¡®Bluegrass¡¯ para corazones tatuados

Existe un modelo de pel¨ªcula que parece llevar escrito en la frente su vocacional o inevitable condici¨®n de futuro premio del p¨²blico en un festival cinematogr¨¢fico. Trabajos estrat¨¦gicamente dise?ados como objetos de seducci¨®n ef¨ªmera, incapaces de dejar huella perdurable, pero implacables a la hora de beneficiarse de la benevolencia del respetable cuando ha encontrado en ellos un oasis de ligereza en el seno de una programaci¨®n radical o una celebraci¨®n m¨¢s o menos eficaz e impactante de valores coyunturales. Candidata belga al ?scar a la mejor pel¨ªcula de habla no inglesa y Gran Premio del P¨²blico en la pasada edici¨®n del Festival de Cine Europeo de Sevilla, Alabama Monroe, cuarto largometraje de Felix Van Groeningen, responde a la perfecci¨®n a ese perfil, mediante su habilidad para vestir de supuesta sofisticaci¨®n ¡ªuna estructura narrativa discontinua, pero descifrable; una banda sonora bluegrass que parece reclamar a gritos una inmediata inyecci¨®n v¨ªa iPod¡ª su calculado simulacro de profundizaci¨®n en grandes temas: el amor, el desamor, la vida, la muerte (infantil), la fe, el silencio de Dios y todo lo dem¨¢s, junto a un generoso suministro de barbas y pieles tatuadas.

Basada en el espect¨¢culo m¨²sico-teatral The Broken Circle Breakdown Featuring the Cover-Ups of Alabama que coescribi¨® el propio protagonista de la pel¨ªcula Johan Heldenbergh con la actriz Miekke Dobbels ¡ªcuyo papel sobre el escenario hereda Veerle Beatens en la pantalla¡ª,?Alabama Monroe no ahorra ni uno solo de los golpes bajos del m¨¢s atroz sentimentalismo indie que pueda contener su metraje. Hay convicci¨®n y fuerza en los actores y buena mano ejecutora en Van Groeningen, tambi¨¦n una banda sonora carism¨¢tica, pero todo puesto al servicio de una falsa trascendencia que quiz¨¢ resultase menos evidente bajo la forma esc¨¦nica de concierto comentado, sobre un amor tocado por la fatalidad, que dio origen al proyecto.