Mentiras piadosas de las ciudades europeas, dibujadas a vuelo de p¨¢jaro
La evoluci¨®n iconogr¨¢fica de las urbes es el hilo conductor de la exposici¨®n en el Museo Correr
Tras haber trepado al campanario de la Plaza de San Marcos, el pintor Jacopo de Barbari retrat¨® a vuelo de p¨¢jaro la primera vista in¨¦dita y completa de Venecia. Sucedi¨® en 1500 y dej¨® a todos boquiabiertos por la dimensi¨®n ¡ªde 1345 por 2820 mm¡ª, el detalle, la precisi¨®n y la capacidad de sintetizar todos los elementos en una ¨²nica obra, que se convertir¨ªa en el primer retrato de la vieja urbe. Gracias a ¨¦l sabemos hoy entre otras cosas que posee forma de pez. La obra es el punto de partida de la exposici¨®n, La imagen de las ciudades europeas, del Renacimiento al Siglo de las Luces, en el Museo Correr, abierta hasta el 18 de mayo.
La haza?a de Jacopo de Barbari (Venecia, 1450-1512) sigue asombrando a quienes entran al Correr. La revoluci¨®n del autor consiste en haber aplicado la perspectiva ¡ªinvenci¨®n de Filippo Brunelleschi¡ª para representar casas, palacios, puentes, canales, iglesias, en tres dimensiones sobre un plano real. Pero no todo lo que vemos en el papel es cien por ciento objetivo. ¡°La vista de Barbari es de una precisi¨®n incre¨ªble. Su habilidad radica en que logra ocultar los errores que est¨¢ obligado a cometer, por lo tanto, el mapa no puede ser verdadero, pero debe ser veros¨ªmil. El artista que logra enga?arnos¡±, explica a EL PA?S, el comisario Cesare de Seta, arquitecto y escritor, experto en el tema, tan raro en exposiciones temporales y muy poco estudiado en la bibliograf¨ªa contempor¨¢nea.
En la obra de Barbari no aparece por ninguna parte el le¨®n alado, pues no fue encargada por la Rep¨²blica Seren¨ªsima de Venecia, sino m¨¢s bien por un rico y visionario editor alem¨¢n. En la Alemania de entonces, la invenci¨®n de la imprenta era la novedad del momento y se hab¨ªan puesto de moda los libros de ciudades, que eran lo que hoy conocemos como gu¨ªas de viajes. Pero la idea de ver una ciudad desde el cielo, a gran escala y en perspectiva, sonaba muy bien. Los editores alemanes aprovecharon el nicho de mercado, y fue as¨ª como los retratos de ciudades se convirtieron en un arte y en un instrumento de persuasi¨®n pol¨ªtica, a lo largo y ancho de Europa.
Quien se acerque al Museo Correr podr¨¢ ver por primera vez juntas, 60 vistas y mapas de Madrid, Florencia, Venecia, Varsovia, Roma, Colonia, Sevilla, Par¨ªs, Linz, N¨¢poles, Londres... El espectador viaja en el tiempo, a trav¨¦s de un recorrido cronol¨®gico en el que descubre c¨®mo los retratos urbanos eran un medio eficaz para mostrar los encantos y las riquezas de las mayores ciudades europeas. ¡°La imago urbis se convierte en una especie de manifiesto de las ambiciones de reyes, papas y pr¨ªncipes con el fin de ilustrar al mundo el poder econ¨®mico y la belleza, la potencia militar y la prosperidad de su gente. Serv¨ªan adem¨¢s para cobrar impuestos, proteger nuevos palacios y castillos, crear acueductos y calles¡±, explica el comisario.
La exposici¨®n no se concentra solo en la representaci¨®n de las vistas, sino m¨¢s bien en el concepto del retrato de la ciudad. Hay muchos mapas de ciudades, ¨²tiles para entender c¨®mo se extendi¨® la pasi¨®n de retratar una urbe y c¨®mo, poco a poco se transform¨® en un g¨¦nero que involucr¨® a pintores y arquitectos, que, sin saberlo, se especializaban en la nueva ciencia de la representaci¨®n urbana. La moda de las vistas tambi¨¦n llega a Espa?a y se convierte en la obsesi¨®n de Felipe II, que encarga al pintor flamenco Anton van de Wyngaerde una serie de vistas con ¡°efectos pict¨®ricos¡± para mejorar el aspecto de las ciudades. Rivales y enemigos intentaron copiar los 63 retratos de 53 ciudades, firmadas por Wyngaerde, entre ellas Toledo, Burgos, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Sevilla, Segovia y M¨¢laga. En una de las paredes de las muestras cuelga el gran mapa de la capital espa?ola, Madrid, obra creada en 1656 por Pedro Texeira. Dadas sus dimensiones (1690 por 2925 mm) es considerada una pintura, m¨¢s que un instrumento de consulta, y sin duda alguna ¡°una verdadera obra maestra¡±, comenta De Seta. El mapa a vuelo de p¨¢jaro de Texeira pertenece a la colecci¨®n del Museo Correr y ha sido restaurado para la exposici¨®n.
Del mapa de Madrid se pasa a la ¨²ltima secci¨®n de vistas. Hay una de Francisco Pacheco, Fernando III rey de Castilla conquista Sevilla (16?25-1650) y dos de Florencia de Gaspar van Wittel (1698). Por ¨²ltimo, dos obras magn¨ªficas de Bernardo Bellotto, sobrino y aprendiz preferido de Antonio Canal, o bien, Canaletto. Se trata de Vista de Varsovia desde la terraza del castillo real (1773) y Vista de la calle Krakowskie Przdmiescie (1774), seg¨²n De Seta, obras imprescindibles.¡°Bellotto no era tan h¨¢bil retratando la arquitectura, m¨¢s bien era un gran narrador. No obstante, sus vistas, reales o no, fueron esenciales para la reconstrucci¨®n de Varsovia¡±.
Tras el viaje a los retratos de ciudades, se atraviesa un pasillo que conecta con otra exposici¨®n, que es toda ¡°una ducha de arte contempor¨¢neo¡±, como la define la directora de los Museos C¨ªvicos de Venecia, Gabriela Belli. Y aqu¨ª se cambia completamente de registro para admirar hasta el 2 de junio, L¨¦ger, la visi¨®n de la ciudad contempor¨¢nea 1910-1930, que re¨²ne 100 pinturas concedidas por el Museo de Filadelfia y constituye la primera retrospectiva en Italia. No podr¨ªa faltar el famoso cuadro del pintor franc¨¦s Fernand L¨¦ger (1881-1955) La Ville, una obra de grandes dimensiones, que ¡ªcomo el mapa de Venecia a vuelo de p¨¢jaro de Barbari¡ª influir¨¢ a una generaci¨®n de artistas. Y, en el caso de L¨¦ger, sus retratos originales se convierten en un manifiesto de la pintura. A fin de cuentas, su obra inspir¨® la poes¨ªa, el cine, el teatro, la literatura y la publicidad.
Babelia
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