Risto Mejide no es el anti?vole

Todos conocemos a alguien que se presenta as¨ª: "Yo es que soy franco, directo, sincero. Voy siempre de frente y lo digo todo a la cara". A uno estas palabras le invitan a prepararse para lo peor, pero los de esa pasta siempre encuentran su p¨²blico. Operaci¨®n Triunfo hall¨® en 2006 petr¨®leo en Risto Mejide, creativo publicitario, como miembro ¨¢cido y cruel del jurado, capaz de hacer llorar a los concursantes. Ese papel con l¨¢tigo sigui¨® funcionando en T¨² s¨ª que vales, porque da m¨¢s juego un examinador grosero y de lengua afilada que, pongamos, un Bustamante amigo de todos y que sufre porque solo puede ganar uno. Risto (¨¦l dice que significa Ricardo en fin¨¦s, pero en realidad equivale a Cristiano en esa lengua) tambi¨¦n presume de dar motivos de enfado a sus jefes, lo que explica sus idas y venidas, o su retirada de la televisi¨®n que proclam¨® en 2011.

Mejide es muy popular en este pa¨ªs donde gustan tanto los comentaristas crispados. Se supone que a muchos les gustar¨ªa imaginarse como ¨¦l, as¨ª de seguro, cantando las cuarenta a quien haga falta. Pero el h¨¢bitat natural de este personaje es el mundo del entretenimiento, no el de la informaci¨®n, y el salto es arriesgado. Que sea la mejor f¨®rmula para competir desde Cuatro con el exitoso Salvados de Jordi ?vole en La Sexta es lo que se puso a prueba la noche de este domingo. Viajando con Chester (por el cl¨¢sico sof¨¢ ingl¨¦s en que se hacen las entrevistas, no por el tabaco) aumenta as¨ª la competencia en la franja estelar del fin del fin de semana, en la que tantas propuestas se han estrellado.

Preventivamente, Mejide escribi¨® antes del duelo que no considera a ?vole su rival, y que lo cree m¨¢s grande que ¨¦l. No era buen d¨ªa para enfrentarse al antiguo Follonero, de humorista a periodista, quien bati¨® su r¨¦cord de audiencia con ese documental en que dec¨ªa que el 23-F era mentira, lo que al final tambi¨¦n era mentira. El especial de Salvados, ficci¨®n tramposa pero de factura impecable, se llev¨® un 23,9% de la boquiabierta audiencia frente a un 9,5% de Viajando con Chester, en todo caso bien por encima de la media de su cadena.

El primero en desfilar por el sof¨¢ fue Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Fiel a la impertinencia que se espera de ¨¦l, el de las gafas de sol le lanz¨® todo tipo de dardos: le llam¨® Bambi, populista, se dirigi¨® a ¨¦l en ingl¨¦s, le dijo que lleg¨® a presidente gracias a un atentado, que enga?¨® al pa¨ªs sobre la crisis, que traicion¨® a todos. Zapatero exhibi¨® talante ("yo de eso no tengo", admiti¨® Mejide) y respondi¨® con serenidad a casi todo, aunque sorte¨® asuntos como la vida privada del Rey ("le tengo gran cari?o"). El nivel del debate cay¨® a m¨ªnimos con la pregunta sobre si Angela Merkel es tan fea como parece.

Mejide es agresivo en las preguntas que prepara pero, como en realidad no es periodista, deja al entrevistado explayarse a su gusto y no le aprieta con repreguntas, as¨ª que Zapatero sali¨® vivo sin que le vi¨¦ramos en apuros. Y cerca del final el expresidente se creci¨®: "Risto, has estado m¨¢s pol¨ªtico que yo, porque dices las cosas populares".

Luego pas¨® por all¨ª Jorge Lorenzo, a quien Risto insisti¨® con que deb¨ªa estar muy frustrado porque sus padres no le acompa?aran cuando fue campe¨®n del mundo, y no lo parec¨ªa tanto. Tambi¨¦n le reproch¨® que tenga domicilio fiscal en Suiza, donde el motorista afirma que reside y entrena, pero tampoco vimos al motorista agobiado por eso. Y, dirigi¨¦ndose la sart¨¦n al cazo, el presentador le afe¨® la chuler¨ªa, a lo que el deportista respondi¨®: "Pero t¨² la buscas".

En esta mezcla de periodismo y show ahora tan de moda (en ingl¨¦s lo llaman infotainment), se confunde a veces la profesionalidad con la mala educaci¨®n. Quiz¨¢s porque est¨¢bamos hartos de compadreos entre informadores y fuentes, ahora se lleva mucho ese tipo de entrevista montada como una encerrona. Pero muchos comunicadores saben que dejando alguna vez a sus interlocutores que se relajen le sacar¨¢n palabras m¨¢s interesantes. Que no se le puede morder todo el rato.

En sus inicios Jordi ?vole se colaba en confesionarios con c¨¢mara oculta, y se enfrent¨® a campa?as de boicoteo por ello, pero fue gan¨¢ndose al gran p¨²blico seg¨²n fue tom¨¢ndose m¨¢s en serio a s¨ª mismo. En sus mayores ¨¦xitos recientes no hab¨ªa casi nada del Follonero que fue. Y en sus entrevistas, en vez de ir al choque, hace preguntas con mucha intenci¨®n desde una calculada inocencia. Pero ayer ?vole volvi¨® a ser Follonero e hizo la gamberrada de su vida, ese falso relato de que el golpe era un montaje dirigido por Jos¨¦ Luis Garci (s¨ª, ese bulo que llev¨® a tantos a meter la pata en Twitter y que alimentar¨¢ una buena temporada a los amantes de las conspiraciones). Mal d¨ªa para iniciar un proyecto tan discutible como el del antes devorador de triunfitos, tan dado al postureo, como se dice ahora.

I?aki Gabilondo, quiz¨¢s el mejor entrevistador que ha tenido este pa¨ªs, sali¨® en ambos programas, un Gabilondo farsante con ?vole, el de verdad en un avance de su visita al Chester. "Muchos no nos creemos la marca Mejide", le espet¨® al conductor. Dio en el clavo. Lo del 23-F de Jordi ?vole era mentira, pero Risto Mejide no acaba de ser de verdad.