Baroja y Gald¨®s celebran el tercer centenario de la Real Academia

La Real Academia Espa?ola no cumple 300 a?os todos los d¨ªas, pero lo parece: los fastos est¨¢n siendo acordes al aniversario que se celebra. A la fiesta, que empez¨® el pasado septiembre y se prolongar¨¢ hasta finales de 2014, van a ir todos: desde los j¨®venes, a trav¨¦s de un concurso de redacci¨®n en los colegios, hasta los abuelos. Esta ma?ana, Baroja, P¨¦rez Gald¨®s, Delibes y Ayala han hecho acto de presencia, por fin, en la sede de la Academia. No en su forma f¨ªsica, pues ya abandonaron, tristemente, sus asientos de acad¨¦micos (el ¨²ltimo en fallecer fue Delibes en 2010), sino en esa forma de eternidad que es la literatura. La casa de la lengua espa?ola ha presentado la Colecci¨®n III Centenario, que edita, a trav¨¦s de Alfaguara, cuatro novelas estandarte de la narrativa en espa?ol de los siglos XIX y XX: La busca (P¨ªo Baroja), Misericordia (Benito P¨¦rez Gald¨®s), El camino (Miguel Delibes) y Muertes de Perro (Francisco Ayala, fallecido en 2009).

La colecci¨®n, en palabras del secretario de la Real Academia, Dar¨ªo Villanueva, pretende cumplir el reglamento de la instituci¨®n, que indica que una de sus funciones es ¡°facilitar ediciones que sean correctas, asequibles [12,90 euros en este caso] y que est¨¦n dignamente presentadas¡±. Los cuatro t¨ªtulos incluyen, adem¨¢s del texto de las primeras ediciones, dos estudios introductorios (uno a cargo de un acad¨¦mico novelista y otro a cargo de un cr¨ªtico), bibliograf¨ªa y, como no pod¨ªa ser menos en la f¨¢brica del diccionario, un glosario. Todo, siguiendo el dise?o de Pep Carri¨®, que mediante fotograf¨ªas y colores vivos trata de dotar de modernidad a los cl¨¢sicos.

La colecci¨®n persigue ¡°facilitar ediciones correctas, asequibles y? dignamente presentadas¡±

Dos de las novelas, La busca y Misericordia, fueron presentadas el pasado octubre en El VI Congreso Internacional de la Lengua Espa?ola en Panam¨¢, El camino ser¨¢ editado en mayo y Muertes de perro, en octubre. Sudam¨¦rica, sin embargo, no ver¨¢ los libros en papel. All¨ª llegar¨¢ solo la edici¨®n en formato electr¨®nico para, como ha indicado Pilar Reyes, responsable de Alfaguara, ¡°no entrar en conflicto con el editor original¡±. La intenci¨®n de la instituci¨®n es seguir publicando dos t¨ªtulos al a?o del mismo corte en la medida de lo posible.

Con la colecci¨®n reci¨¦n nacida, o a medio nacer, es dif¨ªcil saber cu¨¢l ser¨¢ la t¨®nica para los t¨ªtulos que se sumen a los cuatro existentes. Los protagonistas de esta edici¨®n, hasta ahora, son autores fallecidos y acad¨¦micos de la lengua, pero la organizaci¨®n no se atreve a decir que esta t¨®nica vaya a seguirse tambi¨¦n en el futuro. M¨¢s probable parece que los prologuistas sigan siendo novelistas y acad¨¦micos en activo especialmente ligados a la obra del autor al que hacen de teloneros. Es el caso de Soledad Pu¨¦rtolas para Baroja, Antonio Mu?oz Molina y P¨¦rez Gald¨®s, Luis Mateo D¨ªez y Delibes o Jos¨¦ Mar¨ªa Merino para Ayala.?

"Soy barojiana desde una edad relativamente temprana. Fue la puerta por la que entr¨¦ en la literatura, y la puerta por la que sal¨ª". Soledad Pu¨¦rtolas?se uni¨® a P¨ªo Baroja, primero, por "su reivindicaci¨®n de la naturalidad", pero, de forma m¨¢s material, por su llegada Madrid. Cuando la autora (Queda la noche, La vida oculta) pis¨® la capital por primera vez a sus 14 a?os, reci¨¦n llegada de Zaragoza, adquiri¨® de manos de Baroja todo el pasado de esa gran urbe que desconoc¨ªa. Azor¨ªn sentencia por boca de Pu¨¦rtolas: "Cuando se lee un libro de Baroja tenemos la sensaci¨®n de que estamos andando, y de que en estas andanzas la vida, intensa vida, nos circunda".

La voz de Luis Mateo D¨ªez ensalza de la misma manera a su representado: en sus palabras, Delibes renace como "un escritor de la mirada y el o¨ªdo" con "una viveza especial que le acerca a la belleza de las palabras". El camino, para tantos lectores espa?oles, es el relato primordial sobre la infancia que se rompe ante la muerte y deja de ser "un universo personal, reino de la inocencia".

El lazo de la colecci¨®n con la otra patria del espa?ol, Latinoam¨¦rica, es Francisco Ayala y la "novela de dictador" Muertes de perro, enmarcada, seg¨²n Merino, en la tradici¨®n de Tirano Banderas (Valle-Incl¨¢n) que se cierra con La fiesta del chivo (Vargas Llosa). El relato del abuso de poder y la corrupci¨®n, tristemente vigente, se ha vuelto m¨¢s "esperp¨¦ntico" con el tiempo seg¨²n su prologuista, algo que a?ade sombras a su "atm¨®sfera opresiva, sarc¨¢stica y grotesca".

Misericordia, de P¨¦rez Gald¨®s, ese relato de las clases humildes del Madrid del XIX, cierra la en¨¦sima fiesta de cumplea?os de la Academia, y es su director, Jos¨¦ Manuel Blecua, a falta de Antonio Mu?oz Molina, quien apaga las velas. Es el momento de hablar del maestro entre maestros, es el momento de hablar de Cervantes y el surco que deja en el autor de Fortunata y Jacinta. Empezando por los nombres: "son significativos en esta tradici¨®n literaria en la que no hay nada inocente. Uno que es muy tranquilo se llama Pl¨¢cido. Cuando Rosal¨ªa, desesperada, va a buscar consuelo, acude a una amiga que se llama Refugio". ?Y Benina, la protagonista de Misericordia? "Benigna se llama Benina, ha perdido el grupo culto, pasa al grupo consonante m¨¢s vocal, que es el m¨¢s habitual en castellano". Qu¨¦ mejor manera de llegar al fin de fiesta mezclando literatura y pronunciaci¨®n en la casa de la lengua espa?ola.