Diego Luna, ¡°Desde luego, un psiquiatra ahondar¨ªa en m¨ª¡±
El actor y director presenta en Berl¨ªn el documental 'C¨¦sar Ch¨¢vez, su tercer trabajo detr¨¢s de la c¨¢mara
Durante el tiempo que vivi¨® Diego Luna (M¨¦xico DF, 1979) en Los ?ngeles ¡ªall¨ª naci¨® su hijo mayor¡ª, el actor y director descubri¨® bastantes calles, grafitis y murales dedicados a C¨¦sar Ch¨¢vez. Empez¨® a investigar la figura del sindicalista de origen hispano y nacido en Yuma (Arizona), el hombre que logr¨® derechos para los braceros que recog¨ªan la uva en California a inicios de los sesenta, una lucha de un lustro que incluy¨® un boicot contra esa fruta, y que incluy¨® la huelga de hambre de Ch¨¢vez. Un l¨ªder que lleg¨® a ser portada de Time,pero que pocos hoy recuerdan.
?¡°Estados Unidos es un pa¨ªs que cuenta la historia de todos sus h¨¦roes y las festeja. El resto del mundo no somos as¨ª: y tambi¨¦n las tenemos. Incluso hay pel¨ªculas hollywoodienses sobre hechos normales que gracias al celuloide devienen en heroicos. Bueno, pues a pesar de todo esto, nunca se hab¨ªa hecho un filme sobre C¨¦sar Ch¨¢vez, porque ¨¦l es una verdad inc¨®moda, porque procede de una comunidad que el resto no acaba de aceptar¡±, explica Luna.
Por eso se convirti¨® en el protagonista del segundo largo de ficci¨®n de Luna tras su espectacular debut con Abel (su tercer trabajo si se incluye el documental J. C. Ch¨¢vez), titulado, casi obligadamente, C¨¦sar Ch¨¢vez. Ayer se estren¨® en las Galas Especiales de la Berlinale, pero m¨¢s de uno se pregunt¨® c¨®mo no estaba en la Secci¨®n Oficial. ¡°No podr¨ªa imaginarme hoy la presi¨®n del concurso. Cuando empec¨¦ a rodar, yo no estaba personalmente preparado. Pero esa sensaci¨®n de la historia y que yo mismo sent¨ª en el rodaje, de ir contra algo que me permit¨ªa avanzar, ha ayudado mucho al resultado final¡±.
Diego Luna ha encontrado su chispa como director. Tanto que ahora se siente mejor realizador que actor, o al menos ha decidido tomarse la interpretaci¨®n de forma m¨¢s pausada. ¡°Es la primera vez que estoy de promoci¨®n y no tengo algo m¨¢s rodado, a punto de estrenar. En realidad, como actores no contamos nuestras historias, y si lo intentamos, molestamos a quien tiene que ser el autentico narrador: el director. Sent¨ª que empezaba a molestar en los plat¨®s demasiado y, ahora, tras dirigir, estoy m¨¢s tranquilo, me dejo llevar m¨¢s¡±. Con C¨¦sar Ch¨¢vez, el realizador remueve la herida latina en Estados Unidos. ¡°F¨ªjate, la gente cree que era mexicano, y naci¨® en Arizona. M¨¢s a¨²n, cuando se traslad¨® a California a apoyar a los braceros tuvo que mejorar su espa?ol¡±. Lo mismo le ocurri¨® a Michael Pe?a, que le encarna en la pantalla: nacido en Chicago, ha redescubierto su cultura hispana. ¡°No es casualidad que quienes produzcamos la pel¨ªcula seamos una compa?¨ªa mexicana, con oficina en California. Signo de los tiempos. Y hemos rodado casi todo en M¨¦xico porque all¨ª ten¨ªamos la libertad¡±, cuenta Diego Luna.
A pesar del triunfo de Ch¨¢vez, muchos testigos de aquellos acontecimientos, explica, ¡°siguen sin comer uva¡±. Fallecido en 1993, al sindicalista le preocupaba su legado. ¡°Es una pel¨ªcula de padres e hijos. C¨¦sar le explica sus pasos e intenta recomponer su relaci¨®n con su hijo mayor, su antagonista, el portavoz de los terratenientes [John Malkovich], tambi¨¦n piensa en lo que heredar¨¢ su familia. S¨ª, al final busqu¨¦ conexiones entre ellos y con el p¨²blico¡±.
?Sus pel¨ªculas no acaban centr¨¢ndose siempre en relaciones paternofiliales? ¡°Un psiquiatra, desde luego, ahondar¨ªa en m¨ª. Me llevo bien con mi padre, pero es cierto que me hice actor bebiendo de su mundo¡±. De C¨¦sar Ch¨¢vez queda una imagen sincera, con sus defectos y su humanidad. ¡°Fue un gran hombre, pero tambi¨¦n cometi¨® errores. Y tuvo detr¨¢s a Dolores, su esposa, que era una adelantada a su tiempo, al machismo latino, y que en muchos momentos fue su motor¡±.
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