¡®Brokeback Mountain¡¯ llega a la ¨®pera, una de vaqueros y amor imposible
Annie Proulx, autora del relato y firmante del libreto de la versi¨®n oper¨ªstica, rememora el proceso de escritura de aquel texto surgido de la dureza del medio rural de EE UU

Brokeback mountain es una historia muy, muy vieja. Desde que existe el ser humano ha habido amantes en situaciones imposibles. En parte, lo que hace diferente a Brokeback que los amantes no son pr¨ªncipes y princesas, sino dos rudos peones de un rancho de Wyoming. Sobre todo, Ennis Del Mar no comprende lo que le est¨¢ sucediendo, y se resiste a reconocer qui¨¦n y qu¨¦ es desde el principio hasta el amargo final.
Escrib¨ª el relato hacia 1998, despu¨¦s de meditar sobre ¨¦l durante un a?o o m¨¢s. El catalizador fueron unos minutos de ocio en un bar de Sheridan en el que unos cuantos j¨®venes peones de rancho jugaban al billar. Me fij¨¦ en un hombre mayor, un poco apartado de ellos, que miraba fijamente, casi con avidez, a los jugadores.
Mi mente est¨¢ siempre en marcha, imaginando breves historias acerca de los extra?os en los que tengo ocasi¨®n de reparar a lo largo del d¨ªa. Me preguntaba si el inter¨¦s de ese hombre mayor por los apuestos j¨®venes jugadores no podr¨ªa ser signo de un deseo sexual reprimido. Nada lo manifestaba ¡ªpod¨ªa estar mirando a su nieto, o al chico de un vecino; o pod¨ªa estar esperando a que alguien lo llevase de vuelta al rancho¡ª pero, tal como piensa el protagonista del magn¨ªfico relato de William Gass The Pedersen Kid [El chico de Pedersen], todo puede suceder.
A lo largo del a?o siguiente m¨¢s o menos, a medida que meditaba acerca de qu¨¦ presiones y dificultades podr¨ªa experimentar un homosexual clandestino en la profundamente homof¨®bica sociedad patriarcal del Wyoming rural, el hombre mayor fue adquiriendo poco a poco la forma de Ennis Del Mar.

La obra fue concebida para formar parte de una colecci¨®n de relatos de Wyoming en los que se presentaban diferentes vidas modeladas por la historia y la geograf¨ªa de ese lugar reseco de ¨¢spera belleza. En las recopilaciones de relatos cortos es frecuente que uno o varios de ellos se publiquen en revistas antes de darse a conocer en forma de libro. Brokeback mountain se le ofreci¨® (a petici¨®n m¨ªa) a Harper's Magazine para su posible primera publicaci¨®n. Pero el editor no lograba decidir si aceptarlo o rechazarlo, presumiblemente porque el tema era controvertido. El plazo tope para recibir una respuesta pas¨®, y mi agente envi¨® la obra a The New Yorker. La aceptaron inmediatamente. Jack y Ennis hab¨ªan empezado su viaje.
El relato atrajo una atenci¨®n considerable. Entre los lectores se encontraba Diana Ossana, la compa?era de escritura de Larry McMurtry, un conocido m¨ªo. Diana pens¨® que el relato pod¨ªa convertirse en una s¨®lida pel¨ªcula y, despu¨¦s de leerlo, Larry se mostr¨® de acuerdo. Me lleg¨® la propuesta y dije que s¨ª, si Larry escrib¨ªa el gui¨®n; sent¨ªa un gran respecto por ese c¨¦lebre autor, descendiente de rancheros de Texas, un maestro del di¨¢logo del western y un veterano guionista. Las ruedas comenzaban a girar.
En un bar hab¨ªa un hombre que miraba a unos peones. Ese fue el catalizador
Entre tanto, el relato apareci¨® en Close range, el segundo volumen de Wyoming stories [Historias de Wyoming]. El t¨ªtulo fue cuidadosamente elegido, porque en Wyoming close range no solo denota la posici¨®n de un tirador situado muy cerca del blanco, sino que es tambi¨¦n una manera de decir closed range, un t¨¦rmino que hace referencia al ganado encerrado en un corral.
