Sondheim, el maestro

En Canal + he visto, genuflexo, Six by Sondheim, un estupendo documental de HBO sobre ¡°el padre del musical moderno¡±, como acertadamente le llam¨® Frank Rich, el gran cr¨ªtico de The New York Times, aqu¨ª en funciones de productor ejecutivo. Lo ha escrito y dirigido James Lapine, su libretista en Sunday in the park with George, Into the woods y Passion, y recoge, entre otras maravillas, algunas entrevistas y material de archivo procedentes de Sondheim on Sondheim, el paseo por su vida y obra que Lapine arm¨® en 2010, en Studio 54. Primera evidencia: el salto casi cu¨¢ntico entre el artista juvenil, ultraneur¨®tico, crispado, envuelto en una permanente nube de humo, y el maestro maduro, sereno, con el aura y las maneras de un monarca antiguo. Siempre ha sido Sondheim muy elusivo acerca de su vida privada, y justamente por eso destacan dos confesiones (terrible la primera, sorprendente la segunda) dichas como al desgaire, y a las que quiz¨¢s un psicoanalista encontrar¨ªa un v¨ªnculo: descubrimos que su madre le dijo (por carta): ¡°S¨®lo lamento una cosa en mi vida, y es haberte tenido¡± y que ¨¦l no tuvo una relaci¨®n estable hasta cumplidos los sesenta. Cuenta luego que fue feliz en la academia militar a la que le enviaron sus padres tras divorciarse (¡°All¨ª naci¨® o creci¨®¡±, cuenta, ¡°mi pasi¨®n por las reglas y la disciplina¡±) y, sobre todo, que encontr¨® un nuevo hogar en la casa vecina de Oscar y Dorothy Hammerstein. Y un mentor inigualable: Oscar Hammerstein le ense?a a estructurar canciones y musicales, le pone en contacto con Bernstein y Robbins para que escriba las letras de West Side story y, poco antes de morir, como recuerda Sondheim con l¨¢grimas en los ojos, tiene la grandeza de entregarle una foto donde escribe "Para Stevie, mi amigo y maestro".

James Lapine ha elegido seis composiciones que sintetizan otros tantos periodos de su trayectoria y huyen de lo previsible. Todas son notables, pero mi p¨®quer de ases lo forman, por orden de aparici¨®n, 1) Larry Kert, que fue el primer Tony de West Side Story, canta Something's coming desde una filmaci¨®n televisiva de 1957; 2) Dean Jones, el Bobby original de Company, sirve un ardiente Being alive, rescatado de las sesiones de grabaci¨®n del Cast album que rod¨® D.A. Pennebaker, 3) la resplandeciente filmaci¨®n, a cargo del propio Lapine, de Opening doors (Merrily we roll along) con Darren Criss, Jeremy Jordan, America Ferrera, Laura Osner y, sorpresa, el propio Sondheim interpretando el papel del productor, y 4) el extra?¨ªsimo clip de Todd Haynes, con Jarvis Cocker cantando I'm still here, de Follies, en un espectral club nocturno poblado de mujeres maduras y trist¨ªsimas.

En el ¨²ltimo tercio aparece el Sondheim literalmente magistral (¡°la ense?anza es para m¨ª una profesi¨®n sagrada y una necesidad: no podr¨ªa vivir sin ella¡±) con una escena en la que le explica a un joven alumno, de modo claro y minucioso, la esencia de My friends, la canci¨®n de las navajas de Sweeney Todd. ¡°Me convierto en un actor¡±, concluye, ¡°cada vez que escribo canciones. Un actor que entra en cada personaje e intenta atrapar un mon¨®logo o una conversaci¨®n¡±. La ¨²nica pega de Six by Sondheim es que solo dure una hora y media. ?Ojal¨¢ fueran 12 cap¨ªtulos! (Por cierto, se sigue emitiendo en el Plus hasta el 1 de febrero).