Fernando Vallejo, un sicario del lugar com¨²n
Tres v¨ªdeos en Internet permiten al escritor colombiano polemizar en una nueva plataforma
Suena un disparo al aire. El ruido es un pistoletazo de salida para que Fernando Vallejo, un todoterreno intelectual, lea un ensayo. Quienes no conocen a este escritor colombiano autor de La puta de Babilonia, que tambi¨¦n es un activo polemista, conviene que tomen el sonido como un aviso para ponerse en guardia. No cualquiera toma con tersura c¨®mo se arremete de igual forma contra la Iglesia que contra las leyes de la gravedad de Isaac Newton. Tres v¨ªdeos publicados en YouTube le han permitido al escritor una nueva forma de comunicarse con su audiencia.
Los tres audiovisuales, dirigidos por el cineasta mexicano de origen liban¨¦s Tufic Makhlouf Akl han logrado m¨¢s de 15.000 visitas en un par de semanas en la Internet. Las im¨¢genes, donde Vallejo, que es el ¨²nico personaje, lee un texto frente a un fondo negro, se convierten en un di¨¢logo con un escritor al que se acostumbra leer pero no a o¨ªr. ¡°Fernando tiene muchos seguidores que est¨¢n ¨¢vidos de escucharlo, de actualizarse con sus conceptos que son luces o gu¨ªas para interpretar la vida actual¡±, dice Makhlouf, un viejo amigo del colombiano.
?El proyecto, que comienza con c¨¢psulas sobre el Papa Francisco, las teor¨ªas de Charles Darwin y las leyes de la gravedad de Isaac Newton muestran las muchas inquietudes de este intelectual ¡°de amplio espectro¡±. ¡°Son temas que quer¨ªa tocar en este momento en espec¨ªfico, de forma muy inmediata. No quiere esperar a que le publiquen un libro para decir lo que tiene en mente¡±, asegura el director que tambi¨¦n ha realizado documentales del ¨¢mbito art¨ªstico mexicano.
Estos tres v¨ªdeos son los primeros en una serie de c¨¢psulas que promete dar de qu¨¦ hablar. Ya se preparan nuevas entregas. ¡°Fernando tiene muchas facetas: cient¨ªfica, de cineasta, literaria. Incluso, las pr¨®ximas van a tener momentos musicales¡±, confiesa Makhlouf, que afirma que Vallejo es un pianista de gran capacidad.
El final de cada c¨¢psula cierra con el sonido de un casquillo que cae al suelo. El disparo ha hecho lo suyo. Con cada v¨ªdeo que se acaba se fulmina un lugar com¨²n.
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