J. D. Salinger: todos los agujeros negros
Shane Salerno relata para EL PA?S c¨®mo buce¨® en la misteriosa vida del escritor
Shane Salerno (Memphis, 1972) ten¨ªa nueve a?os cuando su madre, fan¨¢tica seguidora del elusivo J. D. Salinger (1919-2010), le dijo que ten¨ªa la edad suficiente para acometer la lectura de El guardi¨¢n entre el centeno. El libro conmocion¨® al ni?o hasta tal punto que, pese a su corta edad, devor¨® en un tiempo relativamente breve el resto de la escasa obra del autor. ¡°?Esto es todo?¡±, le pregunt¨® a su madre cuando puso fin al ¨²ltimo volumen. ¡°Salinger no ha dejado de escribir un solo d¨ªa¡±, contest¨® ella, ¡°solo que desde 1965 no ha querido publicar nada¡±. La ins¨®lita revelaci¨®n plant¨® en el joven lector una semilla que tardar¨ªa 21 a?os en germinar.
Una tarde, mientras hojeaba una biograf¨ªa del autor, llam¨® poderosamente su atenci¨®n el violento contraste entre dos retratos del novelista neoyorquino. En uno, un Salinger joven y en la c¨²spide de la fama sonr¨ªe apacible. En otro, anciano ya, lanza una mirada furibunda al fot¨®grafo que lo ha cogido por sorpresa. La disparidad le hizo recordar que ten¨ªa una deuda pendiente consigo mismo: tratar de despejar, siquiera en parte, el enigma de una vida sobre la que se cern¨ªan demasiadas sombras. Dedic¨® al empe?o 10 a?os y 1,46 millones de euros que aport¨® de su propio bolsillo.
En 2010 falleci¨® el escritor. Tres a?os despu¨¦s, en septiembre de 2013, Salerno daba a conocer el resultado de sus pesquisas, recogidas en un documental de dos horas y en un volumen de 700 p¨¢ginas en el que cont¨® con la colaboraci¨®n del escritor David Shields (Los ?ngeles, 1956). Bajo el t¨ªtulo com¨²n de Salinger, libro y documental ofrecen un retrato discontinuo del escritor basado en la recuperaci¨®n de un ingente material fotogr¨¢fico, una exhaustiva recopilaci¨®n de documentos y el testimonio oral de m¨¢s de 200 testigos de su vida.
Muchas cosas sobre el personaje no eran halagadoras, pero hab¨ªa que contarlas¡±
Han pasado seis meses, tiempo suficiente para hacer balance, y el libro llega a Espa?a (Seix Barral). No han faltado las acusaciones de oportunismo, falta de rigor y sensacionalismo, pero tampoco los aplausos. Econ¨®micamente, el proyecto ha sido un ¨¦xito. ¡°El libro se vertebra en torno a los tres traumas que modelan la vida de Salinger: su participaci¨®n en la Segunda Guerra Mundial, su relaci¨®n sentimental con Oona O¡¯Neill, y el violento rechazo del mundo, motivado por sus creencias v¨¦dicas¡±, explica Salerno desde Los ?ngeles. ¡°Salinger era un ni?o rico de Park Avenue. Jam¨¢s hab¨ªa estado expuesto a ning¨²n tipo de sufrimiento. No ten¨ªa por qu¨¦ hacerlo, pero decide alistarse porque tiene una idea rom¨¢ntica de la guerra. Participa en el desembarco de Normand¨ªa y es testigo de innumerables atrocidades, la mayor de ellas, que jam¨¢s lograr¨ªa borrar de su memoria, la entrada en un campo de concentraci¨®n sobre el que flota un insoportable hedor a carne humana incinerada. Ante la inminencia de la llegada de las tropas americanas, los nazis se hab¨ªan apresurado a quemar vivos a los prisioneros jud¨ªos. Trastornado por la guerra, cuando esta termin¨® se hizo internar en un sanatorio para enfermos mentales. Es ah¨ª donde se produce la alquimia que lo convierte en escritor. Cuando sale, escribe su historia Estoy loco¡±.
