Debutar en la novela negra por aburrimiento, devoci¨®n o casualidad

La edici¨®n de este a?o de BCNegra ha estado marcada por la enorme figura del ganador del premio Pepe Carvalho, el escritor italiano Andrea Camilleri. A los 88 a?os, el creador de Montalbano conserva una espectacular lucidez y, como escritor tard¨ªo, es un gran ejemplo de los distintos caminos que puede trazar una carrera literaria. Y de las diversas maneras de llegar hasta ella.

Ivo Fornesa, Albert Gascull, Alberto Llamas y Rafa Melero solo tienen una cosa en com¨²n: han debutado recientemente en la novela y lo han hecho con una ficci¨®n criminal. Reunidos en la facultad de Comunicaci¨®n y con la moderaci¨®n de Sebasti¨¤ Bennassar, los cuatro contaron sus peripecias y dieron algunas claves para un debutante en ciernes, si es que hab¨ªa alguno entre el p¨²blico, numeroso como en cada acto de BCNegra. Fornesa, autor de El castillo de Saint-Chartier (RBA), hijo del expresidente de la Caixa, aventurero, bibli¨®filo, empresario y bon vivant se sale r¨¢pidamente por la tangente. Su novela surgi¨® de una noche de aburrimiento un 31 de diciembre, un d¨ªa esencial en una vida azarosa. ¡°?Por qu¨¦ me puse a escribir? Porque viv¨ª un tiempo en China, en la zona cercana a la frontera entre Tibet y Birmania. Las noches son interminables, me aburr¨ªa mucho y me puse a leer y luego a escribir y una cosa llev¨® a la otra¡±. Su novela trata sobre un asesinato ocurrido en el castillo franc¨¦s en el que vive. ¡°El sitio es interesante y bonito, pero es una zona rural, una mierda abandonada por el gobierno central. El castillo se supone que tiene un tesoro que no encuentro por m¨¢s que cabo¡±, asegura con un torrente de voz inagotable y entre las carcajadas del respetable. ?Consejos para un debutante? ¡°Empezar, engolosinarse y terminar¡±. Asegura sin m¨¢s. ?El estilo? ¡°No me preocupa. Publico lo que me da la gana. De todas maneras las editoriales meten luego mano hasta en el refajo, as¨ª que si hay algo mal ya lo arreglar¨¢n¡±.

Cuatro historias, cuatro caminos distintos hacia la novela negra. Y cuatro formas de afrontarlo. Qu¨¦dense con sus nombres

La casualidad juega un papel interesante en la literatura. David Peace, aclamado autor de Tokyio A?o cero y el cuartero de Ridding cambi¨® toda su idea sobre la novela que intentaba cuando se encontr¨®, en una librer¨ªa de viejo en ingl¨¦s en Tokio, donde andaba exiliado y sin rumbo, las obras completas de James Ellroy. Por casualidad lleg¨® Albert Gasull a la novela negra. Este arquitecto ha publicado Malas artes (Emp¨²ries), una novela sobre el mundo que mejor conoce, el de la burbuja inmobiliaria y la ostentaci¨®n y sobre lo r¨¢pido que la gente se acostumbra a la buena vida, pueda permit¨ªrselo o no. Algo de eso hemos visto ¨²ltimamente por Espa?a y la novela negra, tan pegada a la vida, es uno de sus mejores reflejos. Cuando se le pregunta por la clave para llegar a publicar aporta algo esencial en una ¨¦poca donde se est¨¢ publicando tanto y tantas veces, demasiadas, de manera injustificada: dedicaci¨®n, mucha dedicaci¨®n y horas y horas de trabajo.

Rafa Melero ha decidido seguir los pasos de V¨ªctor del ?rbol y escribir desde su experiencia como mosso d¡¯esquadra. Si el autor de Respirar por la herida pudo dejar los fuerzas de seguridad y dedicarse en pleno a escribir, Melero no sabe si ser¨¢ posible. Ha escrito La ira del F¨¦nix (C¨ªrculo Rojo) y prepara ya la segunda obra. ¡°Tengo la suerte y la desgracia de haber visto mucho y de haber conocido a psic¨®patas y trato de reflejarlo y de mostrar las investigaciones del mundo que conozco. Pero, ojo, esta novela no es un manual de mosso¡±, asegura. Diametralmente opuesta es la trayectoria de Alberto Llamas. El periodista malague?o ha llegado a la novela negra con El Asunto Melkano (Unomasuno), una obra protagonizada por un detective novato e ingenuo que no sabe m¨¢s de la investigaci¨®n y del mundo detectivesco que lo que conoce el propio autor. ?Su consejo? Alejarse del perfeccionismo y perseverar en el intento. Como se puede comprobar, hay manuales para todos los gustos.

Cuatro historias, cuatro caminos distintos hacia la novela negra. Y cuatro formas de afrontarlo. Qu¨¦dense con sus nombres. Nunca se sabe: otros que pasaron por esa mesa han vuelto a Barcelona con un nombre y una obra. Otros muchos, no.