Ese amor virtual, esa soledad
Me acerco a 'Her' con la sospecha de que mi paciencia no va a resistir hasta el final Y sin embargo salgo conmovido
Contaba Leo Ferr¨¦, aquel poeta delirante y salvaje, m¨²sico excelso, que alguna vez aull¨® en ese torrente inclasificable con forma de canci¨®n titulada Il n¡¯ y a plus rien: ¡°Mozart muri¨® solo, acompa?ado a la fosa com¨²n por un perro y sus fantasmas, a todo el mundo le dio por culo saber esto¡±. Tambi¨¦n asegur¨® que con el tiempo todo se acaba, que se olvidan los recuerdos, que con el tiempo, ya no se ama. Y habl¨® de la soledad en sus m¨²ltiples formas, encarn¨¢ndose en una especie de ¡°m¨¦t¨¨que¡± existencial que gritaba: ¡°Soy de otro pa¨ªs que el vuestro, de otro barrio, de otra soledad¡±. Y fue m¨¢s lejos en ese maximalismo sobre el aislamiento interior al afirmar con esa voz de seda: ¡°Convendr¨ªa que la gente solo se conociera cuando est¨¢ disponible, a ciertas horas p¨¢lidas de la noche, con problemas de hombres, con problemas de melancol¨ªa". ¡°Nunca estoy solo con mi soledad¡±, susurraba Moustaki.
HER
Direcci¨®n: Spike Jonze.
Int¨¦rpretes: Joaquin Phoenix, Amy Adams, Scarlett Johansson.
G¨¦nero: drama. EE UU, 2013.
Duraci¨®n: 126 minutos.
Y se preguntar¨¢ el lector de esta presunta cr¨ªtica de cine a qu¨¦ diablos vienen estas gratuitas citas sobre la soledad, sobre ese temible asaltante nocturno (tambi¨¦n diurno, pobres de aquellos a los que no deja tregua ni en el sue?o y adem¨¢s son pobres), sobre la intolerable sensaci¨®n de que son algo constante o escurridizo en la supervivencia de tanto n¨¢ufrago. Creo que tiene mucho que ver con una pel¨ªcula extra?a, intensa, emotiva que se llama Her, a la cual me acerco con la sospecha de que mi paciencia no va a resistir hasta el final y de la cual salgo conmovido.
La dirige Spike Jonze, un se?or hipersensible y vocacionalmente ins¨®lito, que ha establecido desde su primera pel¨ªcula una comunicaci¨®n ¨ªntima con los modernos, esos farsantes de cualquier ¨¦poca cuyos miembros m¨¢s listos saben reciclarse, el gremio que m¨¢s asco me ha dado desde siempre junto a los curas y los pol¨ªticos. Un director venerado por la cr¨ªtica y que ha colaborado varias veces en el guion de sus pel¨ªculas con otro atormentado y prestigioso investigador de la guerra de sexos llamado Charlie Kaufman.
Comienza describiendo el sufrimiento interminable de una separaci¨®n, de un tipo del nuevo mundo cuya profesi¨®n es escribir cartas mod¨¦licas intentando aliviar o solucionar asuntos afectivos de gente con problemas que ellos son incapaces de expresar y que se siente roto cuando acaba su trabajo y debe enfrentarse a su soledad. Esta parecer¨¢ desaparecer cuando una mujer virtual, sensual, divertida, infinitamente comprensiva, inicie un idilio perfecto con el que sent¨ªa que su coraz¨®n era una ciudad destruida, sin murallas, condenado a la resignaci¨®n m¨¢s tr¨¢gica.
S¨¦ que es muy normal entre gente normal encontrar conocimiento, compa?¨ªa, curiosidad, sexo, amor duradero e incluso hijos a trav¨¦s de Internet, estableciendo lazos ¨ªntimos con alguien que no has visto, ni olido, ni intuido. Pero puedes establecer una relaci¨®n apasionante, real y perdurable a trav¨¦s de un ordenador. El protagonista de esta pel¨ªcula tan triste acceder¨¢ a la seducci¨®n mutua, el deseo, la compa?¨ªa, la plenitud, los celos, las dudas, sentirse acompa?ado y amado, el crep¨²sculo, el final, a trav¨¦s de alguien que no existe, maravillosamente programado, intocable, profesional, perfecto. Y me causa desasosiego, entendimiento y compasi¨®n lo que narra Spike Jonze y su estilo al hacerlo. Incluso llego a querer a ese buen actor, cuyo atormentado y exhibicionista estado interior casi siempre me crispa, llamado Joaquin Phoenix. Y qu¨¦ voz la de Scarlett Johansson. Es la sensualidad, la sofisticaci¨®n, la clase. Qu¨¦ peligro los amores virtuales.
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