Buena parte de las investigaciones de Shields y Salerno tuvo como fin tratar de caracterizar su singular¨ªsima forma de relacionarse con las mujeres. ¡°El otro trauma que lo marc¨® fue su ruptura con Oona O¡¯Neill¡±, explica el bi¨®grafo. ¡°Era una chica muy atractiva, que entre los 16 y los 18 a?os adem¨¢s de con Salinger, mantuvo relaciones con Peter Arno, el caricaturista del New Yorker, y con Orson Welles. Dej¨® a Salinger para casarse con Charles Chaplin, con quien tuvo ocho hijos y a cuyo lado se mantuvo hasta que ¨¦l muri¨®. La p¨¦rdida de Oona marc¨® la pauta de todas sus relaciones sentimentales futuras. Cuando se cas¨® con Chaplin, ella ten¨ªa 18 a?os y ¨¦l 54. Cuando Salinger conoce a Joyce Maynard, una de las mujeres m¨¢s importantes de su vida, ¨¦l ten¨ªa 54 y ella 18. El esquema se repetir¨ªa siempre. Le fascinaban las mujeres cuando conservan algo de ni?as. Mantuvo relaciones, no necesariamente sexuales, con chicas muy j¨®venes, de 15 o 16 a?os, incluso 14, como ocurri¨® con Jean Miller¡±.
Miller es, seg¨²n Salerno, uno de los logros de Salinger. ¡°Hemos sido los primeros en conseguir declaraciones directas suyas. Ten¨ªa 14 a?os y Salinger 30, cuando se conocieron en Florida. Mantuvieron un contacto muy estrecho entre 1949 y 1954. Las cartas que le escribi¨® Salinger durante ese tiempo proporcionan un retrato ins¨®litamente revelador del escritor¡±. Tampoco hab¨ªan visto la luz fotos de su ¨¦poca b¨¦lica, ¡°con los tres mosqueteros, Jack Altaras, John Keenan y Paul Fitzgerald, sus mejores amigos; ni siquiera de su primera esposa, la alemana Sylvia Welter. Falsific¨® sus papeles para traerla a Estados Unidos y luego result¨® ser colaboradora de la Gestapo¡±.
El horror vivido en la II Guerra Mundial le marc¨® para siempre
Con ser importantes, todos estos detalles palidecen frente a lo que se supone que es el logro mayor de las investigaciones realizadas con Shields: la lista completa de las obras que, seg¨²n los autores, saldr¨¢n a la luz entre 2015 y 2020. Cinco libros en total: dos ciclos de cuentos, en torno a las familias de Holden Caulfield y Seymour Glass; una novela sobre su matrimonio con Sylvia Welter; el diario de un agente de contrainteligencia, basado en los interrogatorios de prisioneros llevados a cabo por Salinger¡ y un manual sobre sus creencias v¨¦dicas. Es la parte m¨¢s cuestionada por la cr¨ªtica. ?Ha tenido Salerno acceso al material? ?Puede pronunciarse acerca de su valor literario? Como quien pisa ascuas, ¨¦l responde: ¡°No puedo contestar esa pregunta¡±.
El bi¨®grafo reacciona con firmeza cuando se le pregunta si es leg¨ªtimo violar la intimidad del escritor: ¡°No he dedicado 10 a?os de mi vida a Salinger con intenci¨®n de da?ar su imagen. Para hacer algo as¨ª, con un a?o basta. Quer¨ªamos contar la verdad, y muchas de las cosas que averiguamos no eran exactamente halagadoras, pero hab¨ªa que contarlas¡±. ?Qu¨¦ opinan los hijos del escritor al respecto? ?Qu¨¦ significa que Mathew no quisiera colaborar en el proyecto? ¡°Imposible pensar en dos infancias m¨¢s distintas. Seg¨²n Mathew, Salinger fue un gran padre. Margaret, al contrario, traz¨® un retrato devastador de su padre en sus memorias¡±.
No he dedicado 10 a?os de mi vida para hablar mal de Salinger¡±
Salerno se muestra tajante con respecto a la acusaci¨®n de sensacionalismo formulada contra Shields y ¨¦l al hilo de los cr¨ªmenes cometidos en nombre de El guardi¨¢n entre el centeno: ¡°?Qu¨¦ se supone que ten¨ªamos que haber hecho? ?Pasarlo por alto? Los asesinos de John Lennon y Rebecca Schaeffer, una actriz bell¨ªsima y muy joven, y el asesino frustrado de Ronald Reagan llevaban encima un ejemplar del libro, como si fuera un talism¨¢n maligno¡±.
De entre los muchos otros temas que aborda, Salerno resalta el tercer factor que explica el enigma de Salinger: ¡°La clave de su retirada del mundo est¨¢ en sus creencias v¨¦dicas, conforme a las cuales hemos estructurado el libro. Al morir, un familiar suyo pronunci¨® en su nombre las primeras palabras que hac¨ªa p¨²blicas en 45 a?os: ¡®Vivo en el mundo, pero no formo parte de ¨¦l¡±.
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