Jos¨¦ Ignacio Wert, ministro quemado
Lo que hay entre el mundo del cine y este ministro del Gobierno de Espa?a es un hast¨ªo que raya en lo insoportable. Y lo peor es que da la sensaci¨®n de que la cosa es mutua

Varios millones de personas se habr¨¢n levantado hoy a las cinco, a las seis, a las siete, a las ocho o a las nueve para lo de siempre, para sus miserias, que tambi¨¦n son sus fortunas: bostezar, tomarse un caf¨¦, comentar dos o tres cosas de la gala de los Goya si es que la vieron, o de la Liga, o de la Infanta, o de los brotes verdes, o de los brotes de ajo, meterse bajo el chorro de la ducha, canturrear o no, besar a la parienta o al pariente, a los churumbeles si los hay, coger el coche, el bus, el metro, la moto, el avi¨®n, el tren, el barco, el globo aerost¨¢tico y hasta los mism¨ªsimos pies y largarse al pu?etero curro. O dicho de otro modo, por ejemplo, dicho desde el drama de tantos miles y miles de espa?oles que no tienen empleo, dirigir sus pasos al bendito puesto de trabajo. El com¨²n denominador entre tanta hormiga disfrazada de ser humano es que tod@s se habr¨¢n/nos habremos dispuesto para la reanudaci¨®n del ritual: en unos casos, aparcar el des¨¢nimo para poder buscar trabajo; en otros, afrontar con ¨¢nimo las siete u ocho situaciones poco o nada apetecibles que la ¡ªrep¨ªtase, bendita¡ª jornada laboral depara cada d¨ªa y no digamos cada lunes. Los de arriba nos llevan por la calle de la amargura, los de abajo nos hacen pensar a veces en ejecuciones sumarias, aunque ¡ªvenga, hombre, reconozc¨¢moslo solo por un d¨ªa¡ª la culpa suele ser nuestra¡
Y tambi¨¦n habr¨¢ este lunes quien recurra al sabio arsenal de la picaresca espa?ola, ese que tanta gracia les hace a algunos y que tanto tiempo y con tanta intensidad lleva arruinando la marcha diaria de este pa¨ªs y, por la v¨ªa del Lazarillo de Tormes o similares, se busque la vida en forma de pretexto, se descuelgue del proyecto com¨²n, salga por peteneras, tome las de Villadiego y pronuncie calladamente, pero bien satisfecho de su ingenio, aquello de ¡°hoy no estoy ni se me espera¡±.
Es el caso de Jos¨¦ Ignacio Wert, ministro de Cultura ¡ªadem¨¢s de Educaci¨®n y Deportes¡ª del Gobierno de Espa?a.
En efecto, ni estuvo Wert ni se le esper¨® ayer en la gala de los Goya, de la que se descolg¨® no sin previo aviso, pero s¨ª con un indefendible previo aviso de tres d¨ªas. Lo que solemos llamar ¡°el cine espa?ol¡± expres¨® en los d¨ªas previos, y volvi¨® a hacerlo ayer, su sincera indignaci¨®n ante la espantada del ministro Wert, cristalina met¨¢fora del probo funcionario obsesionado no tanto por serlo como por parecerlo. Pero se?or ministro, para releer el As¨ª es si as¨ª os parece ya tenemos a Pirandello. Otra cosa es preferir a Maquiavelo.
Una cosa qued¨® clara en la noche del hotel Audit¨®rium: lo que hay entre el mundo del cine, y casi podr¨ªa decirse de la cultura, y este ministro del Gobierno de Espa?a es un hast¨ªo que raya en lo insoportable. Y lo peor es que da la sensaci¨®n de que la cosa es mutua. En este sentido, Wert, adem¨¢s de parecer estar quemado (con el cine, con que le abucheen), parece, despu¨¦s de la noche de ayer, un ministro quemado. Lo que no es lo mismo.
Y si resulta que la gente va al curro, coge la piqueta y se traga los sapos y las culebras que hagan falta en la antip¨¢tica sucesi¨®n de los d¨ªas o del inquietante insomnio de las noches y luego ve que un ministro del Gobierno de Espa?a se disfraza de Juan Tamariz y se saca de la chistera una cita en Londres para no estar en los Goya ¡ªporque el viaje de Wert a Londres SOLO ha sido para no estar en los Goya: ahora hemos sabido que fue ¨¦l quien convoc¨® la reuni¨®n hace cosa de una semana¡ª pues entonces ese ministro tiene que irse si conserva en el zurr¨®n algo de dignidad. A no ser que quede demostrado de forma fehaciente que la entrevista en Londres era capital para los intereses de este pa¨ªs.
La 'Operaci¨®n Cable' (por Vince Cable) traer¨¢ consecuencias: el divorcio cineastas-Gobierno pasar¨¢ a ser algo peor
La fiesta de los Goya es eso, una fiesta, pero a la vez es una de las dos o tres convocatorias m¨¢s importantes del a?o para quien lleva la cartera de Cultura. Es, adem¨¢s, un escaparate indispensable para que ciertas pel¨ªculas ¡ªlas premiadas¡ª cobren nueva vida en la taquilla, y tambi¨¦n en eso podr¨ªa haber servido como aval la presencia de un ministro. La abusiva mezcla de picaresca y autoenga?o que ha encerrado lo que de ahora en adelante llamaremos Operaci¨®n Cable (de Vince Cable, el secretario de Estado brit¨¢nico que recibir¨¢ a Wert a petici¨®n de Wert) traer¨¢ consecuencias: el divorcio cineastas-Gobierno pasar¨¢ a ser algo peor. Algo como La guerra de los Rose, por seguir hablando de cine.
Han sido numerosos en el tiempo los ejercicios de victimismo, manipulaci¨®n, ego¨ªsmo, egolatr¨ªa, mentira e inquinas en la familia del cine espa?ol. Como en otras. Pero ni este ni ning¨²n gobierno de la ceja o de la barba deber¨ªa cometer la insensatez de convocar un guateque el mismo d¨ªa en que hay reuni¨®n de trabajo. Al hacerlo, Wert ha insultado a muchos ganadores y perdedores de los Goya.
La situaci¨®n actual del cine espa?ol, sus cifras a la baja, sus envidias, sus miedos, sus malos resultados en taquilla en 2013, su falta de tejido industrial, sus dudas a la hora de bajar el precio de las entradas y su end¨¦mica incapacidad para concitar de un modo estable y continuado el inter¨¦s del p¨²blico requer¨ªa al menos, requiere, la presencia de s¨ªmbolos. Un ministro de Cultura deber¨ªa ser un experto en simbolog¨ªa, y no solo el cliente last minute de un Madrid-Londres.
Una bajada del IVA hubiera sido un s¨ªmbolo. El anuncio de un peque?o aumento de generosidad en las exenciones fiscales para el cine hubiera sido un s¨ªmbolo. Estar en el patio de butacas de los Goya y sonre¨ªr bajo el chaparr¨®n hubiera sido un s¨ªmbolo.
Pero largarse a Londres s¨ª que ha sido un s¨ªmbolo. Todo un s¨ªmbolo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
