exhibici¨®n de las vidas privadas.