Wyoming es un estado de pastos libres; en teor¨ªa esto significa que las vacas, las ovejas u otra clase de ganado pueden desplazarse libremente por cualquier lugar donde puedan encontrar pasto. Eleg¨ª el t¨ªtulo por su doble significado: en referencia a las historias que tratan de situaciones dif¨ªciles y que son, en cierto sentido, un objetivo para el escritor; pero tambi¨¦n para indicar que los relatos (mi ganado) hab¨ªan quedado encerrados entre las cubiertas del libro.
A menudo se piensa err¨®neamente que Brokeback mountain apareci¨® por primera vez en forma de libro. No fue as¨ª; se public¨® como un relato en The New Yorker. El manuscrito, que ahora est¨¢ en mi archivo de la Colecci¨®n Berg de la Biblioteca P¨²blica de Nueva York, ten¨ªa m¨¢s o menos 25 p¨¢ginas escritas a dos espacios.
Se public¨® por primera vez en ¡®The New Yorker¡¯ y despu¨¦s en un libro
Despu¨¦s de pasar alrededor de un a?o meditando sobre la obra y dando forma a los personajes en mi mente, me tom¨¦ seis semanas de intenso trabajo para escribirla. Es mucho tiempo para tan pocas p¨¢ginas, pero para conseguir el estilo conciso, condensado, que sent¨ªa que era preciso para ilustrar la reprimida batalla secreta de Ennis Del Mar, hice cientos de peque?as revisiones y modificaciones de los menores detalles, en particular de los di¨¢logos. Una y otra vez fui sintetizando la historia; cada palabra, cada esquirla de la puntuaci¨®n ten¨ªa que llevar adelante el relato con total fluidez. Elimin¨¦ todas las palabras y comas que imped¨ªan el buen funcionamiento de ese acarreo.
Pero el gran problema fue el personaje de Jack Twist. Se puede pensar que si un escritor est¨¢ desarrollando un personaje a partir de cero, ¨¦l o ella puede moldearlo seg¨²n innumerable formas y actitudes. Yo conoc¨ªa el paisaje y el clima, conoc¨ªa c¨®mo se gana la vida la gente de Wyoming, reconoc¨ªa los diferentes tipos de familias rurales y capas sociales, sab¨ªa qu¨¦ aspecto ten¨ªa Jack, c¨®mo hablaba y, en cierta medida, conoc¨ªa sus sentimientos. Entonces, ?por qu¨¦ me daba problemas? ?Por qu¨¦ no poner sencillamente por escrito lo que quer¨ªa que dijese y sintiese?
Las cosas no funcionan as¨ª. Aunque el escritor puede haber creado al personaje de la nada, del aire m¨¢s puro, en un momento dado los personajes desarrollan una intimidad protegida por un blindaje que desaf¨ªa a las intromisiones. Jack se hab¨ªa vuelto impenetrable. Me llev¨® semanas de trabajo y meditaci¨®n, de imagin¨¢rmelo en diferentes situaciones ¡ªinvocar la historia que hab¨ªa a sus espaldas, el padre cruel y desalmado, la debilidad de la madre, la ventana del dormitorio con su extensa vista de una monta?a a lo lejos¡ª para acceder a las sensibilidades de su interior. As¨ª pude escribir el p¨¢rrafo crucial acerca de la monta?a en la que Jack se encuentra solo y taciturno. La repentina combinaci¨®n de las palabras ¡°deseo sin sexo¡± para describir lo que sent¨ªa me dio la idea.
Durante un a?o medit¨¦ sobre
Tanto Ennis como Jack, igual que muchos de nosotros, cre¨ªan que su situaci¨®n era producto de un estado de atracci¨®n sexual. Pero las palabras ¡°deseo sin sexo¡± me liberaron de esa respuesta autom¨¢tica de nuestra cultura contempor¨¢nea y me permitieron separar la satisfacci¨®n sexual de la necesidad de amor com¨²n a los humanos que hay en todos nosotros. Por fin pude ver que lo que mov¨ªa a Jack, igual que a todos nosotros en mayor o menor medida, era un permanente y ardiente deseo de amor. Esto me dio la posibilidad de avistar la repuesta a la pregunta, planteada con frecuencia, de cu¨¢l es la diferencia entre la pel¨ªcula Brokeback mountain y el relato. La breve respuesta es que la pel¨ªcula trata del deseo sexual, y el relato, de nuestra innata necesidad humana de amor.